-"¿Sabrías mi nombre, si te viera en el cielo?

¿Serías el mismo, si te viera en el cielo?


¿Cogerías mi mano, si te viera en el cielo?

¿Me ayudarías a quedarme, si te viera en el cielo?


Debo ser fuerte para soportarlo, porque sé que mi lugar -de momento- no está en el cielo."


Es el emocionado recuerdo de Eric Clapton en «Lágrimas en el cielo», la canción, que ganó seis Grammy, dedicada a su hijo Connor, de cuatro años, fallecido tras caer desde el piso 53 de un apartamento de Manhattan, en Nueva York.

Una persona, entendida en astronomía y en cristianismo, suele decir: «Siempre aconsejo que se ha de mirar hacia el cielo -sea el cielo astronómico, sea el cielo espiritual- con entusiasmo

Mirar hacia arriba, el cielo espiritual y con entusiasmo es aquello que nos recomienda San Pablo:

» "Aquello que ojo humano nunca ha visto ni soñado.

» Aquello que oído humano jamás ha escuchado.

» Aquello que no ha entrado nunca en el corazón humano.

» Aquello que la mente humana jamás ha podido pensar ni llegar a barruntar... Dios lo ha preparado para quienes le aman" (1 Co 2,9).

Y añade:
«Yo pienso que los sufrimientos del mundo presente no son nada comparados con la felicidad de la gloria que más tarde se ha de revelar en nosotros» (Rm 8,18).

El cielo. El paraíso. La gloria.




Alimbau, J.M. (1998).  Palabras para momentos difíciles. Barcelona: Ediciones STJ.