Miles de fieles dan el último adiós a Francisco y rezan ante sus restos mortales

[Este miércoles por la mañana quedó instalado bajo el altar central de la Basílica de San Pedro el féretro con los restos mortales de Francisco para su veneración y una oración por su alma. Desde ese momento el río de fieles ha sido incesante. Decenas de miles de personas ya han hecho la cola en la Plaza de San Pedro y la nutrida fila por la nave del templo. Se estudia la posibilidad de ampliar el periodo de acceso de los habitantes de Roma y los peregrinos un último adiós al Papa.]

A continuación relatamos cómo fue la impresionante ceremonia de traslado e instalación del cuerpo.

Emoción y oración

"Padre, este es mi deseo, que los que me has dado estén conmigo y contemplen mi gloria, la que me diste antes de la Fundación del Mundo". Esta oración de Jesús a Dios Padre en el Evangelio de Juan resonó en la Basílica de San Pedro, en la lectura del Evangelio, recordando las promesas de vida eterna de Cristo para quienes estén con Él.

No lejos del diácono, junto al altar de la Confesión ("Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo", le confesó Pedro a Jesús) los restos del Papa Francisco en un sencillo féretro y en el suelo, sin catafalco. A partir de las 11 de la mañana, los fieles pudieron ya acudir a honrar su cuerpo y orar por el difunto.

Durante todo el martes, los miembros de la Curia y de las casas pontificias, los colaboradores cercanos del Papa, pudieron despedirse del Pontífice en la capilla de la Casa Santa Marta. Este Miércoles de Pascua sus restos se trasladaron en procesión a la basílica de San Pedro. La ceremonia de traslado comenzó a las 9 de la mañana, en un rito presidido por el cardenal camarlengo, el norteamericano Kevin Farrell.

La procesión de Casa Santa Marta al altar de San Pedro

Frente a la entrada de la Casa Santa Marta se situaban los penitenciarios (con la estola roja y una vela encendida en la mano) y los alabarderos de la Guardia Suiza, que caminaban junto al ataúd abierto del Papa. Un grupo seleccionado de fieles laicos se dispuso en cuatro filas frente al Palacio San Carlo. Después de la oración introductoria y la invitación del diácono ("Procedamus in pace") comenzó la procesión: los cardenales y los patriarcas, seguidos por el Cardenal Camarlengo y el Maestro de Celebraciones. Los camilleros (gentilhombres con cargos de servicio al Pontífice) llevaban el féretro de Francisco, seguidos por los secretarios, los familiares y los miembros de la antecámara.

La procesión fue acompañada por el triste repique de campanas y el canto de los salmos. Pasó por la Via della Sacrestia, pasando por la Piazza dei Protomartiri Romani y salió a la Piazza San Pietro pasando por el Arco delle Campane. Allí, en la Plaza de San Pedro esperaban algunos miles de fieles que aplaudieron (diez o quince mil personas, calcula Avvenire).

La procesión entró en la Basílica de San Pedro por la puerta central y, recorriendo la nave central, llegó al altar mientras la Schola entonaba las letanías de los santos. El féretro de Francisco fue colocado delante de la tumba de su más antiguo predecesor, San Pedro, sobre una sencilla plataforma de madera, ligeramente inclinada hacia la asamblea de los fieles. Francisco había pedido que se evitara el llamado "cataletto", una estructura más elaborada y ornamentada en la que se exponían los cadáveres de Papas precedentes.

El cuerpo del Pontífice que ahora se puede venerar está vestido con vestimentas rojas, tiene una mitra blanca en la cabeza y sostiene un rosario en sus manos. Su rostro y manos aparecen amarillentos.

Cardenales, algunos muy ancianos, y mujeres de la Curia

Entre otros los numerosos cardenales en la basílica se pudo ver a Pietro Parolin, Secretario de Estado, Baldassare Reina, Vicario de Roma, Giovanni Battista Re, Decano del Colegio Cardenalicio, Marcello Semeraro, el alemán Reinhard Marx, el limosnero Konrad Krajewski, Angelo Becciu, el filipino Luis Antonio Tagle, Fernando Filoni, Gianfranco Ravasi, el salesiano español Cristóbal López Romero, Claudio Gugerotti, Francisco-Javier Bustillo (obispo español en Córcega), Gualtiero Bassetti, Tarcisio Bertone (antigua mano derecha de Benedicto XVI, de 90 años), Camillo Ruini, Angelo Bagnasco, el norteamericano Raymond Burke y Walter Brandmüller (erudito historiador que ya tiene 95 años).

En las primeras filas, se veía a la llamada familia papal: sus tres secretarios (Juan Cruz Villalón, Manuel Pellizzon y Fabio Salerno), el enfermero que le ha cuidado en su enfermedad, Massimiliano Strappetti y los asistentes de sala Piergiorgio Zanetti y Daniele Cherubini.

También estaban agrupadas muchas mujeres a las que Francisco ha dado cargos importantes en la Curia, como nunca antes en la historia de la Iglesia: Simona Brambilla, la Prefecta de Vida Consagrada; Alessandra Smerilli, Secretaria del Dicasterio de Desarrollo Humano, Bárbara Jatta, Directora de los Museos Vaticanos; Raffaella Petrini, secretaria de la Gobernación, Gabriella Gambino y Linda Ghisoni, subsecretarias del Dicasterio para los Laicos, y otras. Se calcula que hay un 23% de porcentaje femenino en los organismos de la Curia Vaticana.

La Basílica de San Pedro permanecerá abierta para que los fieles puedan rendirle homenaje todo el miércoles, desde las 11 de la mañana a las doce de la noche. Se da la circunstancia de que se celebra la fiesta de San Jorge, el santo patrón de Jorge Mario Bergoglio.

El jueves 24 de abril se podrán velar sus restos de 7 de la mañana a doce de la noche, y el viernes 25 de abril de 7 a 19 h. El sábado 26 de abril, a las 10, tendrá lugar el funeral en la Plaza de San Pedro, presidido por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio. tras el funeral, el féretro del Romano Pontífice será trasladado a la Basílica de San Pedro y desde allí a la Basílica de Santa María la Mayor para su sepultura, según fue la petición de Francisco.

El domingo 27 de abril la Misa prevista para el Jubileo de los Adolescentes, a la que deben acudir unos 80.000 adolescentes y estudiantes jóvenes, será una Misa funeral, la segunda programada por los Novendiali (las 9 misas ofrecidas por el difunto). La celebración estará presidida por el cardenal Pietro Parolin. Las demás misas previstas para el Novendiali se celebrarán por las tardes.