Una guía para seguir el cónclave: las votaciones, las fumatas, «el día de reflexión»...

Las mesas con los nombres de los cardenales ya están dispuestas en la Capilla Sixtina.
Este miércoles 7 de mayo comienza el cónclave para elegir al 267º sucesor de San Pedro como vicario de Cristo. Serán 133 cardenales los que tendrán en sus manos la decisión, que se hará pública en cuanto el elegido reúna 89 votos, los dos tercios del total.
La misa y el juramento
A las 10.00 horas todos los miembros del Colegio Cardenalicio concelebrarán en la basílica de San Pedro la Misa Pro Eligendo Pontifice, que presidirá su decano, el cardenal Giovanni Battista Re, quien en la homilía hará unas últimas reflexiones a sus hermanos. Él tiene más de 80 años y no participará en el cónclave.
A las 16.30 horas tendrá lugar la procesión de los cardenales electores hasta la Capilla Sixtina ataviados con el traje coral que lucirán durante el cónclave.
Una vez allí cantarán el himno Veni, Creator Spiritus para invocar la iluminación del Espíritu Santo y se procederá a la toma de juramento, en la que estarán presentes las cámaras.
Ésta es la fórmula del juramento:
"Todos y cada uno de nosotros cardenales electores presentes en esta elección del Sumo Pontífice prometemos, nos obligamos y juramos observar fiel y escrupulosamente todas las prescripciones contenidas en la Constitución Apostólica del Sumo Pontífice Juan Pablo II, 'Universi Dominici Gregis', emanada el 22 de febrero de 1996. Igualmente, prometemos, nos obligamos y juramos que quienquiera de nosotros que, por disposición divina, sea elegido Romano Pontífice, se comprometerá a desempeñar fielmente el 'munus petrinum' de Pastor de la Iglesia universal y no dejará de afirmar y defender denodadamente los derechos espirituales y temporales, así como la libertad de la Santa Sede. Sobre todo, prometemos y juramos observar con la máxima fidelidad y con todos, tanto clérigos como laicos, el secreto sobre todo lo relacionado de algún modo con la elección del Romano Pontífice y sobre lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio; no violar de ningún modo este secreto tanto durante como después de la elección del nuevo Pontífice, a menos que sea dada autorización explícita por el mismo Pontífice; no apoyar o favorecer ninguna interferencia, oposición o cualquier otra forma de intervención con la cual autoridades seculares de cualquier orden o grado, o cualquier grupo de personas o individuos quisieran inmiscuirse en la elección del Romano Pontífice".
A continuación, cada cardenal elector, según el orden de precedencia, prestará juramento con la fórmula siguiente:
Y yo, N. Cardenal N. prometo, me obligo y juro, y poniendo la mano sobre los Evangelios, añadirá: 'Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano'.
Luego, los cardenales escucharán una meditación preparatoria y a su final se procederá al Extra omnes [Todos fuera] y se cerrarán las puertas de la Capilla Sixtina, para iniciar propiamente el cónclave.
¿A qué hora son las fumatas?
No volveremos a saber nada de cuanto suceda dentro más que por el humo ('fumata') que salga de la chimenea instalada en el interior. Allí se quemarán los votos, una vez recontados, con una u otra sustancia para que den un color negro (no hay Papa) o blanco (Habemus Papam).
Este miércoles habrá una primera y única votación por la tarde, considerada 'de tanteo', de la cual con total probabilidad no saldrá el nuevo pontífice. Por eso, en torno a las 19.00 horas veremos la primera fumata del cónclave y será negra.
A partir de ahí, habrá cuatro votaciones al día, dos por la mañana y dos por la tarde, pero solo dos fumatas, una por la mañana y una por la tarde.
Si no hubiese Papa o el Papa fuese elegido en la segunda votación de mañana o tarde, las fumatas respectivas serían en torno a las 12.00 horas y en torno a las 19.00 horas.
Si hubiese Papa en la primera votación de la mañana o de la tarde, las fumatas respectivas serían en torno a las 10.30 horas o las 17.30 horas.
Si después de tres días (trece votaciones: la del miércoles más las votaciones de jueves, viernes y sábado) no hubiese aún Papa, habría un día de reflexión (este domingo): una pausa "de oración, de libre coloquio entre los votantes y de una breve exhortación espiritual" por parte del cardenal protodiácono (el mismo que anuncia a los fieles el Habemus Papam).
Las votaciones se reanudarían el lunes y si no se ha decidido la elección en siete votaciones, habría una nueva pausa el miércoles. La constitución Universi Dominici Gregis ordena la repetición de este proceso otras dos veces. Dependiendo de cuánto se decidiera prolongar esas pausas de reflexión, el cónclave se habría alargado toda la semana próxima o inicios de la siguiente y entonces se votaría solamente entre los dos cardenales con más votos en la última votación, pero manteniendo el requisito de la elección por dos tercios.