Nicaragua prepara una Semana Santa «confinada» con 14000 policías vigilando iglesias y «opositores»

Una iglesia de Nicaragua vigilada durante la Semana Santa de 2024.
Un nuevo año más, el tercero consecutivo, los fieles de Nicaragua se verán expulsados del ámbito público y obligados a celebrar la Semana Santa, los Viacrucis, procesiones y demás actos previstos, en el interior de los templos, siguiendo las restricciones impuestas por el régimen de Ortega y Murillo.
Ya desde primeros de marzo las iglesias han desarrollado sus primeros “viacrucis internos” para iniciar el tiempo de Cuaresma. Desde entonces, los coordinadores de las iglesias han invitado a los fieles al interior de las mismas para seguir esta devoción cada viernes.
Será el tercer año consecutivo, desde que en 2023 el régimen prohibió las procesiones en las calles, sumándose a la limitación de las actividades religiosas cuaresmales, que tienen lugar dentro de los templos o, a lo sumo, en sus dependencias exteriores.
"Merma la religiosidad"
Aica se hizo eco del relato de Marcos, un joven de 31 años que recuerda: "Antes salíamos a las calles y hacíamos un recorrido por las comunidades, ahora ya no. Tenemos que hacerlo dentro del templo, y eso merma un poco la religiosidad popular, porque a la gente le gustaba la procesión. Ahora, solo rezamos y leemos las estaciones (distintos episodios de la pasión de Cristo) dentro del templo".
Otro feligrés, Aurelio, coordinador parroquial de 35 años encargado de planificar y llevar a cabo las actividades devocionales en su parroquia, confirma que los fieles están continuamente expuestos a la vigilancia policial.
"Ya conocemos quiénes son los que llegan de civil, recientemente hubo una kermés y ahí los vimos. Toman fotos, ven quiénes están y qué se está haciendo. El sacerdote debe brindar información para que no se asombren de que ven gente entrando y saliendo del templo, pero se mantienen los sábados y los domingos", dijo Aurelio.
En los últimos tres años -agrega el feligrés- han tratado de mantener "intacta" su fe y adaptarse a las circunstancias. "Ahora debemos acomodarnos al interior de una parroquia y no es nada cómodo hacer un Viacrucis dentro del templo", destaca Aurelio.
Este devoto católico señala que la medida afecta más a aquellos fieles que, por enfermedad o edad avanzada, no pueden llegar a la iglesia y esperaban que el viacrucis pasara por sus casas.

Sócrates René Sándigo Jirón, obispo de León (Nicaragua), durante una de las procesiones interiores de 2024.
Obligados a informar
AICA también subraya que durante la Semana Santa se desplegarán 14000 policías en las calles y no se descarta que buena parte de ellos continuará o reforzará la vigilancia sobre la iglesia. Marcos sugiere que quizá la vigilancia sea de otro tipo, ya que, en su caso, cuando comenzaron los viacrucis dentro de las iglesias, había más patrullas en los exteriores que ahora.
“Creo que se debe a que ya saben que el viacrucis se realiza dentro del templo, pues semanalmente se les pasa el informe de las actividades", apunta.
La vigilancia de las iglesias será solo parte de la tarea encomendada por el gobierno a un operativo de 244 camionetas, 1,822 motos, 132 vehículos, seis buses y cuatro medios acuáticos para enfrentar lo que el régimen considera "opositores".