Jorge Villegas fue con él vicario general y rector del seminario
León XIV buscaba que la formación de los sacerdotes «fuese conforme a la tradición de la Iglesia»
El obispo Prevost, con seminaristas de la diócesis de Chiclayo.
Jorge Luis Villegas Flores fue vicario general de la diócesis de Chiclayo y rector del seminario diocesano. Trabajó junto al hoy Papa durante seis de los ocho años que fue su obispo, antes de ser llamado por Francisco a Roma.
Lo define sintetizando cualidades que empiezan a ser conocidas por coincidentes: “Es un misionero pero también un intelectual”, declara a Tempi en una entrevista donde contribuye a perfilar la imagen de León XIV que todo el mundo quiere hacerse.
“Es una persona humilde, serena y muy solícita” y “con una capacidad de diálogo y de escucha fuera de lo común”, añade.
Junto a los fieles
Cree que esas cualidades le harán ser un Papa cercano a todos. Ya lo fue como obispo, de lo que pone algunos ejemplos:
- cuando las inundaciones de 2013 por El Niño se desplazó a las zonas más afectadas para estar junto a quienes lo habían perdido todo;
- en 2017, durante una de las crisis migratorias provocadas por las decenas de miles de personas que escapaban de Venezuela, se movilizó para encontrar alojamiento para que pudiesen vivir;
- durante los confinamientos gubernamentales de 2020, ante la falta de respiradores para los enfermos de covid, consiguió financiación privada para adquirir cuatro.
Jorge Villegas, estrecho colaborador de León XIV durante seis años en Chiclayo.
Inquietud por las vocaciones
“En sintonía con el Papa Francisco, [León XIV] presta gran atención a los últimos, a los más débiles y marginados”, pero “siempre muy atento al tema de las vocaciones”. La diócesis solo dispone de 125 sacerdotes para 1,2 millones de fieles, algunos de ellos en zonas andinas de difícil acceso: por eso se han viralizado sus imágenes a lomos de un mulo.
“León XIV se preocupaba de que la formación de los sacerdotes en el seminario fuese conforme a la tradición de la Iglesia”, subraya: “Yo he sido también rector del seminario, y cada vez que necesitaba algo hacía todo lo posible por ayudarme. Cuando visitaba las parroquias para las confirmaciones, siempre hablaba de la importancia de escuchar la llamada del Señor”.
Le considera “un auténtico intelectual”, recordando que además de sus estudios filosóficos y teológicos, es matemático y doctor en Derecho Canónico: “Por su finura intelectual, unida a su inquietud misionera, creo que es un pontífice apropiado para nuestros tiempos”.
Ateísmo de hecho
Esa inquietud misionera no se refiere solo a quienes desconocen la fe, sino a quienes la han perdido o no la practican, viviendo lo que él mismo denominó en su primera homilía como “ateísmo de hecho”.
“Tiene una sensibilidad especial por este tema”, precisa Villegas, “porque no solo en Europa, sino también en Hispanoamérica, muchas personas abandonan la fe y luego se pierden. Es realmente urgente recordar al pueblo cristiano y a todos los hombres que Jesús no quita nada, como decía Benedicto XVI, sino que lo da todo”.
Lo último
