Un año de la renuncia de Benedicto XVI: del rayo en la cúpula de san Pedro al tuit de Francisco
Al hecho –ciertamente no de mera anécdota– de la renuncia del Papa Benedicto XVI, el 11 de febrero de 2013, le siguió un detalle anecdótico –este sí– que fue lo que acompañó la noticia del día: al final de la tarde de esa misma jornada un rayo golpeó la cúpula de la basílica de san Pedro. Y así la lectura de aquel suceso natural quedó en cierta forma vinculado con el acto de humildad y amor que Benedicto XVI había realizado hacia el medio día. Video del momento del acto de renuncia:
Video del rayo en la cúpula de san Pedro la tarde del día en que Benedicto XVI anunció su renuncia al pontificado:
A un año de distancia queda claro que aquella determinación del ahora Papa emérito no fue una precipitación o salida de emergencia a unas situaciones agobiantes. El paso de estos 12 meses ha supuesto la posibilidad de identificar que a la raíz de un evento histórico como la renuncia de un Papa del siglo XXI se encuentra algo tan sencillo como grande: secundar la voz de Dios, el querer de Dios escuchado en lo íntimo de su conciencia. Siendo la conciencia algo tan personal cualquier crónica mediática que busque leer y entrelazar más o menos forzadamente otros sucesos acontecidos durante el pontificado de Benedicto XVI son meras conjeturas; indicios siempre parciales y quién sabe si definitivos. Un año después, Benedicto XVI sigue reservándose sólo para él y Dios la razón confirmativa que le llevó a dar un paso como el que dio.