Laika es una veterana perra policía detectora de explosivos, que ha servido a la patria durante seis años en la Policía Nacional. Ha ayudado a proteger a muchos en momentos históricos, como durante la coronación del rey Felipe VI. Es un orgullo de las Unidades Caninas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad.

Pero ahora, debido a una cojera que irá en aumento, tiene que jubilarse. A través de la asociación Héroes de 4 Patas (heroesde4patas.org) ha encontrado un hogar en Andalucía: con el sacerdote  Francisco de Paula, que es párroco en la  Serranía de Ronda (Málaga), encargado de los pueblos de Algatocín, Genalguacil, Jubrique y Benalauría. 


Laika seguirá llamándose así. El cura dice que no le cambia el nombre "porque una laica siempre necesita un cura al lado", bromea. Ha recordado que así se llamaba la primera perra que viajó al espacio, en la nave soviética Sputnik, en 1957.

El cura conoció a Laika en las redes sociales. "No solo pensé en ella, sino también en su guía, porque delante de un héroe de cuatro patas hay un héroe de dos piernas, que es quien hace que estos perros sean increíbles", explicó el párroco a la agencia Efe. 


  El nuevo compañero de servicio de la agente Laika


El párroco alaba la seriedad de la asociación: "Hay que rellenar un test para que conozcan al adoptante y que se ajuste al perro apropiado", explica. Curiosamente, el cura admite que es su primera mascota. Laika lleva solo unos días viviendo en Algatocín y "ha sido muy bien acogida por los vecinos del municipio", asegura el sacerdote. 

Laika sufre un principio de Síndrome de Cauda Equina, con un desplazamiento de cadera que le hará cojear cada vez más. El párroco habla muy bien de los perros policía. "Estos perros se merecen la mejor de las vidas, han estado trabajando en campos de fútbol o en importantes instituciones, como las Cortes, donde a veces no pasa nada porque perros como Laika velan por nuestra seguridad"