Se preguntaba hace unos pocos días este diario que tan hospitalariamente acoge esta columna si era mejor un Papa italiano o un Papa que no lo fuera. Y enseguida me hice la pregunta: ¿pero cuántos papas a lo largo de la historia no han sido italianos? Y todo ello, en el bien entendido de que Italia no siempre ha sido lo que es hoy, y que a lo mejor la pregunta era más correcta si la formuláramos “¿Cuántos papas no han sido romanos?”.
 
            Como quiera que sea y ciñéndonos a lo dicho al principio, le diré a Vd. que los papas no italianos han sido muchos más de los que Vd., sin duda, imagina, porque condición tal ha recaído, por lo menos, en cuarenta y ocho de los 261 pontífices que hasta la fecha han sido, es decir, uno de cada 5,44 papas. Y eso sin contar a San Pedro, primer Papa de Roma y primer Papa no italiano.
 
            Podemos hablar de cinco períodos por lo que a papas no italianos se refiere: el período griego (97-418); el período sirio (685-705); el período alemán (9961075); el período francés (10571378); el período español (14551523); y el período centroeuropeo (1978 hasta la actualidad).
 
            Para que se hagan Vds. una idea, en los primeros cinco siglos trece papas no fueron italianos, a saber, los griegos San Evaristo (97105), San Telésforo (125136), San Higinio (136140), San Eleuterio (175189), San Anterus (235), San Sixto II (257-258), San Eusebio (309-309) y San Zósimo (417-418). A los que añadir dos africanos, San Víctor I (189199), San Melquiades (311-314); un sirio, San Aniceto (155166); un dálmata, San Cayo (283-296); y un español, sí señores, un español, San Dámaso I (366-384), un gran Papa al que un día dedicaremos un monográfico.
 
            Desde el año 418 hasta el 642 no vuelve a haber un papa no italiano, aunque desde el 642 se inicia una larga serie de papas no italianos, hasta ocho (cinco sirios y tres griegos) de catorce, más de la mitad. Se trata de los sirios Juan V (685-686), San Sergio I (Siria) (687-701), Sisino (708-708), Constantino (708-715) y San Gregorio III (Siria) (731-741); y los griegos Teodoro I (642-649), Conono (686-687) y Juan VI (701-705).
 
            Desde 705 hasta 996, una vez más, no vuelva a haber un papa no italiano, pero desde ese año y hasta 1057 se produce la que podemos denominar como “período alemán”, con cinco papas alemanes, a saber: Gregorio V (996-999), Clemente II (10461047), Dámaso II (10481048), San León IX (10491057), y Víctor II (10551057).
 
            Entre ellos se cuela un francés, el primero, Silvestre II (9991003), el cual anticipa el gran “período francés” del papado que tiene lugar entre 1057 y 1378. Tan francés que entre 1305 y 1378, durante setenta y tres años pues, y por única vez en la historia, la sede papal incluso abandona Roma para establecerse en Avignon. Son estos papas franceses, hasta catorce de los cuarenta y ocho que abarcan el período, los siguientes: Esteban IX (10571058), Nicolás II (10591061), el Beato Urbano II (10881099), Urbano IV (12611264), Clemente IV (12651268), el Beato Inocencio V (1276), Martin IV (12811285), Clemente V (13051314), primer Papa de Avignon, Juan XXII (13161334), Benedicto XII (13351342), Clemente VI (13421352), Inocencio VI (13521362), el Beato Urbano V (13621370), quien hace un intento fallido de volver a Roma, Gregorio XI (13711378). Entre ellos se cuelan un inglés, el único Papa inglés de la historia, Adrián IV (11541159), y un portugués Juan XXI (12761277), igualmente el único Papa portugués de la historia.
 
            Después del napolitano Urbano VI (13781389), los papas vuelven a Roma, y a partir de ese momento se produce una verdadera sequía de papas no italianos, y los que no lo son, son españoles: dos de ellos por serlo de nacimiento y nacionalidad, Calixto III (14551458) y Alejandro VI (14921503). Y el tercero, porque aunque no lo es, viene de foguearse como gobernador de España al servicio de Carlos V: se trata del holandés, el único de la papa holandés de la historia, Adriano VI (15221523).
 
            Muerto Adriano VI en 1523 y hasta 1978, es decir durante 455 años, la totalidad de los papas serán italianos, una tendencia que es finalmente rota con el polaco Juan Pablo II (1978-2005), y continuada con el papa actual, el alemán Benedicto XVI, elegido en 2005.
 
 
            L.A.
           
 
 
 
 
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