"El amor jamás se extingue: un testimonio de fe y esperanza en medio del sufrimiento"

Antonio Sánchez Carnicero (1977) es profesor de lenguas extranjeras y director de la Escuela Oficial de Idiomas Raimundo de Toledo. Es licenciado en Filología Inglesa y en Filología Eslava por la Universidad Complutense de Madrid, y posee un Máster en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera y un Máster en Dirección y Gestión de Centros Educativos.

Tu amor jamás se extingue es su primer libro, hecho con toda su alma para su madre. Un compendio de trenos, poemas, recuerdos y reflexiones sobre la figura de su madre y de todas las madres, sobre la memoria, un recorrido por el duelo, una canción a la esperanza, a la vida.

-Antonio, como profesor de lenguas extranjeras y director de la Escuela Oficial de Idiomas "Raimundo de Toledo", has tenido una carrera académica y profesional destacada. ¿Cómo crees que tu experiencia en la enseñanza y la gestión educativa ha influido en tu escritura y en la forma en que abordas temas espirituales en "Tu amor jamás se extingue"?

-Creo que en un libro como este la dimensión espiritual está desligada de la actividad profesional. Mi carrera académica y profesional me ha dado la oportunidad de leer mucho, de conocer a muchísimas personas y, por lo tanto, de desarrollar aún más la empatía que mis padres siempre me han inculcado. No existe amor al prójimo si no existe empatía, y tengo la gran suerte de poder trabajar con personas excepcionales como son los estudiantes de la Escuela Oficial de Idiomas “Raimundo de Toledo” y todo el personal docente y no docente. Solamente desde esta perspectiva se puede abordar el poder escribir sobre temas espirituales, a través de un conocimiento y una conexión con el resto de las personas que me rodean en el día a día.

-En tu libro, la pérdida de tu madre se convierte en un catalizador para la reflexión espiritual y la poesía. ¿Cómo crees que la fe y la espiritualidad pueden ayudar a las personas a encontrar sentido y propósito en momentos de dolor y sufrimiento?

-He tenido la gran suerte de tener una madre muy religiosa, con una fe inquebrantable y con un amor a la patrona de mi pueblo, Borox, Nuestra Señora la Virgen de la Salud, que nos ha inculcado a todos nosotros. La fe y la espiritualidad que, desde pequeño, he vivido en mi casa es precisamente lo que me ha hecho y lo que nos hace a todos encontrar un propósito en la vida. 

»En momentos como la pérdida de un ser querido, en este caso una madre, es cuando nos aferramos no solamente al resto de familiares, sino que el comienzo del camino a sanar un duelo es precisamente la fe. Si no hay espiritualidad y no existe la fe en la vida que Jesús nos prometió en su venida, es muy difícil no solo vislumbrar el fin de la vida con esperanza, sino también seguir viviendo cuando desaparece de nuestro lado un ser querido.

-Como traductor y experto en lenguas eslavas, has trabajado con diversas culturas y lenguas. ¿Cómo crees que la traducción y la interpretación de textos pueden influir en nuestra comprensión de la fe y la espiritualidad, y cómo has aplicado esto en tu propia escritura?

-Dentro del libro explico que la portada, en apariencia ortodoxa, está inspirada en la novela del célebre Borís Pasternak Doctor Zhivago y, aunque estuve pensando qué portada debía poner al libro para representar mis creencias, opté por la imagen de un sacerdote ortodoxo, su acompañante y un niño que acaba de perder a su madre. Soy católico y, como sabemos, la ortodoxia tiene sus diferencias con el catolicismo. No obstante, en el momento de la bajada del féretro de mi madre a lo que yo llamo en el libro “su morada eterna”, me trajo esa imagen del mismo comienzo de la citada novela.

»Mi trabajo como traductor y, específicamente, como eslavista, me ha permitido experimentar en mis viajes a Rusia, Polonia y Bulgaria una espiritualidad sumamente profunda. Si bien el mundo ha cambiado y parece que los valores han cambiado vertiginosamente en los últimos años, entrar en cualquier iglesia de esos países del Este es una bocanada de espiritualidad y de fe que de vez en cuando necesitamos para confirmar dónde estamos y hacia dónde vamos en nuestro camino de perfeccionamiento espiritual.

-En "Tu amor jamás se extingue", la memoria y el recuerdo de tu madre son temas centrales. ¿Cómo crees que la memoria puede ser un puente entre la vida terrenal y la eternidad, y cómo podemos mantener viva la memoria de nuestros seres queridos de manera significativa?

-Lo único que nos queda después de que un ser querido se marche hacia Dios son los recuerdos, la memoria. En los primeros momentos no hay consuelo y nada material de lo que se ha quedado en casa tiene importancia. Lo verdaderamente importante son, como siempre he oído en casa, las personas.

»El libro ha servido no solamente como catalizador del dolor, sino también para crear un monumento a la memoria y el recuerdo de mi madre. En el mismo libro hablo de que la percepción que cada persona posee sobre el resto de las personas es totalmente distinta entre los familiares o conocidos y, mientras existe el recuerdo, el difunto sigue vivo en nosotros. Este es el puente entre la vida terrenal y la eternidad: la memoria.

»Solemos decir sobre una persona “la llevo en mi corazón”, pero este adagio debería rezar “la llevo en mi memoria” porque realmente las personas existen en tanto en cuanto nuestra mente las sigue preservando en su “almacenaje”.

»Mantener la memoria de nuestros seres queridos es celebrar su vida, seguir celebrando aquellas efemérides vitales que reunían a toda la familia e ir, poco a poco durante el duelo, desplazando los recuerdos dolorosos por todo el maravilloso legado inmaterial que nos han dejado. Ciertamente no es fácil, de hecho, para mí no lo ha sido en estos seis meses, ni tampoco lo está siendo ahora, pero si que, con un gran esfuerzo espiritual, voy consiguiendo recordar a mi madre por todo lo que me ha dado en vida, de ahí la esperanza para seguir viviendo y la gratitud.

-Finalmente, como cristiano y autor, ¿qué mensaje de esperanza y amor crees que puedes compartir con aquellos que están pasando por un momento de dolor y pérdida, y cómo crees que "Tu amor jamás se extingue" puede ser un testimonio de la fe y el amor de Dios en medio del sufrimiento?

-“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (1 Corintios 13, 13).

»Creo que no hay mejores palabras para contestar a la pregunta y a todas las preguntas cuando se trata de dar esperanza. De hecho, el epitafio en la lápida de mi madre reza “El amor jamás se extingue” y de ahí viene el nombre del libro. El elogio fúnebre de su misa de despedida, que se encuentra como primer texto en el libro, está basado en una adaptación de 1 Corintios 13:8. El amor lo puede todo, no solamente las circunstancias que nos sobrevienen durante la vida, sino que todo en esta vida se cura con amor, todo lo moldea el amor. Mi madre fue ciertamente una persona excepcional, un ejemplo de amor a su familia y de amor al prójimo, un amor que, cuando desaparece físicamente, y hasta que no se transforma en espiritual, duele y duele mucho… hasta la desesperación. Mi madre ha vivido una vida de fe, eso ya lo he dicho, era una criatura iluminada por Dios y, como tal, una persona que ha dado su vida por los demás. De aquí emana la respuesta a la pregunta: en medio del sufrimiento realizamos una abstracción de aquello que fueron nuestros seres queridos, analizando desde la fe y desde nuestro entendimiento de Dios, llegamos poco a poco a la conclusión de que el amor permanece, la esperanza nos ayuda a sobrellevar la carga y a vislumbrar la otra vida en este mundo.

»El libro Tu amor jamás se extingue es una rememoración de una pequeña parte de la persona que nos ha dejado, acompañada por momentos de reflexión –por momentos espiritual y por momentos mundana–, pero siempre con el mensaje de que gracias a mi madre, a cualquier madre, Dios ha obrado el milagro de la vida en nosotros y ese… ese es el mayor gesto de amor, fe y esperanza que Dios nos ha dado.

Si quieres adquirir el libro "Tu amor jamás se extingue", podrás tenerlo a partir del 20 de octubre escribiendo al autor   antonioeoi@hotmail.com