Todos hemos sufrido mucho con la crisis de los Legionarios de Cristo. Pero la Legión es un gran buque de guerra acorazado de la Iglesia en la batalla de la evangelización del mundo, y no podemos permitir que se vaya a pique.

Muchas órdenes religiosas han pasado por crisis y las han superado.

Pero la reforma la han realizado los que se han quedado, no los que se han marchado.

A veces las personas no cumplen como es debido, pero las personas pasan y LA INSTITUCION debe perseverar eficiente con nuestro apoyo y colaboración.

No dudo de que los que se han ido lo han hecho con buena intención y honestamente.

Pero mi opinión es que desde dentro podrían hacer más apostolado que desde fuera.

El retorno no es imposible.

Un fuerte abrazo:
Jorge Loring S.I.
jorgeloring@gmail.com