523. ¿Por qué el hombre no vive sólo de pan?
"No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4,4, según Dt 8,3). [2835]

Esta palabra de la Escritura nos recuerda que los hombres tienen un hambre espiritual que no se puede saciar con medios materiales.

Se puede morir por falta de pan; pero también se puede morir porque sólo se ha recibido pan. En el fondo somos alimentados por aquel que tiene "palabras de vida eterna" (Jn 6,68) y un alimento que no perece (Jn 6,27): la sagrada Eucaristía.

524. ¿Qué quiere decir "perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden"?
El perdón misericordioso, que nosotros concedemos a otros y que buscamos nosotros mismos, es indivisible. Si nosotros mismos no somos misericordiosos y no nos perdonamos mutuamente, la misericordia de Dios no puede penetrar en nuestro corazón. [2838­-2845, 2862]

Muchas personas tienen que luchar durante toda la vida para poder perdonar. El bloqueo profundo de la intransigencia sólo se disuelve finalmente mirando a Dios, que nos ha aceptado "siendo nosotros todavía pecadores" (Rom 5,8). Dado que tenemos un Padre bondadoso, son posibles el perdón y la vida reconciliada. 

525. ¿Qué quiere decir "no nos dejes caer en la tentación" ?
Como cada día estamos en peligro de caer en pecado y decir no a Dios, le suplicamos que no nos deje indefensos ante el poder de la tentación. [2846­-2849]

Jesús, que experimentó él mismo la tentación, sabe que somos hombres débiles, que por nuestras propias fuerzas podemos oponer poca resistencia al mal. Él nos regala esta petición del Padrenuestro, que nos enseña a confiar en la ayuda de Dios en la hora de la prueba.