Se suele pensar que las imágenes más antiguas que representan a la Virgen María que han llegado hasta nosotros son las de las catacumbas de Roma, pero no hay consenso respecto a esto, porque las mujeres que aparecen en ellas no siempre está claro que sean la Virgen María (pueden ser a veces alegorías de la Iglesia, el alma o imágenes de la difunta) o porque su datación puede ser complicada.

Michael Peppard, teólogo de la Universidad de Fordham, cree que hay una imagen más antigua y muy fácil en datar: está en los muros del baptisterio de la que considera que puede ser la iglesia más antigua que se ha excavado, en Dura-Europos, una antigua ciudad romana del desierto de Siria.




Dura-Europos era la última ciudad del Imperio Romano en el Este, su frontera con el enemigo persa. Estaba fortificada y militarizada y rodeada de desierto ya entonces. También era una ciudad rica, que se beneficiaba del comercio de las caravanasque unían el Imperio con Persia y la India, que pasaban por ella antes de llegar a la famosa Palmira. 

Ante una invasión de persas sasánidas hacia el año 250, los romanos decidieron enterrar bajo la arena zonas enteras de la ciudad. Los romanos perdieron esa guerra, y la ciudad quedó enterrada durante siglos, hasta nuestros días, conservando edificios completos en buen estado. 


Esta mujer sacando agua, ¿es la Virgen María? 
Dicen que podría ser la Samaritana pero, 
¿dónde está Jesús entonces? 

Es la Pompeya del desierto Sirio”, dice el director de excavaciones arqueológicas de Yale en la zona, Michael Rostovzeff. 

Allí se han encontrado cosas muy valiosas: un escudo romano en perfecto estado, una sinagoga judía hermosamente pintada, un templo dedicado a los mismos dioses paganos que en la cercana ciudad de Palmira… y una iglesia cristiana, pequeña, con elocuentes pinturas religiosas

Hay que recordar que el cristianismo fue oficialmente despenalizado por Constantino en el año 313, y que el siglo III fue siglo de persecuciones. Antes de la despenalización, los cristianos no tenían iglesias: se reunían en casas o en las catacumbas, que eran tumbas. Dura-Europos es un caso excepcional, ligado a  su condición de lejana frontera. Allí, en el límite del imperio, los cristianos se reunían en esta iglesia antes de ese año 250 en que fue sellada por la arena.


Imagen de una mujer junto a un pozo en el baptisterio de la iglesia de Dura-Europos, anterior al 250 d.C. Obsérvese que en el pecho parece brillar una chispa o estrella.


Hace 80 años, tras unas excavaciones de 1932, en las paredes del baptisterio de esta iglesia se encontró la imagen de una mujer junto a un pozo. La pintura se llevó a la Galería de Arte de la Universidad de Yale. Se supuso que era la samaritana junto al pozo de Siquem… pero sin que se viese a Jesús junto a ella. 

Peppard y otros autores creen ahora que se trata más bien de la Virgen María. 


Recuerda que en un texto apócrifo de mediados del siglo II, que se divulgó bastante, llamado el Protoevangelio de Santiago (se puede leer aquí), se describe que la escena de la Anunciación sucedió cuando María salía a buscar agua con un cántaro. 

No se menciona un pozo, pero de esa escena surgió una tradición de pintar la Anunciación con María junto a un pozo. Este es el texto del llamado Protoevangelio de Santiago, aproximadamente del año 150 d.C.

“Y María tomó su cántaro, y salió para llenarlo de agua. Y he aquí que se oyó una voz, que decía: Salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo, y bendita eres entre todas las mujeres. Y ella miró en torno suyo, a derecha e izquierda, para ver de dónde venía la voz. Y, toda temblorosa, regresó a su casa, dejó el cántaro, y, tomando la púrpura, se sentó, y se puso a hilar. Y he aquí que un ángel del Señor se le apareció, diciéndole: No temas, María, porque has encontrado gracia ante el Dueño de todas las cosas, y concebirás su Verbo. Y María, vacilante, respondió: Si debo concebir al Dios vivo, ¿daré a luz como toda mujer da? Y el ángel del Señor dijo: No será así, María, porque la virtud del Señor te cubrirá con su sombra, y el ser santo que de ti nacerá se llamará Hijo del Altísimo. Y le darás el nombre de Jesús, porque librará a su pueblo de sus pecados. Y María dijo: He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”.

Como se observa, María al principio oye el saludo del Ángel, pero no llega a verlo, y mira “a derecha e izquierda”. Esa es la escena que se ha representado en iconos orientales con el nombre de “la Salutación junto al Pozo”, o “la Anunciación del Pozo”.


La Anunciación junto al Pozo, en un manuscrito
bizantino del siglo XII


La Anunciación junto al Pozo, en Santa Sofía de Kiev,
pintura mural del siglo XI


Anunciación junto al Pozo en San Marcos, en Venecia,
entre el siglo XII y XIV


Y probablemente esta es la escena que se pintó en el baptisterio de Dura Europos, ligando el pozo de María a las aguas de la nueva vida regeneradora del bautismo.

Peppard, que ha escrito un libro sobre Dura-Europos, señala que en esta iglesia no hay imágenes de la muerte de Jesús o su pasión. No es extraño: en esa época aún se crucificaba a los criminales en el imperio (algo que sólo cesó con Constantino) y era una imagen atroz. En la iglesia hay pinturas de matrimonios, embarazo, partos… signos de vida nueva, de unión del alma con Dios. 

En la imagen de la mujer de Dura-Europos, que mira hacia arriba, como buscando al Ángel, los expertos han detectado unas líneas que parecen salir de su pecho, como si recibiera una chispa, una iluminación: puede ser un mensaje divino del Ángel, o la acción del Espíritu Santo engendrando a Jesús en ella. 



María junto al pozo, pintada en Dura-Europos antes del año 250 d.C., pone en la Siria cristiana la imagen más antigua de la Madre de Dios, una Siria cristiana que el islamismo radical intento hoy hacer desaparecer por todos los medios. 


La Anunciación junto al Pozo del romántico inglés Burne-Jones de 1879

(Publicado originariamente en www.carifilii.es)