El abuelo del director, cristiano, sobrevivió a la bomba de Nagasaki; unas enfermeras en un nuevo horror
80 años de la matanza de Hiroshima: los obispos recomiendan esta película

Nagasaki, in the shadow of the flash - película sobre unas jóvenes enfermeras en el horror de la bomba atómica; su director es cristiano
Matar población civil y desarmada va contra las normas mínimas de la guerra y contra la doctrina católica. Hacerlo en masa es aún más grave. Se conmemoran este 6 de agosto los 80 años de la bomba atómica que los norteamericanos lanzaron sobre Hiroshima, arma terrible y masiva que mató de manera instantánea a unas 80.000 personas; otras 50.000 murieron en los días siguientes por las secuelas. Hay quien calcula un total de 214.000 víctimas mortales al pasar del tiempo, por efecto de la radiación.
Tres días después, Estados Unido arrojó otra bomba sobre Nagasaki, la ciudad con más población católica de Japón. Allí causó entre 39.000 y 40.000 muertes. En Nagasaki había pocos soldados, pero entre las víctimas mortales hubo unos 28.000 trabajadores industriales japoneses y 2.000 trabajadores esclavos coreanos
Al cumplirse 8 décadas, más de 120 países participan en una ceremonia que recuerda estos hechos en Japón.
Una película sobre Nagasaki: su director es cristiano
En el país, se difunde ahora una emotiva película que recomiendan los obispos católicos de Japón. Se titula Nagasaki: A la sombra del relámpago (Nagasaki, in the shadow of the flash, en inglés). Dura una hora y 50 minutos. Su director, Jumpei Matsumoto, cristiano de 40 años, es nieto de un hibakusha, un superviviente de la bomba atómica.
Muchos alaban la canción principal, Kusunoki, de Masaharu Fukuyama. La canción recoge un hecho asombroso: el árbol de alcanfor del Santuario Sanno, a 800 metros del centro de la explosión, sobrevivió y hoy sigue vivo. La canción usa un órgano de tubos antiguo que sobrevivió a ambas guerras mundiales.
La película se centra en la experiencia de las estudiantes de enfermería de la Cruz Roja japonesa, chicas jovencísimas que acudieron al horror nuclear, las primeras en intentar sanar un nuevo mal, terrible e insidioso, que acababa de llegar al mundo.
Recogiendo los testimonios
El director Matsumoto leyó informes y relatos de las enfermeras recogidas en 1980 por la Cruz Roja. Esas memorias se titularon de forma similar a la película: "A la sombra del destello: notas de enfermeras de la Cruz Roja que atienden a las víctimas de la bomba atómica".
El abuelo del director le contó pocas cosas, aún dañado por el horror. Pero sí encontró unas memorias que él había dejado. "No pude evitar pensar en mi abuelo mientras hacía esta película. Siento que estoy continuando algo que quizás él también hubiera querido hacer", añadió.

Jumpei Matsumoto ha dirigido una película sobre jóvenes enfermeras en el horror nuclear de Nagasaki
La película también presenta el testimonio de Fujie Yamashita, una mujer que hoy tiene 95 años. En 1945 era una aprendiz de enfermera recién apuntada.
El cineasta, como cristiano, dice: "No puedo separar mis películas de la pregunta sobre el significado del amor, ni de sentir mi propia pecaminosidad. Incluso en esa pecaminosidad, quiero seguir las enseñanzas de Jesús y amar a la gente. Creo que este sentimiento está muy presente en la película".
Ya en el trailer vemos a una de las protagonistas haciendo la señal de la cruz, y en otro momento, a otra chica recogiendo un crucifijo de metal.
La bomba cayó en el barrio de Urakami, donde estaba la catedral católica. Se calcula que dos de cada tres cristianos de Nagasaki murieron.
La nueva campana de la catedral
El 9 de agosto, una campana de la nueva catedral de Urakami sonará por primera vez. Fue destruida durante el bombardeo y reconstruida gracias a donaciones de católicos estadounidenses. Como declaró a Fides el arzobispo de Nagasaki, Peter Michiaki Nakamura , las campanas comenzarán a las 11:04 h, un evento que pretende ser "un recordatorio de las víctimas y un llamado a la paz. El hecho de que la campana destruida por una bomba atómica fabricada y lanzada por Estados Unidos fuera reconstruida y donada por ciudadanos estadounidenses, y acogida por la iglesia de Urakami, representa un signo concreto de perdón, reconciliación y esperanza".
Los obispos de Japón difundieron en junio una nota advirtiendo contra la nueva carrera armamentista nuclear en el mundo. Los obispos consideran que la Iglesia católica en los años 30 y 40 en Japón (pero no sólo en Japón) evitó trabajar más por la paz, por exceso de prudencia o por "patriotismo" mal entendido, en tiempos de nacionalismos enfervorizados.
En 2024 se entregó el Nobel de la Paz a las organizaciones de víctimas de las bombas atómicas y nucleares.
Personajes
«Ni una bomba atómica es capaz de acallar a Dios»: Nagai, el converso que sobrevivió a Nagasaki
José María Carrera