Petrocchi, de L'Aquila a la Curia para los casos complicados: un cardenal reservado y «de consenso»

Casi todo el trabajo pastoral del cardenal Giuseppe Petrocchi (n. 1948, 76 años) tras ser ordenado sacerdote en 1973, aparte de sus labores como párroco, tuvo lugar en el área de la pastoral juvenil, vocacional y familiar. Algo que tiene mucho que ver con su formación civil: es filósofo y psicólogo en universidades estatales, además de licenciado en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Lateranense en Roma.

Ha sido profesor de Religión en enseñanza media y de Filosofía, Pedagogía y Filosofía en enseñanza superior, y ha ejercido como psicólogo del consultorio familiar diocesano.

Juan Pablo II le escogió en 1998 para ser obispo de Latina-Terracina-Sezze-Priverno, y tras quince años de labor diocesana, Francisco, el 8 de junio de 2013, recién llegado a la sede de Pedro, le nombró arzobispo de L'Aquila. En 2018 le elevó también al cardenalato. 

Toda su vida como obispo ha tenido lugar, pues, en área geográficamente cercana a Roma, con tragedias que le han tocado muy de cerca, como los terremotos de 2009 en L'Aquila y el de 2016 en Amatrice, que afectó también a su diócesis natal de Ascoli Piceno. Pero la proximidad a Roma es también personal. Ha contado desde siempre con una confianza especial de Francisco para tareas complicadas.

Dos encargos "romanos"

Por un lado, en abril de 2020 le nombró presidente de la segunda comisión para estudiar el diaconado femenino, destinada, según todos los indicios (como la primera, de 2016), a dilatar el asunto sine die, dado que Francisco siempre fue tajante en que el acceso al orden sagrado del diaconado -que es lo que interesa principalmente a sus promotores, como paso previo al sacerdocio- estaba vetado.

Esto acercó a Petrocchi a la Curia y a cuestiones que obligan a un interés por la Iglesia universal, algo que le facilita su conocimiento de idiomas: español, inglés, francés, alemán... Cinco hombres y cinco mujeres procedentes de distintos países formaban parte de la comisión, con un oficial de Doctrina de la Fe como secretario.

Un encargo para el Petrocchi-teólogo al que se añadió en junio un encargo para el Petrocchi-gestor, algo en lo que destacó en las diócesis que pastoreó, precisamente en lo referente a las cuentas. El Papa le nombró en agosto de 2020 miembro del Consejo de Economía, de cometido tan difícil a la vista de la situación vaticana, y que desde su creación en 2014 preside el cardenal Reinhard Marx.

De él forman parte actualmente, además de Marx y Petrocchi, los cardenales Anders Arborelius, Gérard Lacroix, Péter Erdö, Wilfrid Napier, Odilo Scherer y Joseph Tobin.

Curiosamente, todos ellos han sido señalados como papables en alguna ocasión, al contrario que Petrocchi, un cardenal de gran discreción y prudencia que ha huido de pronunciarse sobre asuntos polémicos, lo que puede quizá convertirse en un factor decisivo en un cónclave muy polarizado como el que ahora comienza.

El Perdón Celestino

Otro signo del aprecio de Francisco fue que acudiese personalmente a la basílica de Santa María di Collemaggio en L'Aquila en 2022 a abrir la Puerta Santa del Perdón Celestino, una indulgencia plenaria perpetua que concedió en 1294 el Papa Celestino V un mes después de su coronación... y poco antes de renunciar al cargo, el último precedente antes de Benedicto XVI.

Glosando en aquella circunstancia el papel de la misericordia en la predicación de Francisco, Petrocchi dijo que "el Papa enriquece y proyecto a nivel planetario del Perdón Celestino, para que pueda ser un tesoro que beneficie a todos. En modo particular, allí donde las líneas de división, las enemistades, la mentalidad de revancha y de contraposición" pueden ser vencidas por "la concordia y la construcción de una civilización de la fraternidad y de la solidaridad". 

Era la primera vez en 728 años que un Papa abría la Puerta Santa del Perdón Celestino, a pesar de la relativa cercanía a Roma. 

En busca de un acuerdo

¿Puede ser Petrocchi uno de esos candidatos "tapados" que surgen cuando otras opciones parecen imposibles? La necesidad de una mayoría de dos tercios confiere a un tercio de los conclavistas (44 cardenales) una capacidad de veto que parece alejar del pontificado a numerosos nombres muy significados. ¿Es la hora de quienes apenas han sonado?

Petrocchi es italiano y ha sido presidente de la conferencia episcopal de Abruzzo-Molise, así que es bien conocido por los cardenales italianos, siempre numéricamente importantes (todavía son la nacionalidad más numerosa, con 17) aunque su importancia haya ido menguando en las últimas décadas. 

Tiene asimismo lo que suele denominarse un "perfil pastoral", pero que no se limita a las diócesis donde ha estado, sino que ha sido enriquecido con un conocimiento del Vaticano a través, sobre todo, del Consejo de Economía. Siete años de cardenalato, para un italiano, dan para crear numerosos vínculos, y por su edad (en agosto cumplirá 77 años) puede estar en el perfil de lo que dos tercios de los cardenales buscarían para resolver la difícil elección.