Un obispo que emociona, ladrones que desisten, abortorios cierran… así acabó 40 Días por la Vida

40 Días por la Vida ante un abortorio en Mangor (Maine).
Este domingo 13 de abril concluía la campaña de 40 Días por la Vida comenzada el pasado 5 de marzo. Una de las coordinadoras locales en España anticipaba recientemente a Religión en Libertad que se habían vistos disparados los frutos tras la celebración de misas diarias por la campaña de oración y ayuno, lo que parece extenderse no solo a España.
A falta de las cifras e informes oficiales de la organización, ya se desprenden destacados testimonios e historias de cómo hasta en los últimos segundos podían suceder significativos y sorprendentes episodios provida.
Se vio en Vermont (Estados Unidos), cuando sus coordinadores anunciaron en el día 40 -el último de la campaña- que Planned Parenthood anunciaba el cierre inminente de su sucursal en Johnsbury. Con este, se habrían anunciado o confirmado otros cierres de locales presentes en Illinois, Nueva york, Michigan o California. Algo especialmente significativo para la organización, sorprendidos de que se anunciase que multitud de mujeres residentes en estados con legislaciones que han restringido el aborto inundarían los llamados “estados santuario” del aborto. Pero al contrario de lo esperado, aquellos estados asisten al cierre de sus centros.
40 Días por la Vida Estados Unidos relata la historia de Connie, que este año ha liderado por primera vez la campaña de Johnsbury, en Vermont. La voluntaria detalló que hacía décadas, cuando se quedó embarazada, su novio le dio 100 dólares para costearse el aborto. Sin embargo, ella acabó confirmando que esa “nunca fue una opción” para ella, consciente de que suponía “derramar sangre inocente”.
Muchos años después, Connie ha dado el paso de liderar la coordinación de la vigilia de Johnsbury, buscando ayudar a mujeres que, como ella en su día, son hoy susceptibles de abortar. Lo que no imaginaba es que sus oraciones serían escuchadas en su primera campaña. Ahora, el centro ya ha anunciado el cierre.
Otro emotivo episodio tuvo lugar en Salem (Oregón), donde en plena vigilia de oración dos ladrones robaron las cruces y carteles de los orantes.
“Recé y le pedí a Dios que tocara sus corazones y conciencias”, dijo Tammy, voluntaria de las vigilias. Aún muestra su sorpresa al relatar que así fue. No habían pasado 20 minutos cuando los ladrones regresaron con lo robado para devolvérselo. “Dios responde a las oraciones”; celebró la voluntaria.
Especialmente emotivo y alentador para los orantes fue ver a un obispo rezando junto a ellos en el abortorio de West Palm Beach, algo nada común entre los prelados. Se trató de Joseph Strickland, obispo de Tyler (Texas) hasta 2023, que permaneció durante hora y media junto a los orantes, a quienes dirigió unas palabras de ánimo:
"Necesitamos ser conscientes de lo que realmente es el aborto y ayudar a nuestros hermanos y hermanas, siempre con amor, a comprender más claramente que la vida es sagrada desde la concepción hasta la muerte natural".

El obispo Strickland rezando en 40 Días por la Vida.
El blog local de 40 Días por la Vida detalla la emoción que la presencia produjo entre los asistentes, “guerreros de oración entre la multitud con lágrimas en los ojos” según relató Willy, uno de los coordinadores a los que el obispo “también hizo llorar”.
Se espera que en los próximos días la organización distribuya un balance oficial de la campaña, aún siendo conscientes de que la mayoría de los frutos de la oración “no se pueden medir”, como dicen los coordinadores.
Vida
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J.M.Carrera/P.J.Ginés