Religión en Libertad

Canterbury, con los ricos progresistas; la GAFCON, con conservadores del Tercer Mundo

El anglicanismo probablemente se dividirá en dos organizaciones; algunos, pocos, se harán católicos

Sarah Mullally, nueva arzobispesa de Canterbury, y Laurent Mbanda, presidente de GAFCON, con 11 provincias anglicanas disidentes

Sarah Mullally, nueva arzobispesa de Canterbury, y Laurent Mbanda, presidente de GAFCON, con 11 provincias anglicanas disidentes

Pablo J. Ginés
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Sarah Mullally, de 63 años, que era la obispesa anglicana de Londres desde 2018, es ahora la arzobispesa de Canterbury, máximo cargo en la Iglesia (anglicana) de Inglaterra y en la Comunión Anglicana.

Mullaly no sólo es mujer; también se ha mostrado en algunas ocasiones a favor del aborto, del matrimonio del mismo sexo, las bendiciones a uniones homosexuales y un lenguaje femenino aplicado a Dios.

Los que no se preocupan mucho por la ortodoxia doctrinal, señalan más bien que ella fue jefa de enfermería casi toda su vida, luego hizo un curso a tiempo parcial de Teología (un diploma en la Universidad de Kent), fue párroca seis años y Justin Welby, el anterior arzobispo de Canterbury, la promocionó a toda prisa.

Parece muy probable que en los próximos años veamos consolidarse la existencia de dos "Comuniones" anglicanas distintas, una de teología liberal y poco bíblica, fuerte (pero no mucho) en los países anglófonos ricos (Inglaterra, EEUU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda), y otra de doctrina conservadora en temas de sexualidad, familia e interpretación bíblica, fuerte en los países anglohablantes de África, donde viven hoy la mayoría de los anglicanos con fe.

Desde 2008: otra organización alternativa, la GAFCON

El proceso empezó oficialmente en 2008 cuando nació la GAFCON (Global Anglican Future Conference), una alianza o "realineación" de provincias anglicanas (es decir, Iglesias anglicanas nacionales), decididas a oponerse a la deriva liberal de los anglicanos de Canadá y episcopalianos de EEUU.

Se organizaron con su propio liderazgo y empezaron a apoyar y reconocer desde África a los anglicanos conservadores que creaban sus propias iglesias en Norteamerica. Era la ACNA, fundada en 2009, que hoy cuenta con unas mil comunidades y unos 130.000 miembros en EEUU y Canadá, y que Canterbury no reconoce.

GAFCON no reconoce el liderazgo o Primado de Canterbury desde 2023, mientras que Canterbury sí reconoce como iglesias anglicanas, provincias en su Comunión, a 11 iglesias anglicanas de GAFCON. Entre ellas, tienen millones de fieles las provincias de Nigeria (unos 20 millones), Uganda (12), Sudán del Sur (4), Kenia (5 millones), Ruanda y Tanzania. Son más pequeñas las de África Central (Zambia, Zimbabwe, Malawi, con medio millón de fieles en total), Myanmar (antigua Birmania) y Melanesia (unas 900 parroquias en Islas Salomón, Vanuatu y Nueva Caledonia).

Obispos y líderes anglicanos de GAFCON reunidos en Texas en 2025; crean estructuras fuera de Canterbury

Obispos y líderes anglicanos de GAFCON reunidos en Texas en 2025; crean estructuras fuera de Canterburygafcon/acna

Las cifras son siempre dudosas (y más en África), pero se calcula que en las provincias de GAFCON hay al menos 60 millones de anglicanos, mientras que en el resto del mundo habría, como mucho, unos 25, y de éstos, la inmensa mayoría, meramente nominales.

La debilidad de los anglicanos liberales

En EEUU, los episcopalianos (anglicanos liberales de EEUU, eran 1,5 millones en 2023, aunque en un domingo dado, en un recuento, se contabilizaban 411.000).

En Canadá, donde en 1961 habían sido 1,3 millones, en 2024 no llegaban a los 300.000 (y apenas 65.000 en un recuento de domingo).

Incluso en Inglaterra, la misma Iglesia anglicana reportaba en 2024 apenas un millón de practicantes, con una asistencia dominical promedio de 580.000 feligreses.

Por lo tanto, los anglicanos practicantes de EEUU, Canadá e Inglaterra en un domingo dado, sumados, superan por poco el millón. Los anglicanos del resto del mundo, mucho más numerosos y devotos, sienten que esa élite opulenta les intenta imponer una nueva doctrina y moral.

El arzobispo primado de los anglicanos de Ruanda, Laurent Mbanda, que preside GAFCON desde 2023, al saber del nombramiento de una arzobispesa liberal para Canterbury declaró oficialmente el 3 de octubre: "La obispa Mullally ha promovido repetidamente enseñanzas antibíblicas y revisionistas sobre el matrimonio y la moral sexual. [...] Dado que la recién nombrada Arzobispesa de Canterbury no ha velado por la fe y es cómplice de la introducción de prácticas y creencias que violan tanto el sentido claro y canónico de las Escrituras como la interpretación histórica y consensual de la Iglesia (Declaración de Jerusalén), no puede liderar la Comunión Anglicana. El liderazgo de la Comunión Anglicana pasará a quienes defienden la verdad del Evangelio y la autoridad de las Escrituras en todos los ámbitos de la vida. Gafcon se reunió en Jerusalén en 2008 para restablecer la Comunión Anglicana sobre sus fundamentos bíblicos. El nombramiento de hoy deja más claro que nunca que Canterbury ha renunciado a su autoridad de liderazgo. El restablecimiento de nuestra querida Comunión está ahora exclusivamente en manos de Gafcon, y estamos listos para asumir el liderazgo. Para un momento como este, Gafcon ha convocado a obispos anglicanos ortodoxos de todo el mundo a Abuja, Nigeria, del 3 al 6 de marzo de 2026".

Otra organización mundial: la GSFA, que trabaja "desde dentro"

La GAFCON crea nuevas entidades anglicanas que no dependan de Canterbury e ignoran a las iglesias liberales de los países ricos. 

Pero existe otra alianza (a veces casi con las mismas personas) que intenta trabajar "desde dentro" de la Comunión anglicana y sus estructuras, que es la Global South Fellowship of Anglican Churches (GSFA), creada oficialmente en 2019.

Las 11 provincias de GAFCON reconocidas por Canterbury trabajan desde la GFSA, junto con otras provincias que tienden a ser conservadoras pero no se atreven a romper firmemente con las iglesias liberales, en parte por ser provincias pobres o misioneras que dependen mucho de donativos de EEUU o Inglaterra. Muchos anglicanos de Hispanoamérica se sitúan ahí. Hablan de "dar voz al sur global". Pero en 2023 ya se negaron a reconocer la autoridad del arzobispo de Canterbury sobre el anglicanismo mundial.

Justin Badi Arama, Primado de los anglicanos de Sudán del Sur y presidente de la GFSA, recibió el nombramiento de Mullally con decepción, y declaró: "Creemos que este nombramiento es una oportunidad perdida para reunir y reformar la Comunión Anglicana. [...] Nuestra posición debe permanecer como fue en nuestra declaración del Miércoles de Ceniza de febrero de 2023, cuando declaramos que ya no podíamos reconocer al entonces Arzobispo de Canterbury como el líder “primero entre iguales” de la Comunión global. [...] Constituye un síntoma más de la crisis de fe y autoridad que ha afligido a la Comunión Anglicana durante el último cuarto de siglo. Para remediarlo, la GSFA ofrece a todas las provincias ortodoxas un marco de relaciones pactadas, arraigado en un compromiso explícito con la doctrina anglicana ortodoxa".

Los 4 instrumentos anglicanos "de comunión", devaluados

Tradicionalmente, el anglicanismo a nivel mundial usaba 4 estructuras que consideraba sus "instrumentos de comunión" para intentar mantener cierta unidad.

  • 1) el arzobispo de Canterbury: "primus inter pares", sin jurisdicción fuera de Inglaterra, pero símbolo de unidad espiritual; ahora ni GAFCON ni GSFA (con la mayoría de anglicanos del mundo) lo reconocen como tal.
  • 2) La Conferencia de Lambeth: es una reunión de obispos anglicanos cada 10 años; a la de 2022 ya no acudieron los obispos de Nigeria, Uganda, Ruanda y algunos de Sudán del Sur, en actitud de boicot. Los anglicanos conservadores de la ACNA (de América del Norte) no estaban invitados por no estar reconocidos oficialmente, aunque GAFCON y GSFA sí les reconocen. Ahora que la arzobispesa Mullally es quien presidirá estas reuniones, probablemente irán menos delegados africanos aún.
  • 3) El Consejo Consultivo Anglicano (ACC): incluye obispos, clérigos y laicos de todas las provincias anglicanas, sólo es consultivo, trabaja temas misioneros y teológicos; lo presidirá también la arzobispesa Mullally. Aquí las iglesias conservadoras del Tercer Mundo tendrán que acudir, para dar sus argumentos y, a veces, para pedir dinero.
  • 4) La Reunión de Primados: la última fue en 2024 y fue especialísima, al celebrarse en Roma y ser recibidos todos los primados anglicanos de cada país por el Papa Francisco en una reunión insólita; los temas eran importantes: guerra y pobreza, unidad cristiana y crisis climática; con todo, los primados de Nigeria, Uganda y Ruanda no acudieron.

Con la nueva arzobispesa, los 4 instrumentos "de comunión", ya debilitados, flojearán aún más.

Es probable que en pocos años, GAFCON se refuerce como una "comunión anglicana" alternativa y paralela, enviando delegados, pero no muchos, a estos "órganos de comunión" intentando "salvar lo salvable".

El ruandés Laurent Mbanda, de GAFCON, con Andy Lines y otros anglicanos conservadores que trabajan en Inglaterra sin contar con Canterbury

El ruandés Laurent Mbanda, de GAFCON, con Andy Lines y otros anglicanos conservadores que trabajan en Inglaterra sin contar con Canterburygafcon

Los anglicanos conservadores en Inglaterra (pocos)

Como hemos contado, en 2009 surgió en EEUU y Canadá una nueva iglesia anglicana más conservadora, la ACNA, que consiguió perseverar y consolidarse y hoy supera las mil comunidades con unos 130.000 feligreses "registrados". Se puso bajo el paraguas de GAFCON, y por encargo de GAFCON en 2017 ordenaron un nuevo obispo, Andy Lines, un inglés que llegó a ser capitán de tanques en el Ejército y luego misionero anglicano en Paraguay. Lo enviaron a las Islas Británicas y a Europa para intentar organizar a los ingleses reticentes al caos doctrinal.

  • Su primera organización, que se consolidó en 2020, fue la Anglican Convocation Europe (ACE); tiene sólo unas 13 comunidades; acepta más elementos de estilo anglocatólico y carismático; admite diaconisas y sacerdotisas, pero no obispesas. Surgió a partir del ejemplo y apoyo de la ACNA (anglicanos conservadores de EEUU y Canadá, muchos de estilo carismático).
  • Después, entró en coordinación (bajo el paraguas de GAFCON) con la Anglican Mission in England (AMIE). Se trata de un grupo fundado en 2013, con unas 26 comunidades; de estilo evangélico-protestante conservador, evita las vestimentas de estilo anglocatólico y no admite sacerdotisas, aunque está debatiendo aceptar diaconisas.
  • Más recientemente, se coordinó también con Anglican Missionary Congregations (AMC), un grupo anglicano fundado en 2024, con más de 40 comunidades (incluyendo alguna en Irlanda, Chipre, Rumanía o Alemania); casi todos sus sacerdotes son africanos en Europa y atraen a los inmigrantes africanos de tradición anglicana.

Pero como se ve, hoy por hoy, en las Islas Británicas, con millones de personas de tradición anglicana, incluso uniendo fuerzas de distintas tendencias los anglicanos "alternativos" apenas suman 80 comunidades (en una corriente conjunta que llama ANiE y que se ofrece a anglicanos descontentos). 

Andy Lines, como portavoz de las 3 corrientes de ANiE, se remite a la declaración de GAFCON y añade: "El nombramiento  [de Sarah Mullally] demuestra la imposición de la cosmovisión de las élites del mundo occidental en lugar de un deseo de interactuar y unir a los anglicanos fieles de diferentes culturas en aras de la misión del evangelio. Las iglesias, diócesis y provincias anglicanas de todo el mundo que están creciendo y prosperando son aquellas que se adhieren a la doctrina cristiana tradicional". Después, ofrece la opción de ANiE.

La opción católica: los ordinariatos

Un anglicano harto de arzobispesas pro-aborto y obispesas lesbianas declaradas (como la de la Iglesia Anglicana de Gales), puede plantearse en serio el tema de la unidad de los cristianos y el Primado de Pedro. "A ti, Pedro, te doy las llaves del Reino de los Cielos", dijo Jesús. ¿Quién tiene hoy esas llaves, signo de ser Senescal del rey davídico? ¿Buscaron los apóstoles un sucesor para Judas, pero no para Pedro? Muchos cristianos pueden llegar a la opción de hacerse católicos, viendo en el Papa al heredero del oficio petrino: "Confirma a tus hermanos en la fe".

Un cristiano de origen anglicano podría, simplemente, hacerse católico en una parroquia cualquiera (de rito latino o de algún rito oriental). Pero desde 2011, por iniciativa de Benedicto XVI, existe la opción de entrar a formar parte de un ordinariato anglocatólico, que mantiene elementos de la liturgia y las tradiciones anglicanas, en plena comunión con Roma. La mayoría de los sacerdotes de los ordinariatos son ex-anglicanos, están casados y tienen hijos (muchos ya crecidos). Son ex-clérigos anglicanos, a los que Roma ordena, caso a caso, con una dispensa especial, después de que se hayan formado en la doctrina católica.

  • En las Islas Británicas, está desde 2011 el Ordinariato de Nª Sª de Walsingham: tiene unas 40 comunidades bien establecidas, casi 100 sacerdotes y una quincena de antiguos obispos anglicanos se han ido integrando en él.
  • Desde 2012, en EEUU y Canadá está el ordinariato de la Cátedra de Pedro; cuenta también con unas 40 comunidades firmes, unos 90 sacerdotes y unos 12.000 feligreses, entre ellos, 5 antiguos obispos anglicanos o episcopalianos. Cuenta con una feligresía más activa y generosa, pero en contra tiene las enormes distancias del país.
  • El Ordinariato de Nª Sª de la Cruz del Sur tiene una docena de comunidades en Australia, 2 en Japón y una en Guam (Islas Marianas), con unos 20 sacerdotes.

Aunque los ordinariatos anglocatólicos tienen ya 14 años de historia y se han consolidado, son muy pequeños. Antes de preguntarse por qué no atraen más conversos, hay que preguntarse por qué no hay más anglicanos dispuestos a "salir" de donde están.

El análisis de un ex-anglicano

Gavin Ashenden no sólo fue sacerdote anglicano, sino que fue de 2008 hasta su dimisión en 2017 el capellán de la Reina de Inglaterra. Dejó la Iglesia de Inglaterra en 2017, probó en pequeñas iglesias anglicanas "independientes" y finalmente en 2019 entró en la Iglesia Católica, dentro del ordinariato inglés.

Ashenden es un colaborador habitual de la prensa católica, y también de la prensa anglicana conservadora, y ha publicado en el portal Anglican Ink su análisis sobre lo que cabe esperar con una arzobispesa en Canterbury

"Cada vez que la Iglesia de Inglaterra se tambalea un paso más hacia la izquierda, ebria del rico vino de una relevancia política que sólo ellos pueden ver, seguramente oirá usted a algunos comentaristas católicos profetizar animadamente una nueva oleada de conversiones [al catolicismo]. Hay varias razones por las que esto no sucederá", asegura Ashenden.

Ashenden admite que "las cosas están muy mal para la Iglesia [anglicana] de Inglaterra". "Bajo el liderazgo de Welby [el anterior arzobispo de Canterbury], un ejecutivo petrolero de tercera categoría, los nombramientos de alto nivel fueron casi exclusivamente de administradores, en lugar de personas que se habían distinguido intelectual, espiritual o pastoralmente. No se puede construir una Iglesia visionaria y competente con burócratas y archivistas", afirma el antiguo capellán de la Reina.

Tres grupos de anglicanos: ninguno atraído por el catolicismo

En Inglaterra, la Iglesia anglicana hoy, explica Ashenden, "se compone de tres grupos en una especie de coalición pragmática, fragmentada e infeliz".

  • 1) Los liberales: "el centro de esta coalición está formado por liberales que prefieren una religión lo suficientemente insulsa como para reflejar la huella de sus convicciones políticas, sin que ello les obligue a comprometer sus compromisos seculares. Se trata de personas que están muy felices de haber encontrado una forma de religión lo suficientemente plástica para revestir su utopismo con una pátina espiritual; pero necesita ser lo suficientemente tenue para brindarles consuelo y al mismo tiempo resultar demasiado insustancial para exigirles pensar o cambiar sus puntos de vista de alguna manera que interfiera con su comodidad filosófica".
  • 2) Los anglicanos evangélicos: "Este subgrupo presenta el perfil inevitable del protestantismo obstinado y combativo, caracterizado por docenas de facciones internas en pugna. Los une una sola cosa: el odio y el miedo a lo que erróneamente creen que fue el catolicismo romano en el siglo XVI, aunque no saben casi nada del catolicismo y aún menos sobre el siglo XVI". No les gusta que haya una arzobispesa, no les gustan los liberales, pero no dejarán la Iglesia de Inglaterra: se quedan por "esnobismo social y conveniencia práctica", dice Ashenden. Sólo "de vez en cuando, unas pocas docenas se separan con valentía, forman iglesias en casas y se marchan; pero no muy a menudo y con mucha reticencia. Hacerlo significa tener que buscar su propio edificio en lugar de que el sistema les dé uno gratis. Aunque no les gustan los edificios eclesiásticos, se resisten a soportar el anonimato de no tener uno".
  • 3) Los anglicanos de tradición anglocatólica: en 2025, los que aún se definen así, dice Ashenden, son incoherentes y viven en "su propia burbuja de comodidad y conveniencia eclesial; simplemente piden que las autoridades de la Iglesia Anglicana los dejen en paz. Les han proporcionado su propio episcopado para mantener las apariencias. El hecho de que obedezcan a arzobispos que ordenan mujeres no parece afectarles". Y añade: "Es cierto que hubo anglocatólicos sinceros en el pasado cuyo amor por el catolicismo no era superficial". ¿Cómo distinguirlos? "Los auténticos se unieron al Ordinariato lo antes posible y se hicieron católicos. Se unieron en una unión alegre y vivaz, lo mejor de la espiritualidad anglicana, arraigada en la reconciliación y la sumisión a la Iglesia Madre. Por lo tanto, se podría concluir que ya no quedaron atrás auténticos [anglocatólicos]".

De dónde llegarán los conversos

Ashenden cree que "ya no existen" los "anglicanos más independientes, pensantes y reflexivos" que puedan escandalizarse con la deriva del anglicanismo y sus "celebraciones de la heterodoxia del establishment woke". Como mucho, admite, "uno o dos más se despertarán como si hubieran dormido bajo el efecto de drogas y saldrán tambaleándose del edificio en llamas hacia lugar seguro, justo antes de que se derrumbe, pero serán pocos. 'Si no escucharon a G. K. Chesterton y a St. John Henry Newman, no creerán, incluso si…'"

"No habrá una ola de conversiones anglicanas. Lo que sí habrá es una ola de conversiones desde el árido desierto del consumismo secular y el nihilismo. Y para esto es necesario que el mundo católico se prepare, con una renovada determinación de evangelizar y rescatar a su prójimo con el poder del Evangelio y la promesa de los sacramentos. Es hora de dejar a los muertos para enterrar a los muertos", afirma el veterano ex-anglicano.

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