Religión en Libertad

Jordan Peterson sale trasquilado de un debate con veinte ateos por su rechazo a declararse cristiano

Jordan Peterson tuvo un agrio enfrentamiento con Danny, ante quien claramente rechazó declararse como cristiano... sin tampoco negar serlo.Jubilee

Publicado por

Creado:

Actualizado:

xml.err

Desde hace mucho tiempo, en ambientes cristianos se espera de Jordan Peterson una confesión de fe sobrenatural

No oculta, eso sí, su cristianismo cultural basado en la psicología de la moralidad, que se encontraría sublimada en la Biblia en forma de arquetipos de valor universal. 

También se le ha visto llorar en lo que parecía ser el dolor de un alma ansiosa de reconocer a Cristo... pero incapaz de hacerlo.

Es más: su último libro, Nosotros que luchamos con Dios (Planeta), es una obra de gran riqueza analítica sobre las Sagradas Escrituras: sobre todo el Antiguo Testamento, pero teniendo presente y en ocasiones citando el Nuevo. Un creyente puede aprender mucho e incluso encontrar en sus páginas motivos de meditación. Y, aunque habría cosas que matizar desde la ortodoxia doctrinal, el tenor general es el de una obra seria. Sin embargo, se concluye su lectura sin saber a ciencia cierta si el autor cree o no que esa Palabra de Dios de la que acaba de hablar con tanto conocimiento y perspectiva es realmente Palabra de Dios.

Define Dios!", respondería Peterson si se lo preguntásemos. O bien: "¡Define Palabra!". 

Una experiencia fallida

Es, básicamente, el subterfugio al que acudió durante su participación del 25 de mayo en Jubilee, un canal de Youtube que suscita debates de confrontación para, en sus propias palabras, "provocar comprensión y crear conexiones humanas".  Fue una 'competición' dialéctica con un grupo de ateos, en su mayoría jóvenes. Un debate continuo de tiempo tasado con cada uno de ellos. Se sentaban ante él en una mesa pidiendo la palabra en el turno anterior y corriendo luego hasta la silla, ganándose el puesto el primero en llegar. Un toque desenfadado que no quita entidad a estos 'encierros'. [Ver abajo el debate completo.]

El canal lo anunció como Un cristiano frente a veinte ateos (con Jordan Peterson) y al cabo de unas horas cambió su título por el de Jordan Peterson frente a veinte ateos. Una modificación significativa que anticipaba lo que iba a suceder y tuvo repercusiones en cierto modo dramáticas.

Lo que sucedió fue una derrota en toda regla de Peterson

Su reiterado argumento contra los ateos fue que:

  • todo el mundo rinde culto a algo;
  • en ese culto hay una jerarquía;
  • la existencia de esa jerarquía implica una cúspide;
  • esa cúspide es Dios;
  • luego incluso los ateos rinden culto a Dios aunque no lo sepan.

Son los filósofos quienes deben juzgar el rigor del razonamiento. Algunos, como Trent Dougherty, lo consideran brillante y concluyente en términos de análisis bayesiano de las proposiciones alternativas. 

Sea como fuere, ese día Peterson no consiguió 'colar' ese mensaje porque todos sus contradictores tenían en mente -para negarlo- al Dios de los cristianos, y el Dios de los cristianos es Cristo. Así que varios le preguntaron explícitamente por Cristo o incluso por la Virgen María (dada la condición de católico de bautismo de Peterson) y Peterson se zafó como pudo de la cuestión con el recurso de llevar el debate a la definición de los conceptos para pronunciarse sobre ellos en la forma más conveniente para él.

El momento viral

Un truco que le iba funcionando hasta que llegó un momento, que se ha hecho viral, en el que un joven, Danny, eleva el tono hasta la descortesía requiriendo a Jordan que se defina como cristiano.

A pesar de estar habituado a debatir en entornos hostiles y agresivos, el tono engreído de Danny descentró a Peterson, que suspendió el duelo. 

Éste es el momento:

Tras algunas consideraciones sobre la Virgen María y la Inmaculada Concepción en las que el joven parece ignorar la diferencia entre el culto que se le rinde a la Madre de Dios y el que se rinde a Dios (aunque la conversación al respecto se detiene, por lo que no sabemos a dónde quería llegar), Peterson contraataca (minuto 1:30):

-¿Por qué me preguntas eso?

-Porque eres cristiano.

-Lo dices tú, yo no me he proclamado como tal.

-Pero ¿qué es esto? ¿Esto no es "cristiano contra ateos"? -el joven alude al título con el que fue convocado el encuentro-.

-No lo sé.

-¡No sabes dónde estás!

-No te pases de listo. No hablaré contigo si vas de listillo -le advierte Peterson, que había tenido otros enfrentamientos duros en turnos anteriores, pero dentro de un respeto personal que el joven empieza a perder-.

-Una de dos, o eres cristiano o no lo eres. ¿Cuál de las dos eres? -insiste el joven.

-Podría ser cualquiera de las dos, pero no tengo por qué decírtelo.

-¿No tienes que decírmelo? ¡Tenía la impresión de haber sido invitado a hablar con un cristiano, y no estoy hablando con un cristiano!

-No, te invitaron a...

-Creo que todo el mundo debería mirar el título en el canal de Youtube. Probablemente estás en el vídeo de Youtube equivocado -alega el chico, cruzando la línea del descaro-.

-La verdad es que eres un poco especial... -contraataca Peterson.

-Y tú eres un poco nada -responde el joven, ante el asombro de algunos compañeros por su atrevimiento- porque no eres cristiano.

-He terminado con él -zanja Jordan, dirigiéndose a la organización, ante lo que el chico se levanta para dejar su puesto a otro.

Las tres negaciones de San Pedro

A Peterson le han llovido las críticas por esta intervención, y proliferan los memes y los comentarios por parte de influencers cristianos. Se ha comparado su intervención con las negaciones de Pedro, encadenando tres de sus frases con sendos contrincantes de ese debate:

La primera:

-Eres cristiano...

-La gente debate al respecto. No hablo de ello públicamente.

La segunda:

-¿Crees en un Dios todopoderoso, omnisciente, infinitamente bueno?

-¿Qué entiendes por creer?

La tercera (la de Danny):

-Eres cristiano...

-Lo dices tú, yo no me he proclamado como tal.

¿Qué pasa con Peterson?

Jordan Peterson fue una de las primeras personalidades públicas que se enfrentó a la dictadura woke. Difícil negarle ese mérito. Quizá no es justo que, tras su fiasco en este debate, muchos le acusen de ser un "bluff", sin reparar en el esfuerzo intelectual que implica responder durante hora y media objeciones y ataques de veinte personas distintas bien preparadas para ello.

No se puede olvidar tampoco que Peterson ha logrado popularizar, mediante resonantes éxitos bibliográficos y la fuerte penetración en redes sociales, una visión del mundo donde la religión, concebida como fundamento social y cultural, ocupa un lugar destacado y respetable.

Además, su aproximación a la Biblia la pone en valor en ámbitos muy secularizados en los que se ha convertido en referencia, recibiendo por ello las alabanzas, por ejemplo, del obispo Robert Barron.

Es más: justo el hecho de que esté descubriendo a muchos universitarios intelectualmente inquietos aspectos del cristianismo de los que nunca habían oído hablar ha suscitado ya alguna conversión justo entre jóvenes como los que se enfrentaron a él en Jubilee.

Por último, tras pasar un auténtico infierno con su adicción a un medicamento contra el dolor y superar un periodo oscuro de su vida, ha vivido muy cerca la propia conversión de su esposa Tammy.

¿Qué pasa con él, entonces? ¿Es un cristiano ya con fe -como parece apuntar alguna de sus respuestas- pero víctima de los respetos humanos para manifestarlo? ¿Teme que su argumentación racional, tan eficaz en ambientes descristianizados, resulte desacreditada en cuanto la confirme con una fe sobrenatural y pierda la influencia que ahora tiene? ¿Es, simplemente, una historia de resistencia a la gracia? ¿O un combate espiritual en el que el demonio se está empleando a fondo para que su Enemigo no se cobre tan cotizada pieza?

La perspectiva de un teólogo

En un primer análisis de lo sucedido en Jubilee, el sociólogo, filósofo y teólogo canadiense Scott Ventureyra, un viejo crítico de Peterson, habla del "drama de un hombre atrapado entre el arquetipo y la Encarnación, entre el mito y la verdad metafísica". El espectáculo vivido en ese multidebate, comenta Ventureyra en Crisis Magazine, ha suscitado en toda su crudeza "una cuestión que lleva cocinándose desde hace casi una década: ¿puede un hombre vivir como si el cristianismo fuera verdadero sin tan siquiera afirmar que lo es?"

"Su noción de lo sagrado se fundamenta en la utilidad evolutiva y en su resonancia simbólica, no en la Revelación divina", subraya Ventureyra, en la crítica más evidente que puede hacerse a casi cualquier página de Peterson. 

Ése es el drama de la "ambigüedad espiritual" de Peterson y de su negativa a "cruzar la línea de una fe auténtica". Porque "la cuestión real no es si Dios es un arquetipo necesario, sino si ha hablado y se ha revelado en la historia humana, sobre todo en Jesucristo. Mientras Peterson no aborde esta cuestión directamente, quedará suspendido entre el símbolo y el sacramento, entre el Logos como arquetipo y el Logos encarnado".

Es más: "Sus evasivas sobre la existencia de Dios, la historicidad de Jesús y de la Resurrección y la coherencia de la creencia cristiana" responden a una filosofía que tal vez pueda "rescatar a muchos del nihilismo", pero no es apta "para defender el teísmo cristiano".

El impertinente Danny se ha encargado de demostrarlo.

Vídeo completo del debate