Religión en Libertad

Francisco, que ya supera los 15 días de ingreso hospitalario, habló de su salud

Emotivo Ángelus del Papa en el Gemelli: «Me siento 'llevado' y sostenido por todo el Pueblo de Dios»

"Y rezo sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda", dice Francisco.Imagen de archivo / vatican news

Redacción REL
Publicado por

Creado:

Actualizado:

La Santa Sede ha publicado el mensaje del Ángelus del Papa para este domingo. En esta ocasión, Francisco, que ya supera los 15 días de ingreso en el hospital Gemelli de Roma, habló de la vista y el gusto y se hizo eco de sus vivencias hospitalarias.

Palabras del Papa para el Ángelus:

Queridos hermanos y hermanas, en el Evangelio de este domingo (Lc 6,39-45) Jesús nos hace reflexionar sobre dos de los cinco sentidos: la vista y el gusto.

Sobre la vista, pide entrenar los ojos para observar bien el mundo y juzgar con caridad al prójimo. Dice así: "Saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano" (v. 42). Solo con esta mirada de cuidado, no de condena, la corrección fraterna puede ser una virtud. ¡Porque si no es fraterna, no es una corrección!

Sobre el gusto, Jesús nos recuerda "cada árbol se conoce por su fruto" (v. 44). Y los frutos que vienen del hombre son por ejemplo sus palabras, que maduran en la boca, de modo que "de lo que rebosa el corazón habla su boca" (v. 45). Los malos frutos son las palabras violentas, falsas, vulgares; los buenos son las palabras justas y honestas que dan sabor a nuestros diálogos.

Y entonces podemos preguntarnos: ¿yo cómo miro a las otras personas, que son mis hermanos y hermanas? ¿Y cómo me siento mirado por ellos? ¿Mis palabras tienen un buen gusto, o están empapadas de amargura y de vanidad?

Hermanas y hermanos, os mando estos pensamientos todavía desde el hospital, donde como sabéis estoy desde hace varios días, acompañado por médicos y trabajadores sanitarios, a quienes doy las gracias por la atención con la que me cuidan. Siento en el corazón la "bendición" que se esconde dentro de la fragilidad, porque precisamente en estos momentos aprendemos aún más a confiar en el Señor; al mismo tiempo, doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de compartir en el cuerpo y en el espíritu la condición de tantos enfermos y personas que sufren.

Quisiera daros las gracias por las oraciones, que se elevan al Señor desde el corazón de muchos fieles de muchas partes del mundo: siento todo vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como "llevado" y sostenido por todo el Pueblo de Dios. ¡Gracias a todos!

Yo también rezo por vosotros. Y rezo sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda. Rezamos por la atormentada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu. Nos encomendamos confiados a María, nuestra Madre. Feliz domingo y hasta pronto.

Comentarios

Suscríbete

y recibe nuestras noticias directamente

tracking