Se cumple un siglo de la encíclica «Quas Primas» de Pío XI sobre Cristo Rey
Ruschi: «La Realeza de Cristo sigue siendo el medio más excelente para remediar los males del mundo»

Luis de Ruschi, Notario Mayor en Tribunal Interdiocesano porteño y profesor en la Universidad de El Salvador (USAL).
En la senda de las conmemoraciones por el centenario de la carta encíclica Quas primas del papa Pío XI, con ocasión de la visita del profesor Miguel Ayuso a Buenos Aires, el próximo 13 de agosto el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, junto a la Unión Internacional de Juristas Católicos y la Corporación de Abogados Católicos de Buenos Aires, organizará una sesión académica sobre El dogma de la Realeza Social de Cristo, sesión presidida por el Dr. Pedro Andereggen, presidente del Corporación de Abogados Católicos, con intervenciones de los profesores Miguel de Lezica, Horacio Sánchez de Loria, Miguel Ayuso y Luis de Ruschi. Se tratará, también, de un homenaje al profesor Juan Fernando Segovia, fallecido el pasado 8 de mayo y director del Centro de Estudios del Consejo y vicepresidente para la América de la Unión.
Hemos entrevistado a Luis de Ruschi sobre la actualidad de la enseñanza del dogma de la Realeza Social de Cristo.
-¿Por qué es importante, hoy, recordar el dogma de la Realeza social de Cristo?
-Cuando hace cien años el Papa Pío XI publicó la encíclica Quas Primas lo hizo teniendo como principal impulso la proposición de la Realeza de Cristo como remedio a los males que aquejaban al mundo, en especial al laicismo, al que el pontífice llama "la peste que infecciona la humana sociedad". En el siglo que ha transcurrido desde Quas Primas, este mal se ha agravado, y ha adquirido nuevas formas más sutiles, como ser la llamada "laicidad positiva", el pluralismo y la multiculturalidad, que van destruyendo sin pausa lo que quedaba del ethos de las antiguas naciones católicas.
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»El acatamiento de la Realeza de Cristo, de cuya jurisdicción nadie puede escaparse, sigue siendo el medio más excelente para afrontar y remediar estos gravísimos males que afectan al mundo. Se trata de un reinado que alcanza no solamente a la inteligencia y a los corazones de los hombres (desde donde comienza), sino que se expande a toda la Creación, ya que Jesucristo, como bien lo explica Pío XI en este documento, por su Encarnación y por su Redención, tiene una triple potestad que alcanza lo espiritual y lo temporal, tanto en los individuos y como en las sociedades.
»Siendo la Realeza de Cristo un dogma capital de la doctrina cristiana, su predicación debe realizarse, según la exhortación de San Pablo a Timoteo, opportune et importune ["A tiempo y a destiempo", 2 Tim 4, 2].
-En la actualidad, la Realeza social de Cristo pareciera haberse olvidado en el discurso frecuente de los católicos. ¿Cómo podría explicarse este fenómeno?
-Es un fenómeno multicausal, pero no puede dejar de señalarse en particular alguna causa que estimo más relevante. Por ejemplo, el discurso y el lenguaje eclesiástico han sufrido, desde la segunda mitad del siglo pasado, una transformación. Esta transformación ha estado en general inspirada por lo que Augusto Del Noce llamaba "clericalismo", al que definía como la subordinación del discurso político e intelectual católico al discurso dominante de cada momento histórico.
»Este discurso dominante nada quiere saber sobre la Realeza de Cristo, lo que ha provocado que la predicación de la Realeza Social de Nuestro Señor haya quedado prácticamente preterida. Si se habla del Reinado de Cristo suele hacérselo desde una perspectiva escatológica, como algo que sucederá -si es que sucede- al fin de los tiempos. Toda su dimensión social y política suele ser mutilada en la predicación. Es lo que el llorado amigo Juan Fernando Segovia llamó "las apostasías políticas de Cristo Rey": el Reino de Cristo es puramente espiritual, no es integral y no es actual.
-La Realeza social de Cristo suele asociarse, con justicia, a la Civilización Cristiana o Cristiandad. ¿Cómo podría enseñarse la Realeza Social pero en un mundo post-cristiano como el nuestro? ¿No sonaría a una "pieza de museo"?
-Hoy en día el cumplimiento de los Mandamientos suena a “pieza de museo”, por lo que no me parece un argumento de peso.
»Es verdad que las circunstancias actuales hacen muy difícil la concreción de ese ideal, pero esto no debe hacernos perder de vista que el dogma de la Realeza de Nuestro Señor, según la autorizada opinión de Álvaro d’Ors, es el único del que se pueden extraer consecuencias políticas: en primer lugar, el origen divino del poder político, que implica la exclusión de todo poder que pretenda ser absoluto.
»El famoso teólogo Louis Billot, quien casualmente perdió su capelo cardenalicio durante el pontificado de Pío XI, al tratar sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado en la segunda parte de su tratado De Ecclesia sostenía, hablando de la invocada falta de actualidad de la doctrina del llamado "Estado Católico", concreción de la Realeza Social de Cristo, que los deberes de los hombres y las sociedades hacia Dios no dependen en absoluto a los cambios de época, los que puede afectar su puesta en ejecución, llegando incluso a la imposibilidad.
»Pero estas dificultades no obstan para seguir sosteniendo estas enseñanzas por parecer platónicas u ociosas y esto por una triple razón.
- En primer lugar, por una finalidad especulativa, para que quede en evidencia y demostrado lo que un recto orden social exige en sí mismo y hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos de los católicos.
- En segundo lugar, por una razón apologética, para que se reivindique la razón de los tiempos pasados, cuando los gobernantes actuaban como defensores de la Iglesia.
- Y, por último, para recordar a aquellos católicos que alaban y aprueban la neutralidad o el ateísmo de Estado como una gran conquista de estos tiempos, que cometen con ello una grave falta.
»En este sentido, y anticipándose al centenario de la Quas Primas, la Fundación Speiro y el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II organizaron la LXI Reunión de Amigos de la Ciudad Católica de 2024 bajo el tema Cristo Rey: teología, filosofía y política ante el centenario de la encíclica 'Quas Primas', cuyas actas fueron publicadas a fines de 2024 por la Editorial Dykinson de Madrid. Asimismo, el Consejo publicó a comienzos de este año el libro del profesor Juan Fernando Segovia, fallecido el pasado 8 de mayo, titulado El dogma de la Realeza de Cristo. 'Quas Primas', de Pío XI, entre la tradición y la apostasía en colección De Regno, el que ha terminado teniendo algo de testamento.
-Por último. La carta encíclica "Quas primas", en la cual Pío XI instituye la fiesta litúrgica de Cristo Rey, ¿qué mensaje nos transmite para renovar el mundo según el derecho natural y cristiano?
-El mensaje de Pío XI fue muy claro. La carta encíclica desarrolla los fundamentos de la Realeza de Cristo, se explaya sobre el carácter de esta Realeza e instituye la fiesta litúrgica.
»El Papa no deja de deplorar los amargos frutos del alejamiento de los hombres y de las naciones de Cristo. Para restaurar e instaurar es Realeza, debemos estar animados por "la dulce esperanza de que la fiesta anual de Cristo Rey, que se celebrará en seguida, impulse felizmente a la sociedad a volverse a nuestro amadísimo Salvador".
»Y añade:
- "Preparar y acelerar esta vuelta con la acción y con la obra sería ciertamente deber de los católicos; pero muchos de ellos parece que no tienen, en la llamada convivencia social, ni el puesto ni la autoridad que es indigno les falten a los que llevan delante de sí la antorcha de la verdad. Estas desventajas quizá procedan de la apatía y timidez de los buenos, que se abstienen de luchar o resisten débilmente; con lo cual es fuerza que los adversarios de la Iglesia cobren mayor temeridad y audacia. Pero si los fieles todos comprenden que deben militar con infatigable esfuerzo bajo la bandera de Cristo Rey, entonces, inflamándose en el fuego del apostolado, se dedicarán a llevar a Dios de nuevo los rebeldes e ignorantes, y trabajarán animosos por mantener incólumes los derechos del Señor" (n. 25).