Martes, 19 de marzo de 2024

Religión en Libertad

Santo Tomás, Apóstol.

Vió, creyó y dio testimonio.

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Predicación de Santo Tomás.
Predicación de Santo Tomás.

Santo Tomás, Apóstol. 3 de julio (traslación de las reliquias a Edesa), 21 de mayo (Iglesia copta), 20 de junio (traslación a Constantinopla), 6 de octubre (Iglesia Griega) y 21 de diciembre.

Fue Tomás judío, y en los Evangelios se le llama "el mellizo", aunque no conocemos a su hermano. Su llamada al apostolado no aparece en la Sagrada Escritura, que sin embargo nos narra tres momentos en los que Santo Tomás es participante activo: Primero, cuando le pregunta a Cristo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" y Jesús le responde: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí". Segundo, cuando respondió a favor de Jesús, dispuesto a ir a Jerusalén a pesar de saber que los fariseos planeaban su muerte. Santo Tomás dijo: "Vamos también nosotros para morir con él". Tercero, y la más conocida intervención, su incredulidad en la Resurrección que se desvaneció en presencia de Cristo resucitado; cuando proclamó la fe pascual de la Iglesia con estas palabras: "¡Señor mío y Dios mío!"

Hasta aquí lo cierto, lo que sigue pertenece a una leyenda del siglo IV sobre la vida, pasión y muerte de Tomás: Después de la venida del Espíritu Santo, Santo Tomás comisionó a San Judas (28 de octubre) para que bautizara e instruyese a Abgar, rey de Edesa, al que Cristo había prometido que, después de su resurrección, le enviaría uno de sus discípulos. Esta promesa de Nuestro Señor fue cumplida por Santo Tomás, quien envió a Tadeo, no solamente a sanar a este rey sino también para plantar la semilla de la fe en esta nación. Este error entre los dos personajes Judas y Tadeo lo he explicado en este artículo. También se nos narra en el "Transitus Mariae", libro del siglo II sobre la muerte y la Asunción de la Madre de Dios, que ante la Asunción de María a los cielos, Tomás no estaba presente en el momento, por ello dudó que hubiera ocurrido, y entonces Nuestra Señora desde el cielo le lanzó su cinturón.

En su labor apostólica, Santo Tomás, habría predicado en Persia y sus alrededores, y también en Etiopía e India. Se cree que Santo Tomás sufrió el martirio en la costa de Coromandel, India, donde su cuerpo fue descubierto con ciertas marcas de que fue muerto con lanzas y ese tipo de muerte es tradición en Occidente. La iglesia católica siro-malabar se considera a sí misma descendiente del apostolado del santo, y lo mismo otros cristianos de diferente rito. Pero además, curiosamente, Suramérica y México también reclaman para sí la presencia evangelizadora de Santo Tomás. En Paraguay y Brasil hay sitios donde se señala la "huella de Santo Tomás" en piedras. Y en el caso de México es una leyenda mucho mejor contada, que podéis leer ampliamente en esta entrada: Santo Tomás Apóstol de América. Como la leyenda dice que fue albañil (habría construido un palacio al rey Gundafar), es considerado patrono de albañiles y arquitectos, y su atributo característico es una escuadra. Su cuerpo fue trasladado a Edesa, donde fue enterrado, aunque luego fue llevado a Constantinopla, y de ahí se pierde el rastro, entre tantas reliquias dispersas por el mundo.

Santo Tomás tenía antiguamente dos fiestas en nuestra Iglesia romana: el martirio, a 21 de diciembre, y la traslación de sus reliquias a Edesa por la emperatriz Santa Helena (13 y 18 de agosto), a 3 de julio. Hay otra traslación a 20 de junio, celebrada sólo por la Iglesia de Constantinopla. En la revisión del calendario litúrgico en 1969 se quedó solamente la del 3 de julio, como fiesta de Santo Tomás, sin hacer mención a dicha traslación. Lo mismo pasó con Santo Tomás de Aquino, cuya memoria hoy a 28 de enero es la antigua memoria de La Traslación de Santo Tomás. Sobre la reforma del Calendario, sus aciertos y desaciertos recomiendo este artículo: Santos que van y vienen.

Fuente:
-"Vidas de los Santos". Volumen VII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.

A 3 de julio además se celebra a
San Agapio de Córdoba, obispo.
San Jacinto de Cesarea, mártir.

Y además,
De la Invención y Traslación de reliquias en la Iglesia.
La Invención de las reliquias de San Esteban.
La Invención de Santiago Apóstol.
La Traslación de Santiago Apóstol.
La Traslación de San Gregorio Nacianceno.
La Traslación de San Juan de Mata.
La Traslación de San Phantalo.
La Traslación de los Reyes Magos.
La Traslación de Santa Juana de Lestonnac.
La Traslación de San Mateo Evangelista

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