Religión en Libertad

Creado:

Actualizado:

Un ingenioso relato intenta explicar lo que es la vida del hombre. No va mal encaminado por la experiencia que tenemos. El hombre puede ser la síntesis de toda la creación. Tal vez por eso se reflejan en él otras actitudes no humanas, pero que la desempeñamos a las mil maravillas. El relato puede ser un poco infantil, pero nos puede ayudar a pensar también a los mayores.

El día primero, Dios creó el perro y le dijo: “Siéntate todo el día junto a la puerta de tu casa y ladra a todo el que entre o pase delante. Te daré por este servicio veinte años de vida”.

El perro dijo: “Demasiado tiempo ladrando ¿Qué te parece darme diez años y te devuelvo los otros diez?”

Dios estuvo de acuerdo.

El día segundo, Dios creó el mono y le dijo: “Divierte a la gente, haz monerías y hazles reír. Por este servicio te daré veinte años de vida”

El mono dijo: “Hacer monerías durante veinte años es demasiado tiempo divirtiendo a la gente. ¿Qué te parece si te devuelvo diez años como el perro?

Y Dios estuvo de acuerdo.

El día tercero, Dios creó la vaca y dijo: “Trabajarás los campos durante todo el día y sufrirás el calor de los días, tendrás terneros y darás leche para alimentar la familia del campesino.

Por este servicio te concedo vivir durante sesenta años”.

La vaca respondió: “Me ofreces una vida muy dura. ¿Qué te parece veinte años y te devuelvo los otros cuarenta?

Y Dios estuvo de acuerdo.

El día cuarto, Dios creó el hombre y le dijo: “”Come, duerme, juega, cásate y disfruta la vida. Te daré 20 años.”

Pero el hombre dijo: “¿Sólo veinte años? ¿Podrías darme mis veinte años, más los cuarenta de la vaca, más los diez del mono, más los diez del perro y así podría vivir ochenta años?

“Muy bien”, dijo Dios, “tú lo has querido”.

Esto es por lo que durante los veinte primeros años comemos, dormimos, jugamos y disfrutamos.

Los cuarenta años siguientes trabajamos como esclavos para mantener la familia.

Los diez años siguientes hacemos monerías para divertir a los nietos.

Y los diez años siguientes, sentados a la entrada de la casa, ladramos a todos.

Ahora te ha sido explicada la vida. Tal vez el relato no lleve razón. En ese caso habremos sido más humanos que animales.

Comentarios

Suscríbete

y recibe nuestras noticias directamente

tracking