El arzobispo de Barcelona, Juan Jose Omella, ha enviado una carta a la Comisión de Igualdad del Parlament de Catalunya en la que asegura que la iglesia respeta a todas las personas, aunque no esté de acuerdo con todas las propuestas éticas o sociales, y que está "abierta al diálogo y a la comprensión".

Omella responde con esta misiva al texto que el Parlament ha aprobado esta semana -con el apoyo de todos los grupos salvo el PPC y algunos diputados de Junts pel Sí (JxSí)- a favor del colectivo homosexual, ante la polémica conferencia de mañana de Philippe Ariño, un católico homosexual francés que defiende la castidad de los homosexuales.

En la carta, que entró ayer en el registro del Parlament, Omella asegura que la conferencia de mañana, organizada por el Arzobispado, "no está programada para ir en contra de nadie", sino para explicar la opción de vida de Ariño que, después de años de vivir en pareja, optó por la castidad.

"Siguiendo el ejemplo y las enseñanzas del Papa Francisco, respetamos a todas las personas, aunque eso no significa que tengamos que estar de acuerdo con todas las propuestas que se hacen desde las diferentes opciones sociales o éticas, lo que, no obstante, no impide estar abiertos al diálogo y a la comprensión", señala el arzobispo de Barcelona en la carta.

Juan Jose Omella concluye expresando que "ojalá podamos seguir trabajando para respetar plenamente la democracia, la libertad de expresión, la justicia y el respeto a los derechos humanos, y ojalá que desde las diferentes instancias políticas, sociales y eclesiásticas podamos trabajar juntos para el bien común de los ciudadanos".

La conferencia de Ariño tendrá lugar a las 18.00 horas de mañana en la iglesia de Santa Anna de Barcelona, y asociaciones de homosexuales han convocado para la misma hora una concentración ante el templo para mostrar su rechazo a las tesis de Ariño.

(En España, Philippe Ariño ha publicado su libro La homosexualidad en verdad. Romper por fin el tabú, en la editorial Desclée de Brouwer, 128 páginas; el arzobispo Omella escribió el prólogo).