Benedicto XVI ha logrado algo nunca visto en Twitter. Unas pocas horas después de la apertura de su cuenta personal en esta red social, y sin que hubiera publicado aún un solo mensaje, ya tenía cientos de miles de seguidores.

Habrá que esperar hasta el 12 de diciembre, a eso de las 12 de la mañana, para poder leer el primer tweet del Papa, pero su cuenta personal ya ha superado el medio millón de seguidores.

El perfil más seguido es el inglés @Pontifex, y cuenta con 352.223. Si sumamos a esta cifra las versiones en 7 idiomas, llega a un total de 501.998 seguidores. Una sorprendente progresión en tan sólo 24 horas.

Ya se pueden leer algunas de las preguntas sobre fe que los usuarios de Twitter con el hanstag #askpontifex lanzan al Papa. Por ejemplo, “¿Cuál es el centro de su mensaje?, ¿qué idea querría que nos quede clara?”. Los twiteros tendrán que esperar un poco para leer su respuesta.

Según explicó ayer el Vaticano, sus primeros mensajes serán respuestas a preguntas concretas enviadas por los usuarios de esta red de «microblogs».

De momento, las cuentas personales del Papa en Twitter están disponibles en ocho idiomas: español, inglés, italiano, portugués, alemán, polaco, árabe y francés. En los próximos tiempos se podrán leer sus comentarios también en otras lenguas. Para evitar que alguien pueda saltarse los sistemas de seguridad establecidos y usurpar la identidad del Papa en Twitter, el Vaticano ha blindado la cuenta del Papa y tiene previsto utilizar sólo un ordenador, situado en la Secretaría de Estado, para publicar estos mensajes, que no pueden superar los 140 caracteres.

En principio, los tuits pontificios llegarán sólo los miércoles en ocasión de las audiencias generales, que se celebran esos días, pero en el futuro podrían tener una mayor frecuencia. Serán pequeñas píldoras de fe que Benedicto XVI dejará en esta red social para aumentar así «la presencia de la Iglesia en el mundo digital», la convicción principal que ha movido al Vaticano a embarcarse en esta iniciativa.