tomado del Facebook de Podemos Rivas
Hoy quisiera detenerme en analizar la paradoja de quien manifesta una clara intolerancia pese a que haga de la tolerancia su bandera. He ilustrado este artículo con dos fotografías, tomadas con 70 años de diferencia. Ambas quieren expulsar de su entorno a quienes piensan o son de otra manera: quieren en definitiva acabar con el "otro", en lugar de escucharle, de aprender de él. La primera foto está tomada en Detroit, en los años 40, y refleja bien la resistencia de algunas comunidades blancas a la diversidad racial. La segunda está tomada hace pocas semanas en Rivas, un municipio de Madrid prototipo de la izquierda más "progresista", que se resiste a que haya diversidad educativa.
Espero que a algunos escandalice este contastre: sinceramente lo desearía porque cuando uno vive de ideología (de esquemas mentales que intentan interpretar la realidad en lugar de asumirla), sólo puede cambiar cuando algo muy chocante le hace reflexionar. Quien se niega a aceptar al "otro", a quien piensa distinto, a quien actúa distinto, a quien simplemente es distinto, deberían reflexionar hondamente y cambiar su visión estrecha de la vida. Entre otras razones, porque quien ve a los demás como distintos, acabará también siendo distinto para alguien.