De finales de 2019 a finales de 2020, año fuerte de la pandemia de coronavirus, la Iglesia creció en unos 15 millones de fieles más, un tercio de ellos, africanos.

Así África ha conseguido doblar su número de católicos en lo que va de siglo (es decir, en un par de décadas).

La Iglesia Católica tenía 1.050 millones de católicos al empezar el siglo XXI, en el año 2000. En 2020 (con los datos que se presentan ahora) eran 1.359. Eso significa que en el s.XXI, en la Era de Internet, la Iglesia, pese a escándalos, problemas y persecuciones, crece a un ritmo medio de 15 millones más cada año.

Tabla de población mundial de católicos por continentes en 2020 y porcentaje respecto a la población mundial.

Si usted quiere "invertir" su dinero del Domund para apoyar a los misioneros allí donde crece la Iglesia, ha de "invertir" con donativos en África. El continente está lleno de niños católicos, la mayoría pobres o muy pobres, que lo emplearán bien en alimentarse y estudiar, y rezarán por usted.

Philip Jenkins, sociólogo especializado en Sociología de la Religión, escribía en 2016 que a finales del s.XX había unos 130 millones de católicos en el continente africano. Ahora la agencia Fides ha difundido los datos del Anuario Estadístico de la Iglesia, actualizados a 31 de diciembre de 2020, y ahí se señala que hay en África 256 millones de católicos.

Es decir, en un par de décadas, ¡el catolicismo se ha doblado en África!

Y la inmensa mayoría son niños pequeños pobres que necesitan ser alimentados y escolarizados.

El sacerdote misionero Juan Pablo López Mendía, junto a una mujer de Benín.

La Iglesia se ha esforzado por alimentar y escolarizar: en 2008, según el Anuario publicado en 2010, África tenía 57.400 centros escolares católicos de infantil, primaria y secundaria. Doce años después, en 2020, tenía 77.700.
O dicho de otra forma, la Iglesia abre cada año 1.700 escuelas más en África.

En 2020 la Iglesia tenía 26,6 millones de menores de edad en sus escuelas africanas (el equivalente a toda la población de Australia, de todas las edades). Doce años antes eran 19,5 millones los niños en escuelas católicas africanas.
O dicho de otra forma, cada año la Iglesia se encuentra con medio millón adicional de niños en sus escuelas africanas.

Y buena parte de eso sólo se sostiene con las congregaciones misioneras, las ONGs católicas, los donativos del Domund y, en general, la generosidad de los católicos, más bien envejecidos, del Primer Mundo.

Otro dato importante: de 2019 a 2020, la Iglesia creció a nivel mundial en 15,2 millones de fieles. De ellos, 5,3 millones son africanos. Es decir, África aporta 1 de cada 3 nuevos católicos.

Redentoristas en Ghana, nativos y misioneros: África es un vivero de vocaciones para la Iglesia.

América: más fieles, pero menos obras

En 2008, había 576 millones de católicos en el continente americano, desde Canadá hasta Argentina. En 2020 eran 653,7 millones, es decir, casi 78 millones de fieles más en doce años, unos seis y millones y medio más por año.

Pero, al contrario que en África, ha bajado el número de estudiantes en sus escuelas. Hoy la Iglesia americana (de todo el continente) mantiene 10 millones de menores de edad en escuelas católicas. Hace doce años eran 13,5 millones. Las razones son muchas y distintas según los países. No es lo mismo EEUU que Chile o Brasil.

También baja notoriamente la cantidad de hospitales y dispensarios católicos en América. Hace doce años, la Iglesia contaba con 1.700 hospitales y 5.500 dispensarios. En 2020 eran 1.373 hospitales y 3.785 dispensarios. Y disminuye el número de "casas para ancianos, enfermos crónicos y minusválidos": de 4.143 en 2008, a 3.467 en 2020.

Europa: casi estancada, crece muy ligeramente

Las cifras de católicos en la Vieja Europa son peculiares. En 2008 había 709 millones de católicos, en 2020 eran 723, apenas un crecimiento de 1,2 millones de fieles más al año. Alguien podría considerar que aún parecen muchos.

Se trata de cifras de bautizados, no de devotos. Además, Europa atrae inmigración de países católicos africanos y americanos y hay algunos lugares de crecimiento. Por ejemplo, los católicos de rito griego en Ucrania eran un 7,6% de la población en el año 2000, y un 9,4% en el 2018. Pero en general, se nota el estancamiento, especialmente en Europa Occidental.

Hay signos de declive claros al ver las obras sociales. La Iglesia en Europa tenía en 2008 unos 1.300 hospitales, 3.000 dispensarios y 5.991 consultorios matrimoniales. En 2020 habían bajado las cifras de las tres obras: 1.004 hospitales, 2.438 dispensarios y 5.279 consultorios matrimoniales.

Se puede considerar que en un continente rico los hospitales y dispensarios no son tan necesarios, se concentran o se pasan a manos no religiosas y así se pueden dedicar recursos a evangelización. Pero el descenso en consultorios matrimoniales (700 menos en doce años) no podría explicarse así: ¡nadie más que la Iglesia defiende la visión católica del matrimonio!

Gran crisis de las religiosas, con algo de mortandad del Covid

Un punto donde se consolida una grave crisis es entre las religiosas y consagradas. Quizá 2020 añade un pequeño plus por la mortandad entre personas de edad elevada a causa del coronavirus (esto se puede aplicar también a sacerdotes), pero no parece muy elevado.

Hace una docena de años, en 2008, había en el mundo 739.000 religiosas católicas, y esa cifra iba bajando a un ritmo de 8.000 menos cada año (ese año), o 10.000 menos cada año (en la década de 2008 a 2019, antes de la pandemia). En 2020, año de pandemia, la cifra de religiosas descendió en 10.500, es decir, el descenso fue de unas 500 más respecto a la media de los últimos años.

En cualquier caso, el número de religiosas en 2020 quedó en 619.546 (120.000 menos que hace una docena de años).

Novedad: gran descenso de los sacerdotes

En el año de la pandemia, la Iglesia perdió más de 4.000 sacerdotes respecto al total que tenía el año anterior. Probablemente su edad era más avanzada que la de las religiosas y el coronavirus les golpeó más.

Mientras el número mundial de religiosas llevaba años descendiendo, el de sacerdotes aún se mantenía. En 2019 era de 414.336, unos 270 más que en el año anterior. Pero en 2020, con la pandemia, quedó en 410.219, un brutal descenso de 4.117 menos.

Hay que tener en cuenta que la pandemia no afectó sólo como mortandad: hubo seminaristas que probablemente vieron aplazada su ordenación o dificultados sus estudios en ese año de confinamientos, y así las bajas no se vieron compensadas por algunas altas. Cabe esperar un cierto repunte en años posteriores, un stock de ordenandos de 2020 que se pasaron a 2021. Pero aún así el total evidencia un golpe fuerte para la Iglesia.

Lea AQUÍ en Fides las estadísticas completas sobre La Iglesia Católica en 2020, presentadas en 2022.

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