Religión en Libertad

«Aún se encuentran en diálogo muchos agentes», aseguró este miércoles en el desayuno de La Razón

Cobo, sobre el Valle: «La comunidad y el culto siguen y se respetarán los símbolos religiosos»

El cardenal Cobo, en el desayuno de La Razón.

El cardenal Cobo, en el desayuno de La Razón.

José María Carrera Hurtado
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Redacción ReL

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La mañana de este 9 de abril, el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, ha protagonizado el desayuno informativo organizado por La Razón en su sede de Madrid y que presentó el director del diario, Francisco Marhuenda.

Uno de los aspectos más destacados a tratar era el del estado de la cuestión del Valle de los Caídos, sobre la que el cardenal ha expresado que aún se encuentran “en diálogo con muchos agentes”.

Destacó que el Valle de los Caídos se trata de un complejo que comprende “muchos elementos, un bosque, carreteras, elementos arquitectónicos…”, y que es “el Gobierno el que lo ha administrado” desde Patrimonio Nacional.

Si la Iglesia tiene algo que ver, dice, “es porque se la llamó. Fue el Estado quien llamó a la Iglesia y quiso que hubiera una abadía y una basílica pontificia”, de modo que “es el Gobierno el que lleva la acción de ese gran monumento”.

"Los obispos no han marcado fechas"

Cobo se refirió a las múltiples “jurisdicciones internas” que componen el Valle, como son los benedictinos o la basílica, cuya gestión y jurisdicción se rige desde distintos organismos o instituciones, ya sea el propio Estado, la Conferencia Episcopal, los acuerdos Iglesia Estado de 1979 o la nunciatura.

En este sentido, el cardenal expresó que “le tocó” a él la responsabilidad de poner en contacto a todos los elementos y jurisdicciones, pero matiza que los obispos españoles ni han “marcado fechas” ni saben “lo que ahí se escenifica”.

La misión de la Iglesia en el Valle

“Nosotros estamos con una misión que es la que debe tener la Iglesia, que es orar por la paz. Para eso están los benedictinos y hay una iglesia, para orar por la paz, por la reconciliación y  celebrar la eucaristía”, expresó el cardenal, asegurando que lo único que ha posibilitado su persona es “que las distintas jurisdicciones tengan su voz”.

"La comunidad, basílica y el culto siguen"

“Lo único que sabemos es que la comunidad sigue, y eso es lo que queríamos saber: la comunidad sigue, y la basílica, y el culto en la basílica y se respetarán los elementos religiosos que hay alrededor”, precisó.

Preguntado por las concentraciones convocadas ante la sede de la Conferencia Episcopal en relación al Valle de los Caídos, remarcó vivirlo “mal” y “con perplejidad”, pero matizó que “allí había muchos tipos de gente”.

“Ahí hay gente que ha querido teñir de un color el Valle y otros de otro, pero la Iglesia no entra ahí. En la puerta había gente de todo. Cuando algún obispo salió y empezó a hablar, la gente dijo: `No sabíamos esto´. Creo que hay mucha gente que se ha dejado llevar y otros que no se qué querían de nosotros”, remarcó el cardenal, que reiteró estar “perplejo” ante las protestas. “Esta ocurrencia no ha sido nuestra. Plantéenselo al Gobierno, no a nosotros”, respondió.  

"Dando la vida por la presencia del Evangelio en las calles"

La inmigración fue otro de los temas presentes en la intervención del cardenal, siguiendo los llamados compartidos por los obispos españoles a la regularización masiva de inmigrantes ilegales, lo que ya sugirió recientemente el presidente de los obispos españoles, Luis Argüello, ofreciendo su mediación para presentar una Iniciativa Legislativa Popular.

En este sentido, Cobo consideró el fenómeno migratorio como una “oportunidad” para la Iglesia, renovando su llamado al “pacto de Estado” y dirigiendo otro a millones de inmigrantes para cubrir los siete millones de puestos de empleo vacantes. “¿No van a venir? No podemos ir poniendo parches”, ha afirmado.

El arzobispo también ha destacado a Madrid como una diócesis “con muchísimos laicos y un tesoro especial, 1.600 curas en activo que están dando la vida porque el Evangelio siga estando presente en mil barrios” y más de 2.500 presencias en educación, sanidad, atención a los mayores y acción social. “Decimos a nuestros vecinos y vecinas que hay esperanza”.

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