Los cardenales no esperan la renuncia del Papa, él la contempla en un caso: lo que se dice en Roma

Desde que el viernes 14 de febrero fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma por problemas respiratorios, el hipotético fallecimiento del Papa Francisco, el consiguiente cónclave o la renuncia al papado son objeto de duda y especulación. Ya sea en los medios, en la curia y en el propio Vaticano, el debate de sí las mencionadas son posibilidades reales o “especulaciones inútiles” está sobre la mesa: hasta ahora, el estado del pontífice sigue siendo “crítico” y su pronóstico reservado, y si bien nunca expresó su voluntad de renunciar, son varias las ocasiones en que lo ha considerado como “una puerta que está abierta”.

Pietro Parolin: “Especulaciones inútiles”

La postura que parece resonar con más fuerza en Roma es la de que Francisco se mantendrá al frente del Vaticano.

El cardenal Pietro Parolin, “número dos” del Vaticano como secretario de Estado, es uno de los máximos representantes de esta opinión. El 22 de febrero, entrevistado por Corriere della Sera, ya remarcó que plantear su renuncia no son más que “especulaciones inútiles” que alejan de “las únicas cosas que importan”, a su juicio, “pensar en la salid del Santo Padre, en su recuperación y en su regreso al Vaticano”.

Battista Re: “No se debe hablar de dimisión”

En semejante línea se encuentra otro alto jerarca del Vaticano, el cardenal Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio y responsable del desarrollo de un nuevo cónclave en caso de fallecimiento de Francisco. Entrevistado por La Repubblica la mañana del 21 de febrero, el cardenal Re ya divulgó su convicción de que “el Papa se está recuperando” y su llamado a “no inventar cosas”. Entre sus otras declaraciones, el purpurado remarcó que “no hay que hablar de dimisión” y que el Papa “volverá al Vaticano en pocos días”.

Hollerich: “No es respetuoso”, pero “la decisión le corresponde a él”

En declaraciones a los medios italianos, otro de los jerarcas más cercanos a Francisco, el cardenal arzobispo de Luxemburgo, Jean-Claude Hollerich, también remarcó su convicción de que “no es respetuoso transmitir estos rumores [de dimisión]”. Sin embargo, valoró la dimisión como una posibilidad reconocida por el mismo pontífice: “Que dimita o no dependerá de cómo se recupere el papa de su enfermedad. Él ya ha dicho que si deja de estar en condiciones, se irá. La decisión corresponde sólo a Francisco”.

 Asimismo, afirmó que el Papa debe “dedicar tiempo a cuidarse”: “Confío en que se recupere, está en buenas manos. Sin embargo, espero que, una vez que reciba el alta, pueda dedicar más tiempo a sí mismo. Se ha descuidado. Todos necesitamos cuidarnos un poco más”.

Ravasi: “Su deseo es cumplir al menos el Jubileo”

Entre quienes contemplan la renuncia como una posibilidad remota o sujeta a otras condiciones se encuentra el cardenal Gianfranco Ravasi. En una entrevista del pasado 21 de febrero, el cardenal reiteró condiciones expresadas por el mismo Francisco de cara a una hipotética renuncia, como es enfrentar “dificultades graves para cumplir su servicio”. En caso de tenerlas, afirmó, “tomará su propia decisión. Será él quien decida, por supuesto, tal vez pida consejo, pero la última palabra la evaluará por sí mismo, en conciencia”. Sin embargo, la aportación de Ravasi al debate es que Francisco hará lo posible por mantener el pontificado, al menos, durante el Jubileo de 2025.

“Cumplir al menos el Jubileo es su gran deseo, el año santo dedicado a la esperanza que él siente como su gran momento”, mencionó .

Saiz Meneses: renunciar “podría ser una práctica suya y de sus sucesores”

El arzobispo de Sevilla José Ángel Saiz Meneses comparte con Ravasi la opinión de que la decisión de renunciar o no dependerá en parte de sus capacidades físicas.

En declaraciones del 20 de febrero a La Mañana de Andalucía de Canal SUR Radio desde Roma, Meneses expresó que el Papa Francisco se encontraría “en la dinámica” de Benedicto XVI, “espiritualmente y mentalmente muy bien”, pero con unas fuerzas físicas que “no le daban para este servicio a la Iglesia y al mundo”. “Si el Papa Francisco ve que no puede atender bien su misión, podría ser una práctica tanto de él como de los Papas que vengan, porque se requiere una cierta resistencia física para mantener el ritmo de trabajo”.

Jean-Marc Noël Aveline: “Todo es posible”

El pasado 20 de febrero, también el cardenal Aveline se mostró en cierta forma abierto a la idea de la renuncia como algo “posible”.

Preguntado por los periodistas, el arzobispo de Marsella y uno de los “favoritos” de Francisco de cara a la sucesión, remarcó vivir el momento presente “con cierta preocupación pero sin tratar de anticipar lo que podría suceder”.

“Todo es posible. Es incluso probable que esté siguiendo esta rueda de prensa y observándonos. Aprovecho entonces para decirle que estamos orando por su salud. No me gusta que se especule sobre la salud del Papa” y “hasta que no tengamos información precisa, sobre todo en materia de salud, es mejor mantener la discreción. La oración es el camino más corto para estar cerca del Papa”, declaró .

Müller: “Hablar de dimisión es absurdo”

Por su parte, el Prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal alemán Gerhard Müller, se expresó más en clave de opinión sobre las implicaciones de la dimisión y no tanto desde su sospecha sobre esta posibilidad. Así, entrevistado por Il Messaggero, Müller reiteró su consideración de que la dimisión de un Papa, “no puede ser considerada una opción”, pues “no te bajas de la cruz”.

“Las palabras dirigidas a Pedro, “sígueme”, se aplica a todos sus sucesores y significa que de la Cruz no te bajas ni siquiera por estar cansado. El Papa debe ser el primero en testificar que después de la muerte hay resurrección”.

Preguntado por la posibilidad canónica de la renuncia, admitió que “está contemplada” por el derecho canónico, si bien “solo en casos particulares y muy graves, como deterioro cognitivo o apostasía”.

“El Papa tiene una neumonía bilateral que afortunadamente está siendo tratada de manera excelente. No ha comprometido ninguna de sus facultades intelectuales. Hablar de dimisión es absurdo”, remarca el cardenal, que recurre también a los cardenales y representantes del Papa como sus colaboradores “llamados a ayudarle su ya no puede hacer algunas cosas”.

El caso de renuncia que contempla Francisco

Por su parte, son muchas las ocasiones en que el Papa Francisco ha valorado en un sentido u otro la posibilidad de la renuncia.

En febrero de 2023, durante su acostumbrada visita a los miembros de la Compañía de Jesús en RD Congo y Sudán del Sur, admitió contar ya con una dimisión escrita y entonces entregada al cardenal Bertone. 

Entonces lo hizo en previsión de “un problema de salud que impida ejercer mi ministerio y no soy plenamente consciente para dimitir”, lo que entraría en las circunstancias enumeradas por Müller, como sus siguientes matizaciones: "Esto no significa para nada que la renuncia de los Papas deba convertirse en algo así como una 'moda', algo normal. Benedicto tuvo el valor de hacerlo porque no quería seguir adelante a causa de su salud. Esto no está en mi agenda por el momento. Creo que el ministerio del Papa es ad vitam. No veo ninguna razón para que no sea así. Piensen que el ministerio de los grandes patriarcas es siempre vitalicio. Y la tradición histórica es importante. Si, por el contrario, le hiciéramos caso a los 'chismes', ¡entonces deberíamos cambiar de Papa cada seis meses!, comentó.

En julio de 2022, en una entrevista concedida a Univisión, remarcó que la dimisión no estaba en sus planes pero que “si no pudiese, hiciese daño o fuese un estorbo”, esperaría “la ayuda” para rtomar la decisión de retirarse. En ese caso, sugirió que preferiría ser considerado obispo emérito de Roma antes que papa emérito o trasladarse a Argentina: "Soy el obispo de Roma, en ese caso sería el obispo emérito de Roma… Si sobrevivo tras la renuncia, me gustaría hacer una cosa de este tipo: confesar e ir a ver a los enfermos".

En marzo de 2023, en sus entrevistas a La Nación y Perfil, reiteró que la renuncia era una opción que entonces no habría considerado: “"Sí, seriamente no la consideré en mi caso porque no siento eso, pero sí claro. Más ahora que Benedicto reabrió el camino, hace mil años atrás hubo algún caso así, parece lo más normal".

Una respuesta muy similar a la que dio a Fabio Fazio cerca de un año después, en enero de 2024, en la segunda ocasión que acudía al programa Che tempo che fa. Entonces subrayó que no lo contemplaba ni como un "pensamiento, ni preocupación, ni siquiera un deseo. Es una posibilidad abierta a todos los Papas, pero por el momento no está en el centro de mis pensamientos y de mis ansiedades, de mis sentimientos".