La Iglesia anglicana de Gales, agonizante, prueba ahora con una arzobispesa lesbiana

El País de Gales nunca fue un lugar muy anglicano. Especialmente en el siglo XIX se extendieron distintos movimientos evangélicos y metodistas por el país: veían a los anglicanos como poco fervorosos, como funcionarios oficialistas.

Aún así, el declive de la pequeña Iglesia de Gales (anglicana) se ha acelerado este siglo XXI a medida que implantaban, primero, las sacerdotisas, luego las obispesas y, la última aportación, una arzobispesa lesbiana como líder máxima de esta iglesia anglicana.

Repasamos algunas fechas:

Gales tiene hoy aproximadamente 3,2 millones de habitantes (ha ganado unos 250.000 a lo largo de este siglo) pero es probable que sus templos hoy no atraigan ni a 40.000 personas al culto anglicano ni en las grandes fiestas del año. 

Una arzobispesa lesbiana y activista

David W. Virtue, un analista anglicano conservador, explica en www.virtueonline.org, de forma bastante directa, que "la pequeña provincia anglicana progresista de Gales ha elegido a una arzobispa lesbiana para dirigir la provincia tras la dimisión del arzobispo galés pro-gay, divorciado y vuelto a casar, Andy John". Circularon rumores sobre que en la catedral anglicana de Bangor había fiestas, exceso de alcohol, cierto descontrol... no se acusaba al arzobispo Andy John de participar, pero sí de no evitarlo o ser responsable. Eso bastó para que presentara su dimisión.

La nueva arzobispesa es Cherry Vann, de 66 años. Su pareja lésbica es Wendy Diamond. Cherry ya era obispesa anglicana en Monmouth (también en Gales). Al pasar a ser arzobispesa, se convierte en la primera mujer con mitra arzobispal en las Islas Británicas. Un "gran título" para pastorear un pequeño rebaño, apenas unos 40.000 anglicanos más bien poco dinámicos. Cherry lleva unos años participando en el comité de obispos anglicanos que crean "recursos eclesiales para acoger a las personas LGBTQI+" (o para implantar esa ideología en las comunidades anglicanas).

No parece que elegir a Cherry como arzobispesa en Gales vaya a atraer a muchas personas a las iglesias anglicanas galesas (no ha sucedido en ninguna denominación con obispesas), pero probablemente servirá para potenciar el activismo LGTB en el marco de las iglesias anglicanas del mundo y sus organismos de coordinación.

Comentarios de los anglicanos conservadores

Desde Sudán del Sur, el obispo anglicano de Juba, el sursudanés Justin Badi Arama, que es también líder de la Comunidad de Iglesias Anglicanas del Sur Global (GSFA, una alianza de iglesias anglicanas de países africanos y asiáticos, sobre todo), protestó: "Los fieles anglicanos del Sur Global lamentarán que la ruptura en el tejido de nuestra amada Comunión [anglicana] se haya establecido al más alto nivel, pero esto también fortalecerá nuestra determinación de restaurar las Escrituras a su lugar central en nuestra vida en común".

En Sudán del Sur hay 3,5 millones de anglicanos (en comparación, los anglicanos practicantes en la pobladísima Inglaterra, que vayan a su iglesia con cierta regularidad, serían apenas 1,1 millones, según una estadística de 2019).

Los anglicanos conservadores recuerdan que los líderes mundiales anglicanos reunidos en la Conferencia de Lambeth de 1998 establecieron que el matrimonio es la unión fiel entre hombre y mujer de por vida, y que quienes no están llamados al matrimonio deben ejercer la abstinencia sexual.

La jerarquía homosexual declarada en las iglesias anglicanas de Occidente, que ya suma unos cuantos obispos y ex-obispos, y ahora una arzobispesa, desprecia por completo lo establecido por la tradición cristiana e incluso por los organismos de comunión entre anglicanos de distintos países. La sensación que tienen los anglicanos de África y Asia es que los ricos y blancos hacen lo que quieren en sus países opulentos, contra la enseñanza cristiana, aunque sus iglesias estén vacías.

Desde Inglaterra, ha protestado Andrea Williams, directora ejecutiva del grupo conservador Christian Concern: considera que el nombramiento contradice la doctrina histórica y bíblica. Virtue recuerda que "como ministra ordenada y ahora arzobispa, Cherry Vann ha jurado defender las enseñanzas de la Iglesia. Sin embargo, vive públicamente en un rechazo deliberado de esas mismas doctrinas".

También detalla que "el hecho de que haya sido elegida con una mayoría de dos tercios del Colegio Electoral demuestra que la Iglesia en Gales se ha distanciado institucionalmente de la enseñanza bíblica sobre la moral sexual. Es una clara señal de apostasía".

Religión en Gales, y catolicismo

Según el Censo de 2021, Gales está muy descristianizado: sólo un 43,6% de su población se declaraba cristiana en el censo (de todas las denominaciones), mientras que un 46,5% se declaraban directamente, sin religión.

En 2024 el Papa Francisco estableció la unificación de dos diócesis católicas de Gales, Cardiff y Menevia, que unidas contarían con unos 180.000 bautizados católicos, unos 110 sacerdotes y 112 parroquias. La otra diócesis galesa, Wrexham, tiene unos 30.000 fieles y 30 parroquias.

El catolicismo en Gales tampoco es una realidad pujante (aunque le va mucho mejor que al anglicanismo), pero también depende de con qué se compare: en el s.XVIII el catolicismo estaba prácticamente prohibido y sólo había sólo 800 católicos en el país.