El pasado 6 de diciembre, la asociación Unidos por la Vida y la Plataforma por la Vida y la Mujer reclamaron ante el Congreso de los Diputados durante el acto institucional por el Día de la Constitución conocer "el paradero de los restos mortales de las víctimas prenatales de la democracia para poder darles digna sepultura como seres humanos que son, e hijos de todos los españoles de bien".

Así lo señalaron los mismos organizadores de la protesta en la que también denunciaron "la criminalidad de las leyes del aborto propiciados por el Estado, al amparo de la Constitución, flagrantemente violada por ello".

"Queremos sus restos para poder darles digna sepultura en un lugar donde sus madres puedan ir a honrarles y darles su amor, en nuestro memorial de El Jardín de los Ausentes", demanda Pilar Gutiérrez, presidenta de Unidos por la Vida.

Para Gutiérrez "un sistema que vulnera su Carta Magna, los dictámenes de sus instituciones y la voluntad de la mayoría de la sociedad no puede llamarse democrático, y acaba derivando en políticas despóticas y contrarias a la justicia y a la voluntad popular, como es el aborto libre y la institucionalización del terrorismo (las dos caras de la misma moneda)".

Las plataformas pro-vida también repartieron octavillas informativas sobre el dolor fetal y el Síndrome post-aborto entre los miles de transeúntes y espectadores del acto. Curiosamente, al mismo tiempo, otros ciudadanos pedían recuperar también los restos de sus allegados, víctimas de otra guerra civil, en la Plaza. de Cibeles.