Empezar la Biblia, frecuentar una comunidad o rezar en familia son grandes aliados
9 ideas para alcanzar -o empezar- una rutina de oración «a prueba de veranos»: ser realista es clave

Verano siempre ha preocupado por su amenaza a las rutinas, también a la de la oración... Pero también puede ser una oportunidad.
Muchos sacerdotes y directores espirituales coinciden en que la oración es una de las rutinas en las que más cuesta perseverar durante el verano, ya sea por los cambios de horarios, ausencia de orden o de planificaciones y rutinas fijas.
FOCUS, la organización especializada en recursos de evangelización juvenil y espiritualidad surgida en el Benedictine College (Kansas) en 1998, considera que si Madre Teresa tenía tiempo para aumentar su oración en cada momento, todos los fieles pueden encontrar tiempo suficiente para incluir la oración en sus vidas.
Para lograr incorporar esa rutina al día a día, especialmente durante el verano y, sobre todo, de una forma creativa, la organización ofrece una sencilla guía de 9 pasos para que la oración sea el eje de la actividad:
1º Empezar poco a poco
Uno de los primeros consejos de FOCUS para consolidar una buena rutina de oración es empezar a rezar de forma progresiva, con cinco o diez minutos al día, e ir aumentando el tiempo gradualmente a medida que el hábito se adquiere y consolida. La gradualidad no solo aplica al tiempo: si el interesado también da sus primeros pasos en la fe, se propone comenzar con oraciones sencillas e incluso mecánicas, como el padrenuestro, avemaría o gloria. Con el tiempo, se podrán ir incorporando otras más complejas profundas y estructuradas como el rosario o la lectio divina.
2º Anclar la oración a las actividades diarias
También se propone relacionar cada una de las actividades del día a día con la oración.
De esta forma, invitan a comenzar el día ofreciendo el trabajo, alegrías y luchas a Dios. También se podrá rezar mientras se llevan a cabo tareas rutinarias como cocinar, viajar o doblar la ropa. Incluso para terminar el día, cuando se proponen hacer los tradicionales exámenes de conciencia y oraciones de la noche.
3º Crear un entorno o espacio sagrado
Como tercer consejo para la guía de oración en verano, FOCUS propone transformar un espacio del hogar en un rincón de oración, que incluya una cruz, una vela y una Biblia, así como tener a mano un diario o libreta para anotar intenciones o reflexiones que surjan durante la oración.
4º Aplicaciones de oración
Un elemento cada vez más usado y que para muchos se está convirtiendo en un imprescindible son las aplicaciones móviles, destacando algunas como Hallow, Laudate o iPieta, que permiten guiar la oración a través de meditaciones, Escrituras y rezo del rosario. También otras se están volviendo cada vez más populares, especialmente en la órbita hispana, como 10 minutos con Jesús. Los teléfonos y nuevas tecnologías pueden servir también para tomar notas o establecer recordatorios, horarios y alarmas para los momentos de oración y ayudar así a consolidar y perseverar los objetivos fijados.
5º Incorporar a los santos a la oración
FOCUS también recuerda la importancia de pedir la intercesión de los santos preferidos para consolidar la vida de oración. Menciona, entre otros ejemplos, a San Benito, uno de los pilares de la espiritualidad cristiana, San José, para compaginar trabajo, familia y obligaciones espirituales, o Santa Teresita de Lisieux, destacada por confiar en Dios en las pequeñas cosas. Junto a la intercesión general de los santos, también puede ser de gran ayuda rezar novenas a los santos que más devoción se tenga.
6º Apoyarse en las Escrituras
Otra de las modalidades que pueden proporcionar una continuidad, perseverancia y estructura es seguir las Escrituras en un momento del día. Algo que puede hacerse mediante la Lectio Divina, leyendo un pasaje breve de la Biblia, meditando y reflexionando sobre él, o eligiendo un pasaje de la Biblia y tratando de poner en práctica la contemplación ignaciana.
7º Hacer de la oración una actividad en familia
La familia puede ser una gran aliada a la hora de perseverar en la oración. No solo porque en su conjunto busquen la ayuda del cielo, sino porque serán más los que luchen por mantener el hábito, apoyándose unos a otros. Por ello, se propone recitar en familia una breve oración antes de las comidas o de acostarse, así como, una vez el hábito esté más consolidado, rezar el rosario en familia o la lectura de la Biblia.
8º Rendir cuentas en comunidad
Otra forma que se propone para mirar a la oración y la práctica espiritual como una responsabilidad es la de tener una comunidad a la que "rendir cuentas", de modo que en conjunto se sigan determinados objetivos, se celebren al conseguirlos y se animen y apoyen cuando falten las fuerzas. Con un amigo o compañero basta, pero también con grupos de oración con los que sea posible mantener una comunicación y confianza estrechas, así como uniéndose a actividades parroquiales o a grupos de formación y estudio de la Biblia
9º Dedica tiempo a la adoración eucarística
La guía concluye recordando la importancia e inmensos frutos de comprometerse a acudir a una Hora Santa con frecuencia, pues "incluso 15 minutos antes del Santísimo Sacramento pueden transformar tu día", un breve tiempo que puede aprovecharse para rezar el rosario, anotar las preocupaciones e intenciones, ofrendas o incluso descansar en presencia de Dios.