El ángel de la guarda de Carlo Acutis: «Está en el sitio más feliz que podáis imaginar»

La recientemente publicada Vida de Carlo Acutis es posiblemente la obra más breve, pero también la más conmovedora y diferencial, de Tina Walls. Y es que la autora e ilustradora de este pequeño escrito relata los 15 años de vida del joven, declarado santo este 7 de octubre, desde una original y novedosa perspectiva: la de su ángel de la guarda.

Tan particular como la perspectiva narrativa es es la de las ilustraciones, cuyas imágenes mantienen su estilo clásico de línea fina y dibujos nítidos y legibles que combinan miradas y gestos dulces e infantiles con auténticas alegorías como la propia humanidad, plasmada en sus ya icónicos polluelos que rodean siempre a los santos o a la Sagrada Familia.

Ya desde la primera página, la autora expone una vida conocida por muchos, la de Carlo, pero con un estilo propio. “La historia que os voy a contar no trata sobre mí, sino sobre un niño al que me encargaron cuidar”, comienza el narrador.

Tras una imagen celestial que muestra a Dios Padre confirmando su misión al ángel custodio, Tina Walls transporta al lector al Londres natal de Carlo, donde se aprecian icónicas referencias o similitudes con clásicos como el deshollinador de Mary Poppins, la torre de Londres o el palacio de Buckingham.

Un escenario que sobrevuela el custodio hasta llegar al bautismo del joven o su posterior viaje a Milán, donde la joven polaca Beata llevaría a Carlo a fraguar una devoción y pasión por la fe que no le olvidaría hasta el momento de su muerte.

¡Y al fin llegó el gran día!”, celebra el ángel al mostrar a un joven Carlo ataviado con de blanco en su primera comunión. “Fue tanta la alegría que desde ese día ya nunca dejó de ir a diario a misa para volver a recibirlo. La comunión se convirtió en el momento más importante de su día a día”.

A partir de este momento se relatan los grandes y más conocidos episodios de la vida del santo. Se muestra cómo el joven ponía en práctica la virtud en su día a día, ya fuese siendo el primero en ayudar a un compañero con los deberes o defendiendo a sus amigos, o en otros momentos de mayor envergadura: al evangelizar “con buen humor y caridad” entre sus conocidos, llevando comida a quienes vivían en la calle, visitando a los enfermos en hospitales...

Al Cielo, con una sonrisa

No faltan conocidos hitos como la “autopista al Cielo” de la misa, su evangelización y difusión de los milagros eucarísticos en internet. Episodios que culminan en las últimas páginas de esta primera vida de santos de San Román, presentando los últimos días de Acutis en vida hasta que el 12 de octubre de 2006 “se fue al Cielo con una sonrisa en los labios”.

“Y aquí estoy, en el sitio más feliz que os podáis imaginar”, concluye el angélico narrador, al que se refleja usando el ordenador de Carlo junto al Señor, y al joven, ya orlado, abrazado por la Virgen María. “Al fin ha llegado a la meta tras un camino de 15 años. Estoy terminando de contar su maravillosa historia. Porque las vidas de estos amigos de Jesús que son los santos, son para ser contadas, y que todas las demás personas tengáis en ellos un ejemplo de vida”.

Tal y como se anuncia en la descripción del volumen, la colección que inaugura Carlo Acutis será continuada por las vidas de otros santos, los “amigos de Dios que nos esperan en el Cielo” y que, lejos de ser inalcanzables, “son personas corrientes cuya amistad con Jesús transformó sus vidas en algo extraordinario”.

Con esta colección, San Román busca llevar a los más pequeños reunidos en familia a conocer “el verdadero camino al Cielo”. Un lugar plagado de ejemplos de vida para los hombres, ya sean jóvenes valientes como Acutis, “sabios pacientes o corazones llenos de amor que, al decir sí, no solo encontraron la verdadera felicidad en sus vidas, sino que además se convirtieron en un faro de esperanza para todos, cambiando el mundo en el que les tocó vivir”.