Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
APLASTADA POR EL MIEDO
La previsión meteorológica no hacía más que anunciar que estos días iba a refrescar, que se esperan heladas por las noches, que… Con lo friolera que soy yo, no necesité mucho más para encaramarme a lo alto del armario y bajar otro edredón para la cama.
Si soy sincera, debo reconocer que esa noche casi muero aplastada de tanto peso que me puse encima: ¡es que me daba miedo pasar frío! He aguantado un par de noches así, ¡pero he descubierto que no descanso!
Ayer por la tarde retiré ese edredón extra, y ya he dormido muy bien… ¡y sin frío!
Ciertamente, el miedo puede paralizarnos, aplastarnos… por eso no deja de impresionarme que Jesús continuamente repite: “No tengáis miedo”.
La única respuesta al miedo, el único espacio que nos permite descansar de verdad es la confianza, ¡y a eso es a lo que te invita hoy Cristo! A que te dejes envolver totalmente por su abrazo, un abrazo fuerte y suave al mismo tiempo, un abrazo que protege y sana.
Cristo no te promete que evitará las tormentas o las heladas de tu vida, pero te promete caminar contigo, pasarlas contigo, dándote calor… a tu lado… siempre.
Y, de Su mano, ¡podemos caminar!
Hoy el reto del amor es que experimentes el abrazo de Cristo. ¿Te has fijado en que el evangelio dice que Jesús abraza a los niños? ¡¡Los abraza!! Y, dado que todos tenemos un niño dentro… ¡¡hoy quiere abrazarte a ti también!! Pídele poder sentir ese abrazo en tu alma, ese abrazo que funde todos los hielos y deshace todos los miedos… ¡¡para llevar calor y alegría a todos los que te encuentres!! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!