Religión en Libertad

¿Por qué la Nueva Era cree que Jesús fue un yogui?

Los católicos no debemos confundir nuestra doctrina con la de otras religiones.

YOGUI

YOGUI

Creado:

Actualizado:

En:

Uno de los temas más comunes hoy dentro del fenómeno New Age es presentar a Jesús como un “yogui”, esto es, un practicante de yoga, un maestro espiritual. Esta visión de Jesús es totalmente ajena a la revelación cristiana y por tanto no puede ser asumida por ningún cristiano.

¿Qué es un yogui?

Para comprender este tema, es importante definir qué es un yogui. El Diccionario enciclopédico de las sectas de Manuel Guerra define yogui así: "El adepto y también el simple practicante de yoga se llama en sanscrito yogin, en español yoguines en plural".

También indica en otro punto: “Ha habido también quien parece reducir a Jesucristo a un yogui, por ejemplo MC Parekh, hindú bautizado anglicano en su libro A Hindu's Portrait of Jesus (Rajkot, 1953), un retato hindú de Jesucristo, aproximación neohindú ciertamente desilusionadora y que despoja a Cristo de lo esencial, esto es, de su ser Dios verdadero y a la vez hombre con todos sus condicionantes, menos el pecado”.

Es decir, esta idea de que Jesús fue un yogui viene de mediados del siglo pasado, fruto de un hindú bautizado anglicano, o sea, protestante, llamado Manilal Chhotalal Parekh. Este señor acabaría fundando la Iglesia Hindú de Jesucristo, y sería el creador de esta idea de presentar a Nuestro Señor Jesucristo como un yogui.

¿Podemos afirmar que Jesús fue practicante del yoga?

Los partidarios de esta creencia afirman que Jesús conoció el hinduismo y practicó el yoga sacando de esa religión toda su sabiduría. Esto es algo que choca contra las Escrituras (Juan 5, 19-20, Jn 7, 16-17 , Jn 12, 49). Todo lo que Jesús enseña y sabe lo aprendió del Padre, Él transmite la sabiduría de Dios a los hombres, no transmite lo que aprendió en otras religiones orientales.

Por otro lado, hemos de decir que estas personas reducen a Cristo a un simple hombre, bueno, espiritual que guio a otros, o sea, un líder o maestro espiritual que tuvo 12 discípulos. Esto lleva a olvidar otra dimensión muy importante y es que Cristo no fue solamente hombre, también fue Dios: rebajar a Cristo a un maestro espiritual como Buda o Confucio hace que se niegue su divinidad. La Escritura es muy clara: “La palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1, 14). El mismo San Pablo llama a Cristo “Dios bendito por los siglos” (Rom 9, 5). 

Renunciar a la divinidad de Cristo es renunciar a su resurrección. Si afirmamos que Cristo fue un maestro espiritual similar a otros, entonces también estamos afirmando que no resucitó, pues Buda o Confucio no resucitaron. Precisamente Cristo resucitó porque Él es Dios, y como Dios tiene poder sobre la muerte. Si como cristianos aceptamos que Cristo es un yogui, un maestro espiritual, y aceptamos que no resucitó, entonces, como dice San Pablo, “vana es nuestra fe” (1 Cor 15, 14). Pero ya desde los orígenes de la Iglesia se predicó y creyó que Cristo no era un maestro espiritual ni un yogui (afirmación que, por cierto, carece de fundamento histórico serio), sino que era Dios y hombre verdadero: "No hay más que un solo médico, carnal y espiritual, engendrado y no engendrado, Dios venido en carne, en la muerte vida verdadera, Hijo de María e Hijo de Dios, primero pasible y ahora impasible, Jesucristo Nuestro Señor" (San Ignacio de Antioquía, Epístola a los Efesios 7, 2).

Por otro lado, creer que Jesús es un yogui es aceptar posturas hindús, como que Yoga significa unirse con la divinidad. Pues bien, la unidad con Dios en el hinduismo filosófico se basa en el panteísmo (Todo es Dios) y, en última instancia, implica la comprensión de nuestra divinidad; somos Dios en manifestación. Significa aceptar la idea de que Atman (el alma) y Brahman (la Suprema Alma) son en realidad uno y lo mismo. No hay diferencia. Cualquier separación que sintamos, según esta cosmovisión, es resultado de una ilusión. Por lo tanto, el objetivo del yoga es superar esa ilusión y asi poder experimentar una unión indiferenciada con Dios.

Sin embargo, en el cristianismo la unión de Cristo es con el Padre: "El Padre y yo somos uno" (Jn 10, 30). Es una unión divina, un solo Dios, en tres personas diferentes. Esta unión no tiene nada que ver con la unión de la que hablan los hinduistas en el yoga, que es panteísmo (todo es Dios y se busca unirse con el todo). Los cristianos no nos unimos con Dios y somos otros dioses, pues de ser así, el cristianismo sería una religión politeísta y no monoteísta.

Otro argumento que demuestra claramente que Cristo no fue un yogui es ver como no encaja en ninguna clase de yoga de las que se practican en el hinduismo:

  • Hatha Yoga: Jesús nunca enseñó la práctica de ejercicios físicos ni disciplinas respiratorias para abrir los chakras (centros de energía espiritual) y alcanzar un estado de armonía interior. No existe texto del Nuevo Testamento donde se hable de ejercicios físicos que abran nuestros centros de energía.
  • Karma Yoga: este sistema yóguico se basa en la idea de que cada acción genera karma, ya sea bueno o malo. Además, el alma de una persona permanece atrapada en una serie de renacimientos (reencarnaciones) hasta que se salda toda la deuda kármica. Por lo tanto, el objetivo del Karma Yoga es vivir una vida tan perfecta que no haya deuda kármica. En ese momento, se alcanza la liberación. Jesús no enseñó esto. Enseñó una vida y luego una resurrección, no karma ni reencarnación.
  • Mantra Yoga: Jesús nunca enseñó el uso de mantras. Al contrario, advirtió contra este método, describiéndolo como “vanas repeticiones” (Mt 6, 7).

Finalmente, la mayoría de los yoguis o maestros espirituales orientales tienen una mentalidad amoral: para ellos “no hay ni bien ni mal”. El padre Mitch Pacwa en su obra Los católicos y la Nueva Era dice: “Algo típico de la Nueva Era es la doctrina de Ramtha, no hay ni bien ni mal, solo lo que existe, así que ustedes no tienen porque aceptar la verdad de nadie. Ustedes pueden crear su propia verdad, cualquier cosa que sea plausible y verdadera para ustedes”.

Pero Cristo fue un maestro moral, enseño una serie de principios y normas morales que todo Cristiano debe practicar (Apoc 22, 14-15; Mt 5, 48; Mc 10, 17-19). Es decir la Biblia presenta a Cristo como un maestro moral, que enseña lo que está bien y lo que está mal, y lo que es verdad y lo que no lo es. Esto nunca lo haría un yogui.

Para conocer mas del tema, se puede adquirir el libro: Las Sectas y la Nueva Era pinchando aquí.

tracking