Religión en Libertad

Creado:

Actualizado:

xml.err

El Señor nos ha introducido en una Sociedad maravillosa, una Sociedad del Espíritu Santo, en la que todos estamos relacionados, vinculados, "conectados".

Los más grandes, sin dudas, fueron aquellos que vivieron conscientemente su pertenencia a esta Comunión, y se expropiaron, sin reservarse nada para sí, sino entregando todo en las manos del Señor para que distribuyera ampliamente, como Él quisiera, los distintos tesoros de virtudes, gracias, santidad. Hay almas, especialmente tocadas por el Señor, cuya existencia ha sido prácticamente martirial, a la que no se le ahorraron sufrimientos y contradicciones de todo tipo, que estaban destinadas a ofrecer, a vivir reparando y expiando por los demás. Lo hicieron porque sabían el bien mayor que construían, el de la Comunión de los santos, la edificación de la Iglesia. Se expropiaron, decíamos, es decir, fueron conscientes de que "somos del Señor" y todo le pertenece a Él, y nada se guardaron para sí ni buscaron nada para sí. Todo se le entregó al Señor para el bien de todos.

Esta profunda vinculación de unos con otros es la Comunión de los santos; una relación viva, fuerte, espiritual, en la que unos y otros mutuamente ofrecen lo suyo, se entregan, sostienen y son sostenidos. La Comunión de los santos es una red de vida y santificación, una pertenencia de unos a otros en la caridad sobrenatural. Es el amor lo que refuerza esta Comunión.

Suscríbete

y recibe nuestras noticias directamente