Condena al disidente chino Jimmy Lai: el mundo católico se moviliza contra una «atroz injusticia»

El régimen comunista chino declaró este lunes al disidente católico Jimmy Lai culpable de los delitos de sedición y de conspiración en connivencia con fuerzas extranjeras, por los cuales podría ser castigado con cadena perpetua.

Lai, católico converso, está detenido desde 2020 bajo acusaciones fabricadas por las autoridades de Hong Kong para hacerle encajar en la ley de seguridad nacional que entrega a Pekín toda la autoridad sobre la ex colonia británica.

Para canalizar la indignación de los católicos con esta injusta decisión, el portal Peticiones Católicas ha iniciado una campaña de recogida de firmas. Puedes firmar en este enlace.

Los abogados de Lai calificaron el veredicto como "una mancha en un sistema legal de Hong Kong que antes era envidiable". Lai, que se convirtió al catolicismo en 1997, durante varias décadas estuvo al frente de un pequeño imperio mediático que incluía Apple Daily, un periódico prodemocracia en un entorno político controlado por el Partido Comunista de China.

Arrestado en 2020, Lai fue acusado de violar la entonces nueva ley de seguridad nacional de Hong Kong. La medida de seguridad fue considerada como un medio para que los líderes del Partido Comunista ejercieran un mayor control sobre la región administrativa especial, particularmente después de las extensas protestas en favor de los derechos humanos de 2019.

"¿Hasta cuando el régimen chino va a perseguir la libertad religiosa de sus ciudadanos mientras es blanqueado por el resto de potencias? ¿no se debería presionar para que Lai fuera liberado inmediatamente? Si te parece injusto y atroz lo que están haciendo con este anciano católico no dejes de mostrar tu protesta, muchos hacen mucho más bien", se pregunta Peticiones Católicas.

Puedes firmar en este enlace.

Las peticiones para la liberación de Lai han llegado desde el Reino Unido, país del que es ciudadano, desde Estados Unidos, Canadá, Australia, Francia, Italia, la Unión Europea, las Naciones Unidas, líderes católicos, activistas, directores de periódicos y antiguos presos de conciencia. La suya es una causa verdaderamente bipartidista e internacional. 

Hay que recordar que en 2023 Lai fue nominado al Premio Nobel de la Paz junto con el Cardenal Joseph Zen y numerosos otros por su labor en la promoción de los derechos humanos en Hong Kong. Ese mismo año, casi una docena de obispos y arzobispos de todo el mundo pidieron la liberación de Lai y criticaron la «crueldad y opresión» a la que había sido sometido durante años.