Roma interviene las dos ramas del Instituto del Verbo Encarnado y nombra a Satué delegado pontificio
El Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica ha emitido un decreto en el que interviene el Instituto del Verbo Encarnado, tanto en su rama femenina, cuya noticia se conoció este viernes, como la rama masculina. En este decreto se ha nombrado al obispo de Teruel y Albarracín, monseñor José Antonio Satué como su delegado pontificio.
El decreto, fechado el 8 de diciembre de 2024, recoge la preocupación de la Sede Sede por la falta de colaboración y las resistencias internas del Instituto a las directrices eclesiales, así como por las acusaciones graves que pesan sobre su fundador, Carlos Buela.
Dice el decreto que “las reiteradas y graves medidas de la Sede Apostólica - administrativas y penales - que en el transcurso de los años han reconocido al P. Buela culpable de los delitos de los cuales era acusado, después de que ha transcurrido cerca de un año y medio de su muerte, en el Instituto del Verbo Encarnado y en el Instituto femenino de las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, el fundador sigue siendo presentado como un sacerdote injustamente perseguido por la Santa Sede, y las víctimas son consideradas falsas y carentes de sinceridad. Los dos Institutos organizan peregrinajes a su tumba y sus escritos han sido publicados nuevamente y difundidos”.
El Delegado tiene la facultad de elegir otros colaboradores de su confianza. En tal caso, informará inmediatamente a este Dicasterio. Además, en colaboración con la Hna. Clara Echarte, F.I., Delegada Pontificia del Instituto femenino Siervas del Señor y de la Virgen de Matará, proveerá a comunicar este Decreto a todos los miembros del Instituto del Verbo Encarnado y a los otros Ordinarios de los lugares en los que hay una presencia del Instituto.
En este sentido, Satué proveerá a constituir un grupo de trabajo, compuesto por miembros del Instituto y por canonistas y teólogos expertos en la vida consagrada, para poner en marcha una profunda revisión del derecho propio, que comporte también una decidida reducción de los varios manuales y reglamentos actualmente en uso.
Además, considerando las graves dificultades en los itinerarios formativos del Instituto y, en modo especial, en la fase de discernimiento vocacional, este Dicasterio establece la prohibición de aceptar nuevos candidatos y de admitir al noviciado, por un período de tres años desde la fecha del presente decreto.
Lo mismo ocurre con la rama femenina, a la que el dicasterio le prohíbe aceptar nuevas candidatas y admitirlas al noviciado por un periodo de tres años.