Desde que el pasado sábado el Papa Francisco comunicó el nombramiento de Víctor Manuel Fernández "Tucho" como nuevo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, las entrevistas no han cesado. La última de ellas es la realizada por Javier Martínez-Brocal para el diario ABC este mismo jueves, en la que el obispo de 60 años ha comenzando defendiéndose de quienes cuestionan su ortodoxia doctrinal. "La doctrina cristiana no cambia", dice, "pero la Iglesia va madurando en su comprensión y la va expresando de nuevas maneras".

En la carta de su nombramiento, el Papa Francisco expresó que "en otras épocas", Doctrina de la Fe -otrora Inquisición- "llegó a utilizar métodos inmorales", de modo que "más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales". Preguntado al respecto de lo que espera Francisco con su nombramiento -en la carta expresa que "algo muy diferente" a eso- Fernández lo entiende como una advertencia frente a "formas análogas de imponer la verdad".

"Hoy el dicasterio no tortura ni mata, pero en lugar de alentar el pensamiento, de dialogar, de buscar síntesis y puntos de contacto, puede frustrar a una persona, puede faltarle el respeto, puede maltratarla", comenta.

"¿Pero si el prefecto no condena ni corrige, a qué se va a dedicar en Roma?", le preguntan. "Debo tratar de no perseguir ni condenar. Pero sí puedo llamar a conversar, un llamado de atención, pedir una clarificación, seguir un proceso de profundización de algo que no está claro…", enumera. Siguiendo consignas papales, el nuevo prefecto ostentará un cargo que "está para aumentar la inteligencia de la fe" y "crecer en la interpretación de la palabra", pues "la mejor forma de cuidar la doctrina es crecer en su comprensión, más que aplicando mecanismos de control".

En lo referente a los casos de abusos, el prefecto ha detallado que al no ser "especialista" en la materia, confiará el seguimiento de esta labor a la Sección disciplinar. Entre otros "incontables" temas a los que pretende ofrecer una respuesta como Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, destaca especialmente "la inteligencia artificial o la robótica", así como "cuestiones sociales que más afectan a la vida de los descartados de la sociedad".

¿Liberal o conservador? "La polarización es una tentación"

Otro de los debates que dominan la actualidad y opinión al respecto de su nombramiento es si Fernández pertenece a una corriente más liberal o conservadora. Sin eludir la respuesta, el prefecto asiente ante una "mezcla" de ambas a la que denomina "coherencia evangélica" y que consiste en su opinión en "defender la vida en toda circunstancia, tanto la del niño por nacer como la del que crece en la miseria y el abandono de la sociedad".

"Amo ir a fondo con la Doctrina Social de la Iglesia, y a la vez asumo la invitación paternal del Papa a estar muy atentos a los condicionamientos de las personas, a no hacer sufrir a la gente con nuestros juicios lapidarios", detalla.

En un plano más personal, Fernández rememoró su época como párroco en la que "cambió, profundizó y enriqueció" su teología en una "parroquia periférica", expresó su admiración por los escritores José María Pemán o Ernestina de Champourcin y se refirió a la "bondad y belleza" de la exposición teológica de Benedicto XVI como el rasgo que más aprecia del difunto pontífice.

Antes de concluir se refirió a la "polarización" de la fe como "una tentación cada vez mayor" en la Iglesia: "Cristo nos dijo que tenemos que estar en el mundo -a fondo- pero sin ser del mundo, es decir, sin caer en las fragilidades, fanatismos y violencias del mundo. Tenemos que 'ser' más y mostrar algo diferente, pero nos contagiamos y perdemos la frescura del Evangelio, no mostramos algo verdaderamente superador".