El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, clausuró la tarde del domingo el Año Jubilar del Centenario de la Coronación Canónica de la Mare de Déu.

"Que el fruto del Centenario de la Coronación Canónica sea que esa fe que actúa por la caridad se mantenga viva en nosotros para que así podamos aportar a nuestro mundo la esperanza que tanto necesitamos y que nadie más que Cristo puede dar", comentó Benavent durante la homilía de la misa de niños.

Cañizares, Munilla, Reig Plá...

"Los cristianos no podemos caer en esta desesperanza porque tenemos la certeza de saber que Dios cumple sus promesas. Somos los primeros llamados a mantener, en el corazón de las personas, esta esperanza en nuestro mundo. La Iglesia no sirve de nada si no mantiene la esperanza de la humanidad en este mundo nuevo que será obra de Dios y no una conquista de la humanidad", añadió el prelado.

Benavent también tuvo palabras para la Virgen. "Ella es el signo de esperanza, nos indica la meta a la que debemos llegar y el camino que nos lleva a ese cielo y esa tierra nuevas que todos deseamos. Mirando a la Virgen de los Desamparados, los valencianos hemos aprendido esto desde hace siglos. Ella ha sido un llamamiento a mantener viva nuestra fe", expresó.

Con el arzobispo han concelebrado el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia; los obispos de Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón, José Ignacio Munilla y el emérito de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá.

Valencia ha celebrado este fin de semana el primer centenario de la Coronación de la Virgen de los Desamparados. Fue en 1923 cuando Pío Xi autorizó la coronación canónica de la "geperudeta" (la jorobadita), evento que congregó a más 50.000 personas, entre las que estaba el mismo Alfonso XIII y Victoria Eugenia. ​

Desde el viernes pasado hasta el domingo se han celebrado vísperas, una eucaristía multitudinaria, y una solemne procesión para conmemorar el día grande de la Virgen de los Desamparados.