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El Papa pide «verdad»: que los procesos de nulidad no sean manipulados «por una falsa misericordia»

León XIV aclaró a la Rota Romana algunos puntos sobre su actuación en los procesos de nulidad.

León XIV aclaró a la Rota Romana algunos puntos sobre su actuación en los procesos de nulidad.Vatican Media.

Redacción REL
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León XIV recibió este viernes a los participantes en el Curso Internacional del Tribunal de la Rota Romana para conmemorar el décimo aniversario de la reforma del proceso matrimonial canónico impulsada por Francisco.

Las jornadas de estudio y reflexión buscan difundir una cultura jurídica válida en la Iglesia, avanzó el Papa, quien, como es conocido, es doctor en Derecho Canónico.

Los dos presupuestos de un juicio de nulidad

El pontífice defendió en su discurso la "armonía" entre la teología, el derecho canónico y la pastoral, cuya relación "suele olvidarse" incluso considerando esos enfoques como "compartimentos estancos", cuando no "contrapuestos entre sí". Son, sin embargo, "partes de una misma realidad".

En particular, el Papa se refirió a la parte más frecuente y controvertida de esa polémica, a saber, los procesos de nulidad matrimonial. Considerarlos como algo propio de "especialistas" es "una visión superficial que prescinde de los presupuestos eclesiológicos de esos procesos y de su relevancia pastoral", subrayó.

Entre esos presupuestos eclesiológicos, León XIV citó dos:

  • que "la sagrada potestad ejercitada en los procesos judiciales" está "al servicio de la verdad"; y
  • que el objeto del proceso de declaración de nulidad es "el misterio de la alianza conyugal".

Respecto a lo primero, el Papa recordó que "todo fiel, toda familia, toda comunidad necesita la verdad sobre su situación eclesial para cumplir bien el camino de fe y de caridad". Por tanto, "la verdad jurídica declarada en los procesos eclesiásticos es un aspecto de la verdad existencial en el ámbito de la Iglesia".

En ese sentido, el Papa afirmó con rotunidad que, si bien "en el juicio de Dios sobre la salvación siempre actúa su perdón del pecador arrepentido", sin embargo "el juicio humano sobre la nulidad matrimonial no debe ser manipulado por una falsa misericordia".

El Papa se dirige a los miembros de la Rota Romana y asistentes al congreso.

El Papa se dirige a los miembros de la Rota Romana y asistentes al congreso.Vatican Media.

Eso no quiere decir que "en el ejercicio recto de la potestad judicial" no pueda practicarse "la auténtica misericordia". La propia finalidad de la reforma de 2014, tendente "a la accesibilidad y a la celeridad" en los procesos ("aunque nunca a costa de la verdad") es así "una manifestación tanto de justicia como de misericordia".

El matrimonio no es un "ideal", sino una realidad

Otro presupuesto teológico que mencionó León XIV es la realidad del propio matrimonio, "en cuanto fundado por el Creador". El matrimonio "no es un ideal, sino una realidad con una consistencia precisa y un don de Dios a los cónyuges", y un vínculo fundado en el "principio de indisolubilidad", dijo sintetizando discursos suyos y de Francisco y también la propia exposición de motivos de la reforma cuyo aniversario se celebraba.

Por tanto, "al tratar las causas de nulidad es decisivo este realismo: la conciencia de actuar al servicio de la verdad de una unión concreta, discerniendo ante el Señor si en ella está presente el misterio del 'una sola carne', que subsiste para siempre en la vida terrena de los cónyuges pese al fracaso de su relación".

El propio Francisco recordaba que si las causas de nulidad se tramitan por vía judicial y no administrativa es "por la necesidad de proteger al máximo la verdad sobre el sagrado vínculo".

León XIV también recalcó la importancia de, antes de llegar al proceso de nulidad, "favorecer la reconciliación entre los cónyuges, incluso acudiendo, cuando sea posible, a la convalidación del matrimonio", o, "garantizando la justicia, con medidas de conciliación".

La salvación de las almas

Pero si se llega al proceso, "la materia ya no está a disposición de las partes", pues en una nulidad matrimonial "está implicado un bien eclesial público". En efecto, "el vínculo conyugal indisoluble es el fundamento de la familia, que es la Iglesia doméstica", sin olvidar "los presupuestos eclesiológicos del proceso matrimonial: la búsqueda de la verdad y la misma salus animarum [salvación de las almas]".

Por último, el Papa llamó a tener en cuanta la dimensión pastoral de estos procesos "ante situaciones críticas", pues -dijo, citando a San Juan Pablo II- "la actividad jurídico-canónica es pastoral por su propia naturaleza".

"La salus animarum [salvación de las almas] es la suprema ley y la finalidad de los procesos matrimoniales en la Iglesia", concluyó.

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