Nada halagüeño se presenta el futuro no lejano, que nos aguarda a los españoles y europeos, a causa de los abrumadores datos demográficos y de la baja natalidad que tenemos. La tendencia es imparable. El mundo musulmán aumenta cada año más y más, hasta hacerse mayoría en Occidente. Es como la quinta columna. Sin apenas notarlo nos estamos suicidando. El Islam, sin armas, ni terroristas suicidas, avanza incontenible. Su crecimiento en fieles, ya supera a la católica globalmente . Además, inconscientes, nos vamos debilitando. Sin valores, sin interés colectivo por el futuro, despreocupados por lo que les espera a nuestros nietos y descendientes, solo buscamos el bien personal y despreocupados por el bien general.

Con el aborto y la cultura de la muerte vamos a la ruina. De poco va a servir la Alianza de Civilizaciones, ante la colonización musulmana y la dura realidad que vendrá en un no muy lejano futuro. Es cuestión de tiempo y seguir como hasta ahora con el aborto.

Cuando un pueblo, una nación, una sociedad, un colectivo, una familia, se queda sin sus raíces, caminan imparables hacia su ruina. Gravísima responsabilidad de los líderes políticos, sin excluir a ningún ciudadano consciente.