La catedral de Santa María y San Julián de Cuenca acoge los cuerpos del beato Cruz Laplana Laguna y de su familiar-secretario Fernando Español Berdié. 

Los pueden venerar en la Capilla del Obispo o de San Julián. A comienzos del siglo XVII, el obispo Pacheco solicitó al cabildo la utilización de esta antigua capilla como capilla privada para decir Misa. El cabildo se lo concedió, por lo que pasó a llamarse así. Un tiempo atrás, el cabildo había decidido hacer una capilla dedicada al patrón de la ciudad. Ésta fue la capilla elegida para tal fin. El retablo central muestra en bajorrelieve escenas de la vida del santo. A san Julián se le presenta haciendo cestillos, que luego vendía para –con lo que sacaba- dárselo a los pobres. Además, admiren la magnífica colección de relicarios del siglo XVII -con reliquias auténticas-, situados en las paredes laterales.

Tras el fracaso de golpe de estado de julio de 1936, Cuenca fue fiel al gobierno republicado por obra del teniente coronel Francisco García de Ángela. A los pocos días de la llegada de las milicias anarquistas mandadas por Cipriano Mera, empiezan a producirse desmanes en la ciudad. En la tarde de 20 de julio hizo explosión una bomba en la puerta del Palacio Episcopal. El 28 de julio el obispo es obligado a dejar su residencia acompañado de su mayordomo Manuel Laplana y su familiar, Fernando Español. Bajo custodia es conducido al Seminario que era utilizado como cárcel. El 7 de agosto de 1936 es fusilado junto a su secretario. Fueron beatificados, junto con otros 496 mártires, el 28 de octubre de 2007.

Aquí lo que ya escribimos sobre su vida y martirio:

Últimas horas del 7 de agosto, a 5km de Cuenca. Fusilan al tercer Obispo - ReL (religionenlibertad.com)

En la capilla anterior puede verse este cuadro alegórico: