En la celebración de los misterios cristianos (Sacramentos) se produce el encuentro con Jesucristo en el tiempo. Hasta el final de los tiempos él está presente en su Iglesia. El encuentro más pleno con él en este mundo es el
culto divino (LITURGIA). Por eso se dice en la regla de san Benito: "Nada se anteponga al culto divino" (San Benito de Nursia, ca.. 480-547, fundador del monacato occidental).

Dios actúa para nosotros mediante signos sagrados

166. ¿Por qué celebra la Iglesia con tanta frecuencia el culto divino?

Ya el pueblo de Israel interrumpía el trabajo "siete veces al día" (Sal 119,164) para alabar a Dios. Jesús participó en el culto y la oración de su pueblo; enseñó a orar a sus discípulos y los reunió en el Cenáculo para celebrar con ellos el mayor culto de todos: su propia entrega en la Eucaristía. La Iglesia, que convoca al culto, sigue su mandato: "Haced esto en memoria mía" (1 Cor 11,24b). [1066­1070]

Así como el hombre respira para mantenerse vivo, del mismo modo respira y vive la Iglesia mediante la celebración del culto divino. Es Dios mismo quien le infunde diariamente nueva vida y la enriquece mediante su Palabra y sus SACRAMENTOS. Se puede usar también otra imagen: Cada acto de culto es como una cita de amor, que Dios escribe en nuestra agenda. Quien ya ha experimentado el amor de Dios, acude con ganas a la cita. Quien a veces no siente nada y, sin embargo, acude, muestra a Dios su fidelidad.

167. ¿Qué es la LITURGIA?

La LITURGIA es el culto oficial de la Iglesia. [1077-1112]
Una LITURGIA no es un "evento" que consista en buenas ideas y canciones estupendas. La Liturgia no se hace ni se inventa. Es algo vivo que ha crecido en la fe a lo largo de los siglos. Un acto de culto es un acontecimiento sagrado y venerable. La Liturgia se vuelve fascinante cuando se experimenta que Dios mismo está presente bajo los signos sagrados y en sus preciosas. oraciones, a menudo muy antiguas.

168. ¿Por qué la LITURGIA tiene prioridad en la vida de la
Iglesia y de cada individuo?


"La LITURGIA es la cumbre a la que tiende la
acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente
de donde mana toda su fuerza" (Concilio Vaticano II). [1074]

En vida de Jesús las personas acudían en masa ante él, porque buscaban su cercanía salvífica. También hoy lo podemos encontrar, porque vive en su Iglesia. En dos
lugares nos garantiza su presencia: en el servicio a los
más pobres (Mt 25,42) Y en la EUCARISTÍA. Allí nos
damos realmente de bruces con él. Si dejamos que se
nos acerque, él nos enseña, nos alimenta, nos
transforma, nos sana y se hace uno con nosotros en la
Santa Misa.

169. ¿Qué sucede con nosotros cuando celebramos el culto
divino?


Cuando celebramos el culto divino somos atraídos por el amor de Dios, somos sanados y transformados. [1076]

Todas las celebraciones litúrgicas de la Iglesia y todos
sus SACRAMENTOS están orientados únicamente a
que tengamos vida, y ésta en abundancia. Cuando
celebramos el culto divino nos encontramos con quien
ha dicho de sí mismo "Yo soy el camino y la verdad y
la vida" (Jn 14,6). Quien va al acto litúrgico y está
abandonado, recibe de Dios seguridad. Quien va al
culto y se encuentra perdido, encuentra a un Dios que le espera.