“Anhelamos que las leyes hagan posible que sólo puedan adoptar aquellos matrimonios donde el futuro padre y la futura madre quieren ser instrumentos de amor para el niño, que tienen claro que ‘el interés superior del niño ha de ser lo primero en los procesos de adopción y acogida’, afirma la carta dominical del obispo de Solsona, Xavier Novell, publicada el 28 de mayo, quien continúa analizando el capítulo V de la encíclica de Francisco “Amoris Laetitia” y coincide con los debates actuales sobre el vientre de alquiler, práctica alegal en España pero mediante la cual solteros o parejas del mismo sexo adquieren bebés, a menudo sin pasar por los controles de la adopción.

Novell no se arredra ni amedranta ante las críticas que ha recibido su anterior carta dominical (le criticaban por cuestionar las familias en las que está ausente el padre, y también por relacionarlo con más confusión en la orientación sexual de los adolescentes, algo probado en diversos estudios sociales).

Pide en la nueva carta fomentar las adopciones, que son la alternativa ética al aborto y a los vientres de alquiler, y deben hacerse siempre en bien del menor. Habla de matrimonios con padre y madre.

"En un mundo en el que las técnicas sanitarias o la trata de niños hace posible cumplir el deseo autocéntrico y narcisista de tener un hijo, conviene recordar que la adopción y el acogimiento entendidos correctamente, muestran un aspecto muy importante del hecho de ser padres y del hecho de ser hijos", dice el obispo, citando Amoris Laetitia: “Que son sujetos en sí mismos y que hace falta recibirlos, amarlos, encargarse de ellos y no solo traerlos al mundo” (Amoris Laetitia 180).


Novell sabe que la vida de un niño adoptado no es color de rosa. “Antes o después aparecerá en el corazón de los niños la herida profunda del abandono que sufrieron y la única curación posible es el amor de Dios, vehiculado privilegiadamente a través del amor de los nuevos padres y las mediaciones sacramentales de la Iglesia”.

Por eso, a los padres adoptivos cristianos se les anima a cumplir con esos niños lo que dice Dios en las profecías de Isaías: “Aunque tu madre te olvidara, yo no te olvidaré

Novell parafrasea al papa Francisco, que afirma que "la adopción es un camino para realizar la maternidad y la paternidad de una manera muy generosa", anima "a los que no pueden tener hijos a ser magnánimos" y les pide que "abran su amor matrimonial para recibir los que están privados de un adecuado contexto familiar".


"Todos sabemos que no para de crecer, por varios motivos, el número de parejas que no pueden tener hijos. Todos sabemos la gran dificultad para llevar a cabo una adopción o una acogida en el interior del propio país y, a todos nos consta, las dificultades burocráticas y el elevado coste económico para conseguir una adopción internacional", argumenta el obispo de Solsona.

"Tenemos que felicitar y valorar a los padres que han dado este paso de generosidad", añade el obispo, que opina como el Papa que "la adopción, cuando es facilitada por la Administración, se convierte en una medida eficaz de prevención del aborto y del abandono".


"Sin dejar de trabajar educativamente para mostrar que la vida de cada persona concebida es valiosa e inviolable, también hay que trabajar para salvar vidas inocentes a través de otros mecanismos y complicidades", argumenta el prelado.

Monseñor Novell revela que "un día hablando con el responsable de un partido político partidario del aborto" el político le dijo: "es cierto que nosotros consideramos que las mujeres deben tener derecho al aborto pero coincidimos con ustedes en que lo deseable es que nunca ninguna mujer tuviera abortar. Por lo tanto, trabajemos juntos para lograrlo".

Mientras varios alcaldes de la Cataluña interior publican estos días reprobaciones a Novell por atreverse a hablar en su hoja dominical de los riesgos de las familias sin padre (Mollerussa lo ha hecho pasados 7 días de los hechos, Tàrrega, Solsona, una petición de persona non grata en Cervera…) el obispo pide un trabajo común entre las administraciones y la sociedad civil a favor de la adopción y para evitar el aborto.

"Soñamos una complicidad entre la administración, la sociedad civil y los matrimonios que desean adoptar que engendre mecanismos para que la mujer que no desea el hijo que está esperando le sea mucho más beneficioso -a nivel laboral, económico, sanitario y moral- tener el hijo y darlo en adopción", opina el obispo.


  El obispo Xavier Novell, de Solsona


Una semana después de su anterior carta dominical, pese a haber sufrido gritos y un escrache en Tàrrega, pintadas en la catedral, amenazas de denuncias por homofobia y denuncias al Síndic de Greuges y llamadas de alcaldes (como el de Solsona) pidiéndole que se retracte por cuestionar la homosexualidad o las familias monoparentales, Novell no se retracta sino que se mantiene en la misma línea, que es la de la enseñanza católica de siempre y la del Papa Francisco en Amoris Laetitia, defendiendo la complementariedad del hombre y la mujer y su capacidad idónea para, juntos en un matrimonio, educar a los hijos.


En la tarde del 30 de mayo, una votación en el pleno municipal de Cervera (población de 8.000 habitantes famosa por su akelarre anual de alcohol, escenografías sexuales y productos esotéricos de finales de agosto), a instancias del alcalde  Ramon Royes (PDCat, antigua Convergència) ha declarado al obispo "persona non grata", que en la práctica significa sólo que él y los otros 4 concejales que piensan como él dejarán de asistir a cualquier acto al que acuda el obispo.

En realidad, de 13 votos, sólo 5 votaron a favor de la declaración (3 del PDCat, 1 de la CUP y un independiente ex-PP), 6 se abstuvieron (4 de partidos pequeños locales, 1 socialista y 1 del PDCat) y los 2 regidores de ERC votaron en contra por considerarlo "desproporcionado". 

El alcalde Royes, pasada más de una semana desde la publicación de la carta dominical, sigue haciendo campaña y en "Els Matins de Catalunya Radio" pidió que el Parlament de Cataluña haga una votación similar contra el obispo.

Momento de la votación contra el obispo en el pleno municipal de Cervera; en realidad, de 13 votos sólo 5  aprobaron la declaración de persona non grata