Fuente: http://actualidadyanalisis.blogspot.com/

 
Corría el año 1915 cuando por vez primera una mujer entró a ocupar un puesto de trabajo en el Vaticano. Su nombre era Anna Pezzoli y prestó sus servicios en la florería vaticana que entre sus ocupaciones tenía la de proveer flores para las ceremonias oficiales del Papa. Tres lustros después fueron incorporándose algunas mujeres más, algo que fue siendo «más común» tras el Concilio Vaticano II.
 
Han pasado cien años y la panorámica es muy distinta en el país más pequeño del mundo: en 2004 el 13% del total de personas que trabajan al servicio del Papa en el Vaticano eran mujeres. Para 2014 suponen el 19%. No es muy diferente el porcentaje de mujeres colaborando en la curia romana y en los diferentes organismos que de ella dependen: al 2014 es del 18%, es decir, de 391 mujeres (en 2011 eran el 17%, es decir, 288 mujeres).
 
Los números merecerían ser traducidos en nombres concretos. La lista sería amplia y por lo tanto aquí sólo retomamos algunos nombres representativos.
 
Las tres mujeres que están «más arriba» en la curia romana son una religiosa y dos laicas: sor Nicoletta Vittoria Spezzati, de las Hermanas Adoradoras de la Sangre de Cristo, es subsecretaría de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica; la doctora Margaret S. Archer, es presidenta de la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales; y Flaminia Giovanelli, experta en economía, es subsecretaria del Pontificio Consejo Justicia y Paz.
 
Ana Cristina Villa es responsable de la sección relacionada con la mujer del Pontificio Consejo para los laicos; Marta Largo es la responsable de la edición española de L´Osservatore Romano (periódico en el que escribió por vez primera una mujer que ahora continúa colaborando ahí: Silvia Guidi); Leticia Soberón es miembro de la Comisión que revisa los medios de comunicación del Vaticano; la doctora Mary Ann Glendon (anterior presidente de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales) es el único miembro femenino del comité de estudio para las actividades y misión del banco vaticano; Cristiane Aparecida Monteiro, oficial del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, coordina desde el Vaticano la Red Informática de la Iglesia en América Latina; Claudia di Giovanni es delegada responsable para la Filmoteca Vaticana mientras que Barbara Jatta tiene bajo su cargo los grabados en la Biblioteca Apostólica Vaticana y Barbara Frale colabora en el Archivo Secreto Vaticano.
 
Finalmente, en septiembre de 2014 se incorporó a 5 teólogas (dos religiosas y tres laicas) a la Comisión Teológica Internacional para el quinquenio 2014-2019: sor Prudence Allen, R.S.M. (Estados Unidos), sor Alenka Arko, de la Comunidad Loyola (Rusia, nacionalidad de origen eslovaca), la profesora Moira Mary Mcqueen (Canada- Gran Bretaña), la profesora Tracey Rowland (Australia), y la profesora Marianne Schlosser (Austria, nacionalidad de origen Alemana). Esto supone que la Comisión Teológica Internacional tenga un 16% de mujeres.
 
En repetidas ocasiones el Papa Francisco ha invitado a revalorar el papel de la mujer dentro de la Iglesia. En continuidad con sus predecesores, san Juan Pablo II y Benedicto XVI, estos son muy buenos ejemplos de que se está avanzando en esa línea.