Los abuelos -o bisabuelos-  van a estar de moda. Aunque las leyes de eutanasia parezcan no quererles.

Según las predicciones del Instituto Nacional de Estadística, el caso español será especialmente afectado por el envejecimiento demográfico. En los próximos 40 años, la población de entre 50 y 75 años será una aventajada mayoría y la que tiene 100 años o más será trece veces mayor que ahora. Pasará de 16000 a más de 222000.

En Estados Unidos, las previsiones son similares: en 2060, casi un 25% de la población será mayor de 65 años.

Con estos datos, parece sensato suponer que los ancianos, abuelos y bisabuelos tendrán un gran peso social. Y el apartado evangelizador no será una excepción, pues mientras la tendencia entre jóvenes y adultos es a la menor religiosidad, en los ancianos sucede lo contrario.

De hecho, ya hay personas mayores que están tomando conciencia de que sus nietos, en el caso de Estados Unidos, están perdiendo o abandonando la fe en masa. Ante esta situación, los abuelos se sienten confundidos al saber que, décadas después de haber educado a sus hijos en la fe, deben mantener la de sus nietos.

Las pirámides de población en España: en naranja, la de 2016, en verde, la de 2031, y en morado, la prevista para 2066 (Fuente: INE). 

Pero, ¿quién dijo que estuviesen solos? Las Sagradas Escrituras abundan en el poderoso papel de los abuelos a la hora de transmitir el Evangelio. "El hombre bueno deja herencia a los hijos de sus hijos", dice Proverbios 13,22. Y  agrega el salmo 78: "El Señor estableció una ley en Israel, y ordenó a nuestros padres enseñar estas cosas a sus hijos. Así las aprenderán las generaciones futuras y los hijos que nacerán después; y podrán contarlas a sus propios hijos".

La segunda mayor influencia después de los padres

Ser mayor no es sinónimo de pasividad o inacción evangelizadora. Y mucho menos, de falta de perseverancia. Una buena muestra de ello es Dan Spencer.

Como católico, padre de cuatro hijos y abuelo de 15 nietos, su voz era hasta hace poco uno más de esos lamentos ante la descristianización de las nuevas generaciones.

Hasta que decidió actuar. Recientemente, National Catholic Register le entrevistaba con motivo del lanzamiento de Legacy of Faith. Un proyecto que, según su página web, está dedicado a paliar la pérdida de fe desde los orígenes de la familia, "educar y formar a los abuelos sobre por qué su importancia es crítica" en el plano espiritual y a "ayudarles a mantener a sus nietos fieles a Cristo".

Un ejemplo es el seminario Grandparents Matter! (Los abuelos importan). Partiendo del conocimiento del actual "mundo poscristiano", Legacy of Faith pretende recordar a los abuelos su papel "esencial" para mantener a las generaciones futuras "fieles a Cristo", su misión como "líderes religiosos" y cómo llevarla a cabo a través de un plan y siete estrategias fundamentadas.

"Los abuelos ocupan el segundo lugar de influencia en los nietos, después de los padres. Sin embargo, pocos tienen la formación necesaria para influir en sus nietos y que sigan siendo cristianos", argumenta Spencer.

Una de las peregrinaciones de abuelos realizadas al santuario de Knock. 

El abuelo, "arquitecto" y custodio de la fe familiar

Ya sea porque la mayoría de los hogares consten de dos sueldos o porque más del 20% sean dirigidos por padres solteros, el fundador de Legacy of Faith considera que "el papel de los abuelos" puede aportar a estos hogares "la estabilidad que necesitan".

"Los abuelos católicos fieles quieren que sus nietos crezcan sanos, felices y santos. Pero los nietos están abandonando cada vez más su fe. Esto deja a los abuelos fieles frustrados, confundidos y mal preparados para saber cómo deben responder", explica.

Por ello, Spencer cree que "ha llegado el momento de que los abuelos renueven su participación como `antos mayores´". Y para enfrentar este desafío, dice, es necesario comprender la actual "sociedad poscristiana", que "requiere con urgencia que nos involucremos con la cultura y nuestras familias".

A lo que llama este evangelizador es a un "liderazgo heredado", a que los abuelos y personas mayores asuman su papel "arquitecto fundador de la tradición de fe familiar" entre generaciones.

"Al ser modelos y mentores, los abuelos muestran la forma en que los niños deben tomar las riendas cuando llegue el momento. Necesitan una visión espiritual en comunidad sobre el destino último de las almas. La visión de mi familia es pasar la eternidad juntos, en el Cielo. Y eso no cambia entre generaciones", comenta.

Un ejército de 12.000 abuelos marianos 

Legacy of Faith no es la única iniciativa destinada a la evangelización familiar de los abuelos. Otro buen ejemplo es la Asociación de Abuelos Católicos (Catholic Grandparents Association), fundada en 2009 por Catherine Wiley, durante la tercera peregrinación de abuelos al Santuario Nacional de Nuestra Señora en Knock (Irlanda).

Como le ocurrió a Spencer, Willey ya tenía diez nietos cuando fue consciente de que en su generación, la infancia estaba "rodeada de fe", pero que esos tiempos habían cambiado para siempre. Y entonces pensó que quizá buena parte de la batalla entre el "reino de Dios en la Tierra" y la "sociedad poscristiana" tenía en los abuelos un importante escenario.

De hecho, pensó que "ningún otro grupo tenía un papel más importante" al respecto, pues la suya tenía serios indicios de poder ser "la generación que de alguna manera rompa la cadena de fe" milenaria.

Algunas integrantes de la Asociación de abuelos católicos. 

"Pensamos que le corresponde a otra persona transmitir la fe o damos por hecho que ya lo está haciendo alguien. Y tal vez no sea así. Tal vez tengamos que ser nosotros quienes la transmitamos", afirmó al portal Catholic Grandparents Association.

Ante este desafío, Willey creyó haber encontrado la respuesta al "qué debo hacer" que pronunció ante la Virgen y fundó la organización. Hoy, la Asociación de Abuelos Católicos está presente en multitud de países -Irlanda, Reino Unido, Australia, Malta, Alemania, Filipinas, Japón y Estados Unidos- y cuenta con unos 12.000 abuelos militantes que peregrinan cada año al santuario de Knock.

Cuidar a los nietos, darles estabilidad y transmitirles la fe

Willey también respeta la responsabilidad y derecho de los padres en el bienestar y  educación religiosa de sus hijos. Sin embargo, ve que hoy en día "las cosas no son sencillas". Es normal que los dos padres tengan que trabajar, también hay una crisis "sin precedentes de familias rotas" o que directamente los padres no tengan fe.

Por eso, los abuelos acaban asumiendo con frecuencia el papel de "cuidadores de niños" mientras trabajan sus padres, el de ofrecer estabilidad a los nietos en un mundo confuso o incluso el de ser las únicas personas con fe y práctica religiosa que conozcan los nietos.

Por ello, agrega, "los abuelos están en una excelente posición para transmitir los principios de la fe católica a sus nietos, de saltar generaciones e implantar una semilla de fe".

"La mayoría de los abuelos tienen un solo deber: hacer lo mejor que puedan por sus nietos, cuidarlos y protegerlos. Existe un vínculo único de amor y entre abuelos y nietos. A veces incluso tienen mejor relación con sus nietos que con sus propios hijos. Los abuelos tienen una tremenda oportunidad de ser evangelizadores en el seno de la familia", concluye.

Catherine Wiley, fundadora de la Asociación Católica de Abuelos, relata su misión y visión evangelizadora sobre la familia.