La ley de la eutanasia que se va a aprobar en breve en España no se ha debatido en profundidad en las Cortes ni se han tenido en ellas la opinión de los médicos ni expertos en Bioética. Pero a falta de debate en el Congreso sí se está produciendo en otros ámbitos.

Este pasado viernes en el campus de Vitoria de la Universidad del País Vasco un equipo de profesores y alumnos han debatido y lo seguirán haciendo en unas jornadas organizadas por la Pastoral universitaria sobre este asunto de vital trascendencia.

Una de las que participó fue Asun Cantera López de Silanes, profesora de dicha universidad y miembro del Comité de Ética para las Investigaciones relacionadas con seres humanos de este centro.

En declaraciones a El Correo, esta profesora recuerda el informe contrario del Comité de Bioética, órgano consultivo dependiente de los Ministerios de Sanidad y Ciencia. “El Comité apuntó a la necesidad de tener unos servicios médicos estructurados en torno a los cuidados paliativos por encima de convertir la eutanasia en un derecho subjetivo por unanimidad”, recuerda Cantera.

De este modo, llama a potenciar los cuidados paliativos, a integrarlos en la enseñanza de Medicina y a aplicar la Ley de Dependencia rápidamente. “Nos encontramos que hay quienes mueren antes de recibir una valoración y, sin embargo, la Ley de eutanasia contempla el proceso tras presentar dos escritos en 30 días”.

Las muertes por eutanasia no son naturales

“La despenalización de la eutanasia reconoce el derecho a morir como una prestación más en el sistema público de salud y no parece adecuado sacar esta ley en un momento en que las emociones están exaltadas”, agrega esta profesora vitoriana, quien considera que no se ha reflexionado lo suficiente sobre la eutanasia, en referencia a la pandemia de coronavirus.

Por otro lado, se muestra manifiestamente en contra de que las muertes por eutanasia sean consideradas para las estadísticas como “muertes por causas naturales”, como establecerá ña nueva ley.

Debemos conocer cuánta gente se somete al procedimiento y evitar señalar a los profesionales que recurran a la objeción de conciencia”, plantea la docente, quien insiste en las implicaciones que la nueva ley puede tener sobre el personal médico.

Pero además, recalca que “algunas personas se sintieran forzadas a dar este paso por desconocimiento o cargas mentales o económicas sería trágico”, insiste Cantera, quien considera que el sufrimiento existencial “no corresponde a la Medicina”.

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