6.- El caso español hoy

Tras la caída del partido popular del poder mediante la moción de censura el pasado mes de junio, parecía que la llegada socialista sería para convocar unas elecciones generales, tal como anunció el líder del partido.

Pero cuando se encontró con todo el poder en las manos, cuando sus cuadros políticos vieron la ocasión de colocarse muy bien forrados con gordos billetes, cuando Soros acudió a visitar al nuevo inquilino de la Moncloa, cuando su enorme ego se sintió halagado, pensó que era mejor instalarse en el poder y que las elecciones generales ya llegarán cuando toque.

La influencia del zapaterismo creó un fuerte apoyo para que esas elecciones se dilataran en el tiempo. La actuación de nuevo rico del vecino de la Moncloa usando aviones oficiales para asuntos privados, metiéndose a veranear en palacios, dejando un apartamento propio en la costa almeriense, comiendo con el Rey y su señora en Mallorca, le dieron unas alas a un advenedizo que nunca pensó tenerlas ni soñando.

Ha colocado a todos sus amiguetes en las empresas públicas, ha sido el pelotazo de la colocación de la  señora propia con un alto suelto, y sigue y sigue pegado al sillón donde nadie osa decirle que se levante.

El rasputín que lo elevó a la Moncloa ha entrado como su jefe de gabinete. Este despechado antes, pero ahora comiendo del pesebre público, es quien le aconseja, le calcula con encuestas, le insinúa que las fotos son lo primero, y le vende humo como si fuera el bálsamo de Fierabrás. El inquilino okupa monclovita hizo un gobierno llamado “bonito” por algunos donde metió a muchas féminas, y a unos personajes de la prensa del corazón.

Han demostrado ya, con sobradas razones, ser un gobierno inútil, ineficaz y tambaleante. Porque no se puede gobernar con 84 diputados, a no ser que sea mediante decretos leyes, figura poco democrática, pero que es la portichuela por donde está colando, o pretende hacerlo todas sus grandes reformas que son ningunas.

Tomó, como no, un banderín de enganche: la limpieza del pecado original personal y social de ser hijo de papá y mamá del franquismo sociológico. Nada mejor, para contar con los comunistas venezolanos podemitas, que sacar a Franco de su tumba del Valle de los Caídos, ya que tras más de cuarenta años había urgencia y rapidez de ganarle una guerra al vencedor de la misma el 1 de abril de 1939.

El escondite de la inicua ley de la memoria histórica ha sido el espantapájaros que ha sacado del armario para medio justificar la profanación de la tumba del anterior Jefe del Estado.

De esta manera, cree el okupa de la Moncloa, que se quita de su piel el pecado de ser hijo del franquismo sociológico, como lo somos todos los que hoy vivimos en España desde el rey emérito hasta el último español que haya nacido ahora mismo.

¿Cuándo haga, si puede, la profanación de la tumba de Franco, que otro banderín de enganche se va a sacar de la manga?

Mientras llega la fecha de fin de año, que pretende mandar a Franco a comer el turrón con sus nietos como el almendro en el anuncio televisivo, los bandazos, los cambiazos, los desmentidos, las rectificaciones, los reculos, los pisotones que está pegando este okupa son para pasar página cuanto antes de su presencia al frente de los destinos de España.

Es cierto que esta izquierda cainita y okupa es similar a las izquierdas de siempre. Pretende en su alocada carrera de un avión a otro, crear una Comisión de la Verdad sobre la II república y la guerra civil, donde nos dirá lo que tenemos que pensar, hablar y escribir sobre aquellos años tan nefastos como sangrientos.

Cuando Lenim llegó al poder en Rusia fundó el diario Pravda, que en ruso significa Verdad, en cuyas páginas vertía todas las mentiras habidas y por haber en el proceso revolucionario. Las tiradas eran millonarias y los súbditos eran adoctrinados en el pensamiento único, ya que el resto de periódicos fueron prohibidos.

El okupa monclovita va por los mismos modos marxistas, que yacen en los genes fundacionales del partido socialista, proponiendo que esa Comisión de la Verdad tenga el poder de empapelar, multar, encarcelar y si viniera al caso enviar a la checa o al gulag, a todos los traidores que no acepten la Verdad oficial sobre la década de los treinta y los años franquistas.

Los jueces y tribunales pasarán a la jubilación anticipada, pues no tendrán vela en esos procesos sumarísimos a los que seremos sometidos todos los que hablamos o escribimos lo que libremente pensamos, como hacemos hasta el día de la fecha.

El okupa de la Moncloa se cree tanto su papel y su “destino” que ha llegado a afirmar el pasado tres de agosto en una rueda de prensa: “Ha comenzado una nueva época…” Ese día había fumado o bebido algún producto tóxico, porque quien se cree que con él nace la historia desea imitar a Adán y Eva, y esto es una enfermedad mental.

Mientras, la derecha española se recompuso saliendo elegido un nuevo  presidente del partido popular, quien recién aparecido en la plaza de toros el respetable aceptó sus hechuras, sus carreras, sus claras embestidas, su docilidad y sus habilidades para el toreo político.

Está por ver su valentía cuando de frente tenga que demostrar que tiene los diputados que posee en el Congreso y la mayoría absoluta en el Senado.

Quien no ha perdido el tiempo ha sido la izquierda socialista mediática que han colocado a todos los suyos en la televisión pública y en radio nacional. En esta purga los podemitas han jugado un papel esencial porque saben que el pueblo aborregado se bebe una mentira repetida mil veces haciéndola verdad, que la única verdad esencial de lo acontecido.

Los comunistas venezolanos se han tomado muy en serio su papel, tanto que ya afirman que cogobiernan con los socialistas desde dentro del parlamento. Algo que está por ver cuando se tengan que dirimir los diversos decretos leyes que están en cola legislativa.

Los puritanos catalanes del partido ciudadanos andan como pollos sin cabeza. La moción los pilló fuera de juego. La trayectoria del okupa los tiene sin rumbo. Y los aniversarios de los varios golpes de Estado dados en Cataluña el año pasado por estas fechas otoñales. Los lazos amarillos y toda la parafernalia que produce en los racistas directivos de la tierra catalana, es ahora mismo las pantallas donde se exhiben los que nunca han gobernado ni en su casa.

La Iglesia Católica en España anda callada como un fantasma en paro laboral. Ante la profanación de la tumba de Franco, el cardenal madrileño emite una nota donde afirma acatar la decisión del gobierno okupa. Nunca un cardenal había sido un perrillo faldero de un okupa.

Tomás de la Torre Lendínez

(Continuará)