Alberto Ravagnani, cura e «instagrammer» italiano, la lía anunciando un suplemento deportivo

Tres momentos de don Alberto Ravagnani en el 'reel' de Instagram objeto de la polémica.
Alberto Ravagnani es un joven sacerdote de la archidiócesis de Milán que cuenta con la confianza de su obispo y de la conferencia episcopal italiana para numerosas iniciativas sociales y con los jóvenes.
Para estos últimos en particular, ha hecho de las redes sociales uno de sus campos fundamentales de actuación, durante un tiempo principalmente en Youtube y actualmente en Instagram con "podcasts para llevar más lejos el mensaje del Evangelio", explica: "Cuando en 2019 empecé mi misión como sacerdote en Busto Arizio, no encontré a casi ningún joven. Estaban todos en un parque fumando porros. Comprendí que para que volviesen tenía que ir en medio de ellos, asumiendo todos los riesgos. Es lo que estoy haciendo. Quiero preocuparme por los más 'pequeños', que no tienen a casi nadie, y utilizo mis talentos".
- Diversos momentos de la fiesta de Nochevieja de 2023, promovida por don Alberto "Rava": "Trescientos jóvenes comenzaron 2024 divirtiéndose como locos porque Dios los unía. Dios, no un cantante famoso. Nada de alcohol, pero muchas lágrimas de alegría. Nada de humo, pero mucho frenesí. Nada de besuqueos, pero muchos auténticos abrazos. ¡Ah, y para terminar rezamos completas todos juntos! Y se acabó. También esto es vivir como Dios".
La simpatía, el dinamismo y la buena forma física figuran entre esos talentos, que él aplica en actividades que concluyen con momentos de oración y/o adoración eucarística. Pero su utilización ha suscitado polémica en más de una ocasión, pues muchos consideran que alguna de sus actividades encaja poco en su condición sacerdotal.

Don Alberto 'Rava' prepara una competición de Hyrox (Fitness) con una 'coach'.
Recientemente, el problema se ha generado porque don Alberto ha realizado un anuncio de suplementos nutricionales deportivos, cuya finalidad crematística natural él mismo ha reconocido al indicar "colaboración pagada" al inicio e incluir el enlace de la empresa en su propio perfil.
Éste es el anuncio:
"¿Es pecado tomar suplementos?", se pregunta: "Entonces, ¿por qué no iba a hacerlo? Treinta y dos años, muchas responsabilidades y un montón de proyectos en la cabeza, muchas personas a las que querer... Para llegar a todo debo estar en forma: en el espíritu, sin duda [se le ve rezando de rodillas]; en la mente, faltaría más [se le ve leyendo el Tractatus Logico-Philosophicus de Ludwig Wittgenstein (1889-1951), como símbolo de una lectura que exige un gran esfuerzo intelectual]; pero si el cuerpo no funciona... todo lo demás se derrumba. Rezar no basta, amigos. Así que... [Muestra unos botes de suplementos.] Los suplementos de Bond me ayudan a mantenerme fuerte y sano para afrontar mi misión. Son de óptima cualidad, naturales, certificados y, sobre todo, pensados para quien quiera estar bien. No me convierten en Supermán ni en Jesucristo, pero me ayudan a ser yo mismo, al máximo".
Lo que dice el derecho canónico
El reel se acerca a los 500.000 visionados, con 9.000 'me gusta' y más de 1.500 comentarios -a favor y en contra-, una publicidad enormemente productiva para la marca. Las críticas no se han dirigido tanto al consumo de sumplementos nutricionales como a la utilización comercial de su personalidad sacerdotal.
"Cuidarme es una forma de amarme y de respetar la salud que me ha sido dada. El dinero del patrocinador lo uso para proyectos de evangelización", responde: "Sed intelectualmente honestos, la oración no basta. ¿Crees que un sacerdote solo debe hablar directamente de Dios, el Evangelio y de la tradición cristiana?".
En Avvenire, donde se refleja la polémica sin tomar partido expresamente, recuerdan el canon 236 del Código de Derecho Canónico: "Se prohíbe a los clérigos ejercer la negociación o el comercio sin licencia de la legítima autoridad eclesiástica, tanto personalmente como por medio de otros, sea en provecho propio o de terceros". Se supone, pues, que la tiene.
Pero dicho medio italiano sugiere que el arzobispo Mario Delpini, o al menos algún superior de don 'Rava', le ha llamado a capítulo para escuchar sus razones y expresarle su malestar por esa actividad: "El sacerdote debe ser 'presencia de Dios' entre la gente, el mercado es otra cosa", afirma el periodista Francesco Ognibene en una pieza que parece destinada por el diario de la conferencia episcopal italiana a distanciarse de la iniciativa.