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León XIV, ante la FAO: «Quien padece hambre es mi hermano y he de ayudarlo sin dilación alguna»

León XIV visitó la FAO en Roma, como hicieron sus predecesores.

León XIV visitó la FAO en Roma, como hicieron sus predecesores.Vatican Media

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León XIV visitó este jueves en Roma la sede central de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) con motivo del Día Mundial de la Alimentación y del octogésimo aniversario dicho organismo de la ONU.

Fue recibido por el director general de la FAO, QU Dongyu, en el cargo desde 2019 y anteriormente ex viceministro de Agricultura del régimen chino. 

Posteriormente, el Papa dirigió un discurso a los miembros del organismo.

"Es mi hermano y he de ayudarlo sin dilación"

Destacó que tanto él como sus predecesores han tenido una "especial estima y cercanía" hacia la FAO, "conscientes del relevante mandato de esta organización internacional".

León XIV junto al director general de la FAO, QU Dongyu.

León XIV junto al director general de la FAO, QU Dongyu.Vatican Media

"Como servidor del Evangelio, expreso a todos los pueblos de la tierra mi más ferviente anhelo de que la paz reine por doquier", añadió: "El corazón del Papa, que no se pertenece a sí mismo sino a la Iglesia y, en cierto modo, a toda la humanidad, mantiene viva la confianza de que, si se derrota el hambre, la paz será el terreno fértil del que nazca el bien común de todas las naciones".

"Quien padece hambre no es un extraño. Es mi hermano y he de ayudarlo sin dilación alguna", proclamó, pues la falta de "alimento necesario, tanto en cantidad como en calidad", es algo que "niega la dignidad humana, compromete el desarrollo deseable, obliga inicuamente a muchedumbres de personas a abandonar sus hogares y obstaculiza el entendimiento entre los pueblos". 

En ese sentido, elogió la labor de la FAO para que los objetivos de desarrollo agrícola sean "prioritarios" en la política internacional.

Agenda 2030 y modelo de desarrollo y reparto

Sin embargo, "673 millones de personas en el mundo se van a la cama sin comer y otros 2300 millones no pueden permitirse una alimentación adecuada desde el punto de vista nutricional", apuntó, por lo que "a cinco años del cumplimiento de la Agenda 2030, hemos de recordar con vehemencia que alcanzar el Hambre Cero sólo será posible si existe una voluntad real para ello, y no únicamente solemnes declaraciones".

Esta situación "no es casualidad", opinió, "sino la señal evidente de una insensibilidad imperante, de una economía sin alma, de un cuestionable modelo de desarrollo y de un sistema de distribución de recursos injusto e insostenible. En un tiempo en el que la ciencia ha alargado la esperanza de vida, la tecnología ha acercado continentes y el conocimiento ha abierto horizontes antes inimaginables, permitir que millones de seres humanos vivan -y mueran- golpeados por el hambre es un fracaso colectivo, un extravío ético, una culpa histórica".

Crimen de guerra

El Papa alertó también contra la creciente utilización del hambre como "arma de guerra", en perjuicio del consenso establecido por el Consejo de Seguridad de la ONU de que "la inanición deliberada [es] un crimen de guerra, como también el impedir intencionalmente el acceso a los alimentos a comunidades o pueblos enteros".

En ese sentido, el panorama actual de conflictos es "penoso y desolador": "El mundo no puede seguir asistiendo a espectáculos tan macabros como los que están en curso en numerosas regiones de la tierra".

Visión ética e ideologías

"No podemos limitarnos a proclamar valores", continuó, "debemos encarnarlos" y basarnos "en una visión ética que prevalezca sobre el pragmatismo vigente que reemplaza a la persona con el beneficio. No basta con invocar la solidaridad: debemos garantizar la seguridad alimentaria, el acceso a los recursos y el desarrollo rural sostenible".

En cuanto a la forma de lograrlo, hizo un llamado a la colaboración y a las sinergias, pues "únicamente a través de una cooperación sincera y constante se podrá construir una seguridad alimentaria justa y accesible para todos". El Papa destacó el papel de la mujer "en la lucha contra el hambre y en el fomento de un desarrollo integral": "En cada rincón del mundo, la mujer es silenciosa arquitecta de la supervivencia, custodia metódica de la creación. Reconocer y valorar su papel no es sólo cuestión de justicia, es garantía de una alimentación más humana y más duradera".

León XIV abogó por el "multilateralismo" y recordó que los países más pobres piden "que se cuente con ellos a la hora de solucionar sus verdaderos problemas, sin imponerles soluciones fabricadas en lejanos despachos, en reuniones dominadas por ideologías que ignoran frecuentemente culturas ancestrales, tradiciones religiosas o costumbres muy arraigadas en la sabiduría de los mayores". 

Cómplices por omisión

Designó por su nombre ocho países donde el hambre es "algo diario para nuestros hermanos y hermanas": Ucrania, Gaza, Haití, Afganistán, Mali, República Centroafricana, Yemen y Sudán del Sur.

En ese sentido, pidió no convertirse, por "omisión", en "cómplices de promover la injusticia": "No podemos tener esperanza en un mundo mejor y en futuro brillante y pacífico si no estamos dispuestos a compartir lo que nosotros mismos hemos recibido".

Los miembros de la FAO aplauden a León XIV tras su intervención.

Los miembros de la FAO aplauden a León XIV tras su intervención.Vatican Media

El Papa concluyó invocando "la bendición de Dios" sobre todos los que tienen responsabilidad en que esta misión y recordó que "toda persona tiene hambre, no solo de pan, sino de todo aquello que permite madurar y crecer hacia la felicidad para la que todos hemos sido creados". 

Tras citar el milagro de Jesús de la multiplicación de los panes y los peces, León XIV pidió a los presentes "no dejar de pedir a Dios valentía y energía suficientes para continuar trabajando por la justicia".

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