Fidel Fuidio: beato, mártir, arqueólogo... en la cúpula del Valle de los Caídos
El religioso marianista Fidel Fuidio excavó ciudades prerromanas y colmillos de mastodontes; los milicianos le mataron por llevar una cruz.

Profesor, arqueólogo, religioso marianista... Fidel Fuidio es beato y mártir, descansa en el Valle de los Caídos
En este 2025 se cumple el 145 aniversario del nacimiento del religioso marianista y eminente científico Fidel Fuidio ( Yécora, Álava 1880- Ciudad Real 1936), que ya presentamos en su día aquí en ReL. Fuidio fue asesinado el 17 de octubre de 1936 y beatificado por la Iglesia católica el 1 de octubre de 1995. Le apresaron, asesinaron y enterraron en fosa común.
Nuestros artículos al respecto pretenden mostrar que el ateísmo ha tratado con brutalidad a la ciencia en España en demasiadas ocasiones, muchas de ellas desconocidas.
Fidel Fuidio: detenido cuando buscaban a otro
A finales de junio de 1936, Fidel Fuidio fue operado de una hernia en Madrid. Regresó a su comunidad de Ciudad Real el 17 de julio, aún convaleciente de su operación. El 25 de julio, Fidel tuvo que dejar su comunidad y trasladarse a una fonda, ya que el colegio donde vivía había sido brutalmente había sido requisado por la Guardia Civil, impidiendo toda actividad docente.
El 7 de agosto, miembros del Ejército del Frente Popular se presentaron de noche en la pensión para detener a alguien a quien perseguían. Se llevaron también a Fidel porque le vieron un crucifijo en el pecho.
En el desván del Gobierno Civil había una checa o cárcel del pueblo, donde los milicianos hacinaban a personas antes de asesinarlas. Fidel rezaba intensamente preparándose a bien morir, confesándose con sacerdotes que estaban allí detenidos. Manifestó que estaba dispuesto a “morir por la fe”.
El 15 de octubre fue dejado en libertad después de un simulacro de juicio. Pero antes de salir de la prisión fue llevado por los milicianos a la Casa del Pueblo. De allá lo sacaron en la noche y lo fusilaron en Carrión de Calatrava el 17 de octubre de 1936.
Religioso marianista: regenerando la enseñanza
Fidel Fuidio Rodríguez murió con 56 años. Había nacido en Yécora (Álava). Emitió sus primeros votos en la Compañía de María en 1897, un año antes del desastre colonial. Fue profesor durante 35 años en Jerez de la Frontera, Cádiz, Madrid (1910-1933) y Ciudad Real en colegios de los marianistas y en 1935 en el Instituto de segunda enseñanza de Ciudad Real.
Fue un clarísimo exponente del Regeneracionismo español, fuerza motora de la renovación pedagógica de la Edad de Plata sin renunciar a la fe católica como quería la minoría laicista de la época.
Según el experto en mártires Jorge López Teulón, se le considera un precursor de la arqueología madrileña. Discípulo del alemán Hugo Obermaier, sacerdote católico científico. Fidel excavó en los alrededores de Madrid en compañía de sus alumnos, renovando la enseñanza de la época.
Exploró el Cerro de San Blas, Tejar de San Pedro, Portazgo, Parador del Sol, Casa del Moreno, San Fernando de Henares, Arenero de las Mercedes, el Sotillo, el Ventorro, Hortaleza, Carabanchel, etc.
De la Carpetania Romana a los colmillos de mastodonte
Fue autor de la tesis Carpetania Romana que defendió el 6 de mayo de 1932 y que publicó años después. Tras su traslado a Ciudad Real, localizó restos de industria lítica en el paraje llamado Valdarachas en Poblete (Ciudad Real). Descubrió el yacimiento paleontológico del Plioceno Superior de Las Higueruelas (Alcolea de Calatrava, Ciudad Real). Allí recuperó varios colmillos de mastodonte. Todos estos hallazgos los hizo con sus alumnos. Los primeros fósiles aparecieron en 1935 durante las tareas agrícolas realizadas en la finca donde se encuentra el yacimiento. Fidel llevó restos extraídos del lugar en sucesivas visitas al Museo del Colegio Nuestra Señora del Prado.
Su asesinato motivó que el yacimiento quedara casi en el olvido hasta que en 1971 los doctores Boné y Aguirre abrieron una trinchera, de la que se recuperó abundante fauna gracias a la llamada a Aguirre de un hijo de Casimiro, el agricultor que se encontró con los primeros restos que estudiara Fuidio.

Grupo de santos confesores en la Cúpula del Valle de los Caídos; los dos barbudos podrían ser Fidel Fuidio
Beato y científico, en el mosaico del Valle de los Caídos
Sumergidos como estamos en un período de exhumaciones en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, donde se calcula que reposan los restos de más de 30.000 víctimas de la Guerra Civil.
Hasta donde yo sé, se trata del único científico cuyos restos fueron depositados allí, y no sólo eso, probablemente también del único que está representado en el mosaico que el artista catalán Santiago Padrós realizó para decorar la cúpula de dicho templo.
En ese mosaico en la cúpula de la Basílica del Valle de los Caídos hay tres grandes grupos ascienden hacia la Gloria representada por un Cristo Pantocrátor: los santos mártires, capitaneados por San Pablo; los confesores, dirigidos por Santiago; y los asesinados, conducidos por la Santísima Virgen. Fidel está representado en el segundo grupo (el de la izqda.)
Probablemente esté representado porque sus restos están en la Basílica, junto a los de otro religioso mártir de la Compañía de María, el Beato D. Jesús Hita. Exactamente, en la capilla del Santo Sepulcro, nicho 4º, columbario 2480. También influiría la activa participación que en el diseño del monumento a la reconciliación tuvo el arquitecto y pilarista Luis Moya Blanco que veneraba a su maestro Don Fidel, a quien decía deberle el nacimiento de su vocación por la arquitectura, algo que pudo también influir en que los restos de Fidel fuesen a la Basílica. Los alumnos del marianista le adoraban por su ternura al enseñar, como puede leerse gratuitamente en esta obra.
Otro aspecto que influiría sería la indicación del también pilarista Diego Méndez, que se hizo cargo de las obras del Valle de los Caídos, e influyó en que se recordase a su profesor. Una biografía del mártir puede descargarse en la Biblioteca de la Familia Marianista. Tras ser beatificados, parte de sus restos fueron trasladados, con los de otros marianistas, al Colegio Nuestra Señora del Prado de Ciudad Real.
Su cuerpo, tirado al Pozo de Carrión, en Carrión de Calatrava, fue exhumado a principios de los 60 y trasladado al Valle de los Caídos, sin que hasta el día de hoy se haya realizado su identificación inequívoca. Parece buen momento, dada la ingente cantidad de dinero destinada al efecto, para que los familiares aprovechen.
El sacerdote jesuita Leandro Sequeiros, científico paleontólogo, estudió la importancia del trabajo paleontológico de Fuidio
Fidel Fuidio no fue el único intelectual de relieve cuyos restos están depositados en la Basílica del Valle de los Caídos. Veamos lo que el padre Santiago Cantera comentaba en ReL:
- "Un último aspecto podemos resaltar entre los mártires sepultados en el Valle de los Caídos: la presencia de algunos intelectuales de relieve. Ya nos hemos referido al P. José Gafo, sobresaliente por sus estudios de temática social (además de la actividad desarrollada en ese ámbito). Pero cabe recordar además a otros como el beato alavés Fidel Fuidio, marianista… Este beato, dedicado a la enseñanza, destacó por sus investigaciones históricas y arqueológicas del centro peninsular en las épocas prerromana y romana y entusiasmaba a los alumnos por sus explicaciones. También cabría recordar de un modo especial al beato Jacinto Martínez Ayuela, fraile agustino en el monasterio de Uclés (Cuenca), como autor de obras de piedad y de trabajos de Teología moral, siendo licenciado en Filosofía y Letras. Y en la dedicación a la enseñanza a la que nos hemos referido al citar al beato Fidel Fuidio, no debemos pasar por alto que tanto los beatos marianistas como los Hermanos de las Escuelas Cristianas (de La Salle) tenían en el campo de la educación su labor social y cultural principal, trabajando varios de los segundos en la editorial y librería Bruño, propia de su congregación.
Son estos hechos concretos que muestran cómo llegado el momento el ateísmo español no respetó a la ciencia. Ateísmo y ciencia son incompatibles en según qué casos.
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Beatas mártires y pioneras en la universidad española: una farmacéutica y una catedrática de Letras
Alfonso V. Carrascosa / ReL